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Voto de Natxo Borràs:
7
Intriga Michael Armstrong (Paul Newman) es un físico norteamericano que viaja a la República Democrática Alemana con Sarah Sherman (Julie Andrews), su novia y secretaria. Una vez allí decide solicitar asilo político. En realidad, ha fingido ser un desertor y traicionar a su patria con el fin de acceder a un prestigioso investigador de la Alemania Oriental, y poder así obtener datos sobre una peligrosa tecnología nuclear soviética. (FILMAFFINITY) [+]
25 de marzo de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El genio se hacía mayor pero no implicaba su decadencia como malabarista de las intrigas y tensiones que se desenvolvían en sus recientes trabajos, como el derrame de horror que supusieron sus obras maestras “Psicosis” (1960) o “Los Pájaros” (1963) que traspasaban el límite de lo racional sin que el obeso director inglés se acuñara a los dogmas establecidos del cine fantástico, gracias a apuntar bien sus directrices de maestro del suspense. Si ya flaqueaba en “Marnie la Ladrona” (1964) y haría otro tanto en la compleja y naufragada “Topaz” (1969), “Torn Curtain” (1966) se encuentra en el ojo del huracán de una debacle que duró unos pocos años y que, afortunadamente, podría considerase un paréntesis de inspiración para un proyecto frustrado que Sir Alfred quería realizar titulado “Kaleidoscope” para acabar concluyendo su penúltima, pero aún desgraciadamente olvidada, obra capital como es “Frenesí” (1972).

“Cortina Rasgada” se presenta como una compleja película de espionaje sobre la Guerra Fría en que un científico norteamericano llamado Michael Armstrong (Paul Newman) y su secretaria y compañera sentimental Sarah Sherman (Julie Andrews) pasan su estancia en el Norte de Europa como si vivieran de Luna de Miel entre congreso y congreso. Pero nada más recibir un radiograma, Armstrong cambia sus planes ante su sorprendida compañera que vé como su actitud se vuelve cada vez más esquiva. Para más colmo se da cuenta de que tiene tratos con agentes de Berlín Oriental y que decide pasarse al otro lado del Telón de Acero para, en un principio, compartir información sobre los conocimientos que posee sobre las pruebas de un míssil. El científico, custodiado por la policía de la Alemania del Este, intentará acceder a su vez a los conocimientos de un sabio profesor, Gustav Lindt (Ludwig Donath) que sabe más que nadie la fórmula para tan devastador experimento militar.

La segunda mitad del film, con los conocimientos previos que se nos pone en bandeja (y aún más después de la famosa escena del aparatoso asesinato del agente custodio Gromek (Wolfgang Kielig) en una casa de campo) sobre el entramado, se convierte en un relato de huida y evasión en que Alfred Hitchcock se toma la libertad y el tiempo necesarios para resolver la encrucijada en que se han visto metidos la pareja formada por Newman y Andrews (inolvidables secuencias la de la ruta del autobús con destino a Berlín y en el teatro). ¿Se puede esperar más de un malabarista del suspense? Quizás, pero innegablemente “Cortina Rasgada” sucumbe y atrae porque no deja de ser una cinta de espionaje que mantiene en vilo. Solo que para espectadores muy pacientes.
Natxo Borràs
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