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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Comedia Serie de viñetas entrelazadas por un personaje o una situación que conecta una historia con la siguiente. Unos soldados franceses entran a la catedral de Toledo durante la invasión napoleónica. Un capitán besa la estatua de una mujer y destruye la de un hombre. En la época actual, un matrimonio se escandaliza con unas postales que muestran monumentos de París. Un hombre ve pasar unos animales por su cuarto. En una escuela de policías, ... [+]
22 de enero de 2010
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien entiende por libertad el poder hacer lo que le venga en gana, esa libertad es un fantasma… porque eso no es la libertad. La libertad es hacer lo que debe hacerse; es la capacidad de elegir lo que es correcto, lo que no dañe a otros ni me dañe a mí, ya que la libertad implica responsabilidad. El hombre está sujeto a las leyes de justicia universales y así, la libertad es el sabio acogimiento a esas leyes. Aunque el hombre es libre, no puede escapar a las consecuencias de sus actos porque, toda acción produce una reacción y ésta es consecuente con la carga energética (+ o -) que aquella posee. Todo lo que nos afecta, aunque parezca casual, en realidad es causal... sólo que no tenemos fácil acceso al entendimiento de las causales que han atraído tal o cual cosa, pero, lo concreto, es que todo lo que nos sucede es una respuesta al tipo de energías que hemos proyectado hoy, ayer o anteayer.

Todo lo que, Luis Buñuel, encadena en esta divertidísima película, brillante desde la anécdota y desde su deliciosa recreación del absurdo, tiene validez particular aunque, en el fondo, resulte muy blanda si se la conjuga con las leyes existenciales.

Doy ejemplos (y aquí aludiré a situaciones claves): Queriendo probar que no somos libres de ver lo que queramos, Buñuel deja inconclusas ciertas escenas de las que, como espectadores, quizás esperábamos más: Un capitán exhuma el cadáver de una bella dama, cuya estatua había intentado besar impunemente. La muerta aún luce casi viva y el capitán se predispone a un acto de necrofilia… entonces, vemos a la mujer que a otra lee la historia y ya no sabremos que es lo que seguía. Un comisionado de policía lee un informe sobre como se rescató a una niña que nunca desapareció, y tras leer un par de frases, quedamos sin saber como se realizó el ilógico “rescate”. Lo que Buñuel nos niega conocer, como lo que nos niega ver el pintor cuando elige un fragmento de un paisaje, no es ejemplo de pérdida de libertad sino al contrario, es la libertad del artista de elegir lo que quiere mostrar, y además, la lógica limitación que se impone en todo arte.

Buñuel, nos monta, en otro momento, un juego especulativo con las fotos que, un supuesto pedófilo, le entrega a un par de niñas en un parque, pero, éstas nos harán reír cuando tengamos acceso a lo que ven los receptores de las tales fotos. No es pérdida de libertad, sino cualidad del arte (y de la vida) generar diferentes lecturas según el ángulo desde el que se mire. Toda percepción, podría decirse, genera una variable y esto aumenta la libertad de interpretación antes que coartarla.

Es, "EL FANTASMA DE LA LIBERTAD", un filme con harta tela para cortar, pues, está lleno de juegos, sutilezas, asociaciones históricas y hasta apariciones sorpresa que, para los seguidores del director español, resultan muy entretenidas de descubrir. ¿En qué escena aparece Buñuel?, ¿En cuál Serge Silberman el productor? ¿Cuántas veces aparece el cuadro de Goya? ¿Quién es la actriz que enseñó un lozano cuerpo de la que “creíamos” era una anciana enamorada de su sobrino?

La libertad también existe para que, el gran Buñuel, pudiera auto-complacerse con un filme tan personal y tan divertido como éste.
Luis Guillermo Cardona
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