Entretenida y desquiciada propuesta del director Jason Lei Howden que sabE desde el primer minuto que su propuesta es disparatada y para que no se le venga abajo toda "la estantería" lo que tiene que hacer es dotar a su relato de mucho ritmo, un montaje rápido, diálogos delirantes y un par de protagonistas con el suficiente carisma para sostener unos 95 minutos "justitos". Y lo hace bastante bien.

Pero entre tanta destrucción, violencia gratuita, uso y abuso de movimientos imposibles de cámara hay también tiempo para hacer una critica (algo superficial) a la manipulación existente en la redes sociales y el morbo indiscriminado de quienes las utilizan, haciendo hincapié en los llamados "trolls" que se dedican a destruir todo lo que se pueda destruir en la red.

Del reparto destacar a los dos protagonistas, un demencial Daniel Radcliffe que ha volcado su carrera a títulos independientes y de lo más "variopintos" que con cada papel nuevo parece estar obsesionado en hacernos olvidar su iconico rol de Harry Potter. Y una desatada Samara Weaving que sorprende en modo "badass". Por ahí se dejan ver de soporte Mark Rowley, Ned Dennehy, Natasha Liu Bordizzo, Hanako Footman, Bella Padden, Jacqueline Lee Geurts, Set Sjöstrand y Jack Riddiford.

Y como lo dicen en cierto diálogo, sino te gusta también puedes elegir entre "Master Chef" o "The Walking Dead" y no ver esta película divertida, algo ofensiva, pero irreverente y original que consigue su objetivo de distraerte de los problemas del mundo real.