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España España · Barcelona
Voto de AMQE:
3
Drama. Musical Película sobre los últimos años de Ian Curtis, el enigmático cantante de la banda Joy Division e icono del post-punk inglés, hasta su trágico suicidio en 1980. Cómo le afectó el dramático conflicto entre el gran amor que sentía por su esposa y la apasionada relación con su amante, sus ataques de epilepsia, su extraordinario talento y sus arrolladoras actuaciones en directo. Mención Especial en la Cámara de Oro, Premio de la Juventud y ... [+]
19 de abril de 2009
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente Anton Corbijn debía sentir verdaderamente admiración hacia la figura de Ian Curtis. De otra manera no se explica que eligiera a semejante personaje para protagonizar su debut como director. Y no es que a priori la (corta) vida del líder de Joy Division no cuente con elementos atractivos (líder de un grupo de rock, viviendo la vida a tope y rápidamente para suicidarse a los 23 años), sino que el carácter torturado y anodino de Curtis se acaba apoderando del ritmo narrativo del film, consiguiendo que a mitad de metraje el sopor se apodere del espectador y le llegue a importar más bien poco los motivos y las consecuencias del comportamiento del músico en cuestión. Porque básicamente “Control” no deja de ser un simple retrato (no por casualidad Anton Corbijn fue fotógrafo de la banda) de un fan al que le puede la nostalgia por un tiempo pasado, una fotografía entusiasta que sin embargo se muestra incapacitada para transmitir los mismos sentimientos que con toda seguridad le han generado al autor. Sin llegar a mitificarlo, pero sin explicar las verdaderas causas de su inestabilidad emocional, Corbijn describe el ascenso en la carrera musical de Ian Curtis en paralelo a su progresivo deterioro sentimental, pero sin llegar a profundizar en ninguno de los dos aspectos y los personajes secundarios, aunque correctamente interpretados, aportan poco a la historia, exceptuando el personaje de Deborah, la sufrida esposa de Curtis a la que Samantha Morton aporta los momentos más intensos y dramáticos de la película, que quedará simplemente como un emotivo video-clip para exclusivo disfrute de los fans de tan efímero grupo.

Lo mejor: las brillantes y conseguidas interpretaciones musicales.

Lo peor: su superficialidad.
AMQE
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