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España España · Corruptown
Voto de Kwisatz:
8
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2013-2018). 6 temporadas. 73 episodios. El implacable y manipulador congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), con la complicidad de su calculadora mujer (Robin Wright), maneja con gran destreza los hilos de poder en Washington. Su intención es ocupar la Secretaría de Estado del nuevo gobierno. Sabe muy bien que los medios de comunicación son vitales para conseguir su propósito, por lo que decide convertirse en la ... [+]
16 de abril de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay personas cuyo único afán en la vida es trepar en la pirámide en pos del poder.

Esta serie es el retrato vital de una de esas personas, Francis Underwood, un hombre hijo de un humilde granjero que lo sacrifica todo, incluido cualquier atisbo de moralidad, para realizar sus ambiciones.

Un personaje jugoso sin duda, perfecto para el lucimiento del grandioso Kevin Spacey, al cual el papel le sienta perfecto.

Ahora bien, de ningún modo hay que obviar a Robin Wright Penn dando vida a su mujer y socia. Un personaje complejo sin duda. La directora de una ONG al comienzo de la serie, una top model de pasillos de congreso inteligente y ambiciosa, que no duda arrimarse a la sombra del poder político para obtener fondos. Está claro que de algún modo hay que conseguir el dinero y en principio se intuyen buenas intenciones… Pero algo chirría en su ética. Y es que ella tampoco es trigo limpio, aunque lo cierto es que al final también es, en cierto modo, una víctima más de Frank, sólo que más voluntariosa.

Tampoco hay que olvidar a la corte de esmerados actores y actrices de reparto que les dan soporte, entre los que me gustaría destacar especialmente a Mahershala Ali (este tipo apunta alto), Michael Kelly, Molly Parker, Lars Mikkelsen y Reg Cathey.

Todos ellos componen un entramado de intereses, traiciones, conspiraciones y componendas varias orquestadas por el propio Frank Underwood en su camino a la Casa Blanca.
La historia que nos cuenta House of Cards no es exactamente apasionante, tiene alguna caída de ritmo notable y ciertos sucesos (sobre todo en las primeras dos temporadas bastante cuestionables y en excesivo dramáticos *spoilers) demasiado efectistas. Sin embargo todo ello queda compensado con escenas verdaderamente brillantes y diálogos con mucha miga.

Y es que a nadie que le interesen los mecanismos del poder entre bambalinas puede dejarle indiferente esta ficción. Cuestiones como el pulso entre el poder político y el poder económico (segunda temporada, Raymond Tusk. Con el que por cierto, no estoy de acuerdo con el vencedor) o las asperezas de las relaciones internacionales donde Frank encuentra la horma de su zapato rusa, son suficientes para mantener el interés.

Sobre la controvertida rotura de la cuarta pared por parte del protagonista, si bien es cierto que en un comienzo es chocante y dota a la actuación de Spacey de un exceso de teatralidad, conforme transcurren los capítulos te acostumbras y hasta agradeces esa complicidad con el espectador. Basta con una de sus miradas a cámara expresando algo como: “Qué os había dicho”, para que se dibuje una sonrisa en el rostro.
Con esto quiero decir que yo sí estaba a favor de ese recurso y ciertamente lo echo en falta en las últimas temporadas.

Y naturalmente antes de acabar, mencionar la excelente cabecera de Jeff Beal. Una con personalidad y que sabe transmitir la sensación de poder que rezuma Washington.

Como reflexión final quizá esta pregunta: ¿Qué es la búsqueda del poder por el poder sino una espiral hacia el vacío? Porque si hay un auténtico misterio en esta serie es saber para qué quieren realmente todo ese poder Frank y Claire.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kwisatz
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