Media votos
5,1
Votos
365
Críticas
364
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Bdange:
4
4,2
456
Terror
El Marqués de Sade (Klaus Kinski) escribe en la cárcel la historia de Justine (Romina Power) y Juliette (Maria Rohm), dos hermanas adineradas que se encuentran solas e indefensas cuando su padre es forzado a abandonar el país, y su madre muere. Juliette acaba como prostituta, mientras Justine busca abrirse camino en un mundo cruel en el cual todo tipo de locos y pervertidos intentan utilizarla y abusar de ella... (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo el mundo sabe que el director que firma esta película siempre fue un especialista en mezclar terror y erotismo. Lo sorprendente es encontrarnos con la participación de un joven Romina Power (18 años pelados).
El largometraje arranca decentemente, pero pasados unos minutos todo empieza a transcurrir de forma apresurada.
La película se centra en el personaje de Justine, el cual conocerá a todo tipo de personajes que demostrarán que la maldad forma parte del ser humano, pero que también existe algo de bondad, aunque cueste de encontrar. La participación de Jack Palance diríamos que es casi vergonzosa y lo único que logra es que la acción caiga en picado. Romina Power se pasa casi la mayoría del film como dios la trajo al mundo, por ello, su interpretación levantó ampollas en su momento; algunos dijeron que tenía que intentar dar dulzura e inocencia y otros, al contrario, que era totalmente plana. En mi opinión, es correcta y sus miradas a lo largo del film y su forma de moverse la hacen bastante creíble.
La banda sonora es uno de los mayores aciertos con unos temas románticos que ayudan a mostrarnos el personaje de Justine.
Una lástima que el guión no estuviera a la altura y no será porque las localizaciones fueran malas (Barcelona y el Parc Güell, entre otros lugares). Una intersante propuesta que gustará a todos aquellos que busquen un film no muy conocido.
El largometraje arranca decentemente, pero pasados unos minutos todo empieza a transcurrir de forma apresurada.
La película se centra en el personaje de Justine, el cual conocerá a todo tipo de personajes que demostrarán que la maldad forma parte del ser humano, pero que también existe algo de bondad, aunque cueste de encontrar. La participación de Jack Palance diríamos que es casi vergonzosa y lo único que logra es que la acción caiga en picado. Romina Power se pasa casi la mayoría del film como dios la trajo al mundo, por ello, su interpretación levantó ampollas en su momento; algunos dijeron que tenía que intentar dar dulzura e inocencia y otros, al contrario, que era totalmente plana. En mi opinión, es correcta y sus miradas a lo largo del film y su forma de moverse la hacen bastante creíble.
La banda sonora es uno de los mayores aciertos con unos temas románticos que ayudan a mostrarnos el personaje de Justine.
Una lástima que el guión no estuviera a la altura y no será porque las localizaciones fueran malas (Barcelona y el Parc Güell, entre otros lugares). Una intersante propuesta que gustará a todos aquellos que busquen un film no muy conocido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La aparición de Sylvia Koscina es magnífica, pero la muerte en manos de su marido (que es gay, que profesa gran odio por su esposa y que es tremendamente malvado con los heteros) demuestra una enorme crueldad. Pienso que a día de hoy molestaría a muchas personas, pero también demuestra que los homosexuales pueden ser ampliamente crueles con los que no piensan como ellos. Tal es su odio, que marcan a Justine con una M de murderer en medio de sus pechos.