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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Musical. Romance. Drama Lilí es una joven francesa huérfana e ingenua, sin hogar ni recursos, que se enamora de un prestidigitador al que conoce en una función circense. Se queda a vivir en el circo, donde trabaja con un ventrílocuo lisiado que se enamora de ella. Los mejores amigos de Lilí son los títeres, a los que confía sus apasionados sentimientos hacia el mago, aunque su amor no es correspondido. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2008
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé ya cuántas veces he visto esta película: Solo... con mi esposa... con mis hijos... la he presentado en salas para niños y para adultos… ¡y siempre me ha resultado maravillosa y a todos los públicos les ha encantado! Creo que debería verla todo el mundo porque, en ese pequeño parque de diversiones donde transcurre la mayor parte de la historia, está recreado el planeta tierra y la particular humanidad que ahora mora en él.

Los valores más excelsos, y los más tristes sentimientos, son plasmados por Charles Walters -con la inmensa presencia de su maravilloso grupo de actores- de la manera más sentida, cálida y emocionante que uno pueda ver, y entonces, sin reserva alguna, conseguir mandar al traste ideas tan deplorables como “los hombres no lloran”, “el romanticismo es para ilusos” o “eso es cine para niñas”.

“LILI” (la maravillosa, Leslie Caron, que pronto volvería a atraparnos con “La Zapatilla de Cristal”) es un filme cautivante. Nos envuelve en su ternura, en su aparente ingenuidad y en su inmensa nobleza. La seguimos cuadro a cuadro, escena a escena, con el corazón en la mano y con una imborrable sensación de que, la belleza, el amor y la ternura, han entrado de pleno en nuestra intimidad.

Walters –curtido bailarín y coreógrafo- nos envuelve también en la frustración de Paul, el ex-bailarín, ahora lisiado y convertido en titiritero quien, antes que nadie, descubrirá el ser maravilloso que se esconde tras la simpleza de la joven Lili; y nos “disgusta” Marcus, el seductor incorregible, necesitado de una gran lección cuando le vemos dispuesto a tener su fugaz aventurilla con la cándida Lili.

Los títeres se convierten en la imagen metafórica de aquellos comunes, pero, magníficos seres humanos que a diario transmiten alegría a los visitantes de ocasión, mientras sus corazones se desgarran con sus propios fantasmas interiores. Ninguno se reconoce en sus verdaderas dimensiones... ni siquiera, Lili, cuando da su ternura sin imaginar que la está dando.

Repentinamente, nosotros nos sentimos recreados en ellos... y es, entonces, que tenemos la impresión de estar haciendo parte de la historia, porque estamos allí sufriendo y amando, desconociéndonos y conociéndonos, sintiendo que el amor pugna en nuestra alma por manar a borbotones.

Por esto, por su música, sus coreografías, su sentido del 'humos' y del drama... “LILI” es, en definitiva, una obra maestra, una joya inolvidable, ¡una de las más bellas películas de la historia del cine!

Lará larálalalala, hi Lili, hi Lili, hi lo…
Luis Guillermo Cardona
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