Los 20 primeros minutos dejan muy claro la base principal de la película, es directa, MUY directa. Se muestra la guerra con toda su crueldad, en primeros planos cargados de visceralidad, pero necesarios para conectar de una forma muy intensa con el espectador.

No es una cinta para todos los públicos, incluso por momentos, puede ser incómoda de ver, pero es muy gratificante visionarla, porque llegas hasta el fondo de ella, pues se muestra de forma muy nítida.

Lo que parece un argumento simple, como es la búsqueda de un soldado, se ramifica de mil formas, aportando pequeñas subtramas con cada personaje, que te invitan a conectar con sus motivaciones y los por qué de su existencia, aportando variedad a todo el conjunto.

No es una simple película de guerra e incluso en las escenas de pura violencia, siempre hay un mensaje de fondo que nos invita a ver más allá de los cuerpos tendidos en el suelo. Visualmente es magnífica, reflejando casi a la perfección las zonas de guerra en aquellos años 40. La película no se recarga con efectos imposibles o una banda sonora demasiado extensa. Todo lo que se utiliza tiene un sentido y siempre suma, nunca resta.

Una muy grata experiencia, no apta para todo tipo de amantes del cine, pero que llega, de la forma más natural e intensa posible.