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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Comedia. Drama Dos enfermos terminales de cáncer, de caracteres y mundos completamente opuestos, entablan amistad. Edward Cole (Jack Nicholson) es un engreído millonario mientras que Carter Chambers (Morgan Freeman) es un modesto mecánico. A pesar de todo, deciden emprender juntos un último viaje para poder hacer, antes de morir, todas las cosas que siempre han deseado. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manejada en términos que recuerdan a, “Vivir”, el filme de Akira Kurosawa, en el que un burócrata, enfermo “terminal”, no aprenderá nunca realmente lo que es Vivir, pues, sólo se dedicará a jugar, beber y prostituir; también en la línea de, “Mi vida sin mí” de Isabel Coixet (pueril imitación del filme de Kurosawa) donde la mujer de turno, entre lo que considera vivir, asume el serle desleal al marido que la ama; e igualmente, en el mismo sendero de, “Salmo 51”, un conmovedor episodio del melodramático, pero muy edificante seriado, “El Toque de un Ángel”, nos llega ahora ésta película de Rob Reiner, <<AHORA O NUNCA>>, que, con dos personajes bien dispares y también enfermos de cáncer, por fin ejemplariza algunas de las cosas realmente valiosas que pueden hacerse antes de morir.

Edward Cole -representado por, Jack Nicholson, con memorable histrionismo-, es un empresario de éxito que, entre otras cosas, dirige varios hospitales con una norma inflexible: “¡Dos camas en cada habitación!”... pero cuando él cae enfermo, como es de esperarse, querrá saltarse la norma, pero sus empleados, fieles a sus dictados, lo convencerán de quedarse en habitación compartida.

La casi forzada aplicación de su propia regla, será la primera jugada del destino, para reunir a Cole -vividor, arrogante, escéptico y capitalista- con Carter Chambers –Morgan Freeman, en un nuevo rol moralmente correcto-, un hombre de modesta posición, con tres hijos profesionales y una esposa que lo adora... y como es de esperarse en la cadena Cole, la hotelería del hospital es magnífica, pero como es habitual en el mundo entero, cada paciente cuenta según lo que pese en oro.

Interesado en el gran bagaje cultural de Chambers, al que se suma una gran simpatía y una fuerte tolerancia con sus desabroches, hace que Cole no tarde en granjearle un sincero aprecio… y no tardan ambos, en decidir emprender una última “locura”, con el objeto de realizar la mutua lista de deseos que ahora tienen escrita.

Sobresaliente guion de Justin Zackham, dotado con marcada brillantez en sus aspectos divertidos y más aún en su emprendimiento humano y espiritual, el cual recibe muy buen tratamiento por parte del director Reiner, quien nos brinda una complacida exaltación de la tierra en que vivimos, al tiempo que nos proporciona grandes motivos para terminar la vida sin miseria ni derrotas.

Sin duda, el filme está planteado como un cuasi-cuento de hadas, pero, para todos es posible una aventura –de seguro más sencilla-, pero con iguales, o mayores, posibilidades de autoencuentro.

A abrir los ojos y el corazón nos convida esta digna historia, y creo firmemente, que es la clase de cosas que deberían verse en los hospitales, en vez de cobrar por permitir acceder a esos penosos canales donde sólo bombardean con violencia, dramas lacrimógenos… o noticias vergonzosas que tienden a empeorar y nunca a favorecer a los enfermos.

Título para Latinoamérica: ANTES DE PARTIR
Luis Guillermo Cardona
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