Diría que The Last Stand es una revisión postmodernista de Río Bravo si se tratara de valorar un cuadro. Pero no, es una película, y una endiabladamente entretenida además.

Muchos esperábamos el regreso a la gran pantalla de Schwarzenegger tras su paso por la política, pero también nos preguntábamos si el cine al que el pertenecía aún tenía hueco en el mundo. La verdad es que no, los 80 y sus películas de acción ya pasaron a mejor vida, y resultan en su mayoría cargantes a día de hoy.

El último desafío es una película enérgica, que se respeta a si misma y que resulta fácil de ver. Pero no es en absoluto facilona. Schwarzenegger se rodea de secundarios de calidad que cumplen con su trabajo sobradamente, al igual que él mismo. Y por suerte no son simples secundarios, son capaces de llevar la carga de la película y repartirse muy bien las escenas de la misma. Las escenas de acción están muy muy bien rodadas, te enteras de todo lo que pasa y no marea en absoluto, no sabéis lo que me alegro de que la moda de la cámara en mano vaya desapareciendo, era un auténtico horror. La acción está perfectamente dosificada y repartida a lo largo de toda la cinta.

No hay olvidar que verdaderas bellezas como Génesis Rodríguez, Jaimie Alexander y Christiana Leucas nos alegran la vista con su belleza exuberante.

The Last Stand parece la típica película de acción, y así es en primera instancia, pero estamos posiblemente ante la evolución de este tipo de cine, en el que todos los detalles importan y no solo los clichés y escenas de tiros descerebradas que hunden tantas producciones.

Yo creo en Schwarzenegger, esta es solo la primera de muchas joyas de acción que puede llegar a dejarnos en los próximos años.