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Voto de Tiago Limardo:
7
6,1
3.013
Drama
Star (Sasha Lane), una chica adolescente, deja a su disfuncional familia para unirse a un equipo de venta de suscripciones de revistas, que recorre, vendiendo puerta a puerta, el mediooeste estadounidense. Rápidamente se siente a gusto en ese grupo de jóvenes, al que también pertenece Jake (Shia LeBeouf), y adopta su estilo de vida, entre veladas bañadas en alcohol, pequeños delitos e historias de amor…
29 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En AMERICAN HONEY, Star (Sasha Lane), una chica de 18 años, acepta la propuesta de Peter Pan (Shia LaBeouf) y se une a Los Niños Perdidos, un grupo de jóvenes, vástagos marginados y abandonados del capitalismo como ella, para recorrer el país en una VAN vendiendo revistas bajo el patronazgo de una Tinkerbell muy particular (Riley Keough, nieta de Elvis y musa del cine independiente).
Ese viaje sin rumbo le permite vivir una adolescencia que (podemos presumir por la vida que abandona) antes no pudo vivir, rodeada de música, alcohol y personas afines que terminan convirtiéndose en amigos y amores, contenida y acompañada en el escaso espacio del vehículo que los lleva a Nunca Jamás. Un Nunca Jamás que en esta ocasión no es una isla fantástica, sino un Estados Unidos camaleónico de realidades sociales y económicas, completamente diferentes por cada lugar que transitan y a las que deberán adaptar su discurso de venta si quieren lograr su difícil objetivo comercial.
Si bien compré desde el inicio y me resultó totalmente inmersiva, sin sentir su larga duración y destacando el uso de la música y su fotografía casi cuadrada y saturada, AMERICAN HONEY no será recomendable para todos. A la película de la directora Andrea Arnold no le faltarán las acusaciones de ser una en la que "no pasa nada", aunque esté contando varias cosas y la protagonista cambié respecto a quién fue al comienzo del camino y termine, hacia el final y como le sucedía a Wendy en PETER PAN, aceptando su madurez y sumergiéndose en las aguas de la adultez, observando desde lejos a ese grupo humano al que, en un primer momento, ella se acercó tímidamente.
Ese viaje sin rumbo le permite vivir una adolescencia que (podemos presumir por la vida que abandona) antes no pudo vivir, rodeada de música, alcohol y personas afines que terminan convirtiéndose en amigos y amores, contenida y acompañada en el escaso espacio del vehículo que los lleva a Nunca Jamás. Un Nunca Jamás que en esta ocasión no es una isla fantástica, sino un Estados Unidos camaleónico de realidades sociales y económicas, completamente diferentes por cada lugar que transitan y a las que deberán adaptar su discurso de venta si quieren lograr su difícil objetivo comercial.
Si bien compré desde el inicio y me resultó totalmente inmersiva, sin sentir su larga duración y destacando el uso de la música y su fotografía casi cuadrada y saturada, AMERICAN HONEY no será recomendable para todos. A la película de la directora Andrea Arnold no le faltarán las acusaciones de ser una en la que "no pasa nada", aunque esté contando varias cosas y la protagonista cambié respecto a quién fue al comienzo del camino y termine, hacia el final y como le sucedía a Wendy en PETER PAN, aceptando su madurez y sumergiéndose en las aguas de la adultez, observando desde lejos a ese grupo humano al que, en un primer momento, ella se acercó tímidamente.