Hay franquicias que ya deberían morir y dejar en el recuerdo su legado, y es lo que pedimos a la saga de Terminator, ya no logra cosechar cosas nuevas y su historia de se repite tal cual bucle de tiempo parece, sus historias son una y otra vez lo de siempre, no tienen ideas nuevas, y por más que Destino Oculto es de lo mejor, no es verdad, su único aporte es que gusta por el factor Nostalgia y eso es pecado.

Empezamos diciendo que esta filme intenta arreglar lo que no pudieron la tres, la cuatro y cinco, ahora nos dicen que esas no existen y que la idea final ahora es un nuevo punto de partida. En otras palabras es arreglar en el ayer lo que no tiene solución en el ahora... y pues amigo tampoco fue que ayudo mucho. Por que el filme pese que logra ser entretenido, tiene buenos momentos de acción y una Linda Hamilton en gracia, el filme poco aporta a todo el circo.

Tim Miller peca de confianzado al iniciar el filme colocando un prólogo con imágenes directamente de la segunda y así justificando todo lo que veremos después, puede que no esté del todo mal... Pero esto no implica que realmente esté bien, por que se siente que es como para salir del paso y así argumentar el filme.

En esto último, ‘Terminator: Destino oscuro’ luce algunas de sus principales (y discretas) virtudes. Para entendernos, ahora el futuro de la humanidad empieza a decidirse en México cosa que se puede apreciar, pero se nota que es por todo eso de la inclusión y eso no es malo es que se nota que es a la fuerza y da grima y si le sumas que el filme es super feminista cosa que me encanta, pero el punto es la forma abrupta que lo hace, donde los personajes femeninos son mujeres fuertes y empoderadas que luchan contra un hombre malvado que las persigue pero que dicho personaje sólo pone cara de soy malo; (por cierto que malas actuaciones de Gabriel Luna y Natalia Reyes) así que con todo por lo menos ahora se intenta; mal hecho pero se hace y eso es algo muy positivo de notar.