Entrañable, divertida e ingeniosa comedia argentina. Desde el primer momento las situaciones tiene gracia, son originales, y los personajes principales son de una humanidad entrañable. Diálogos y situaciones brillan en muchos momentos, sobre todo gracias al trabajo de unos actores maravillosos, la pareja protagonista y la mujer de uno de ellos. Momentos como la cena en casa del psicólogo resultan antológicos.
En la segunda parte, en que la trama se centra más en la corrupción policial, puede bajar algo el interés, pero aun así sirve para llevarnos hasta el precioso final con los dos amigos a orillas del lago.
Es una película que sin grandes pretensiones consigue alegrarte el día, y hacerte sonreir pensando en ella. Y la prueba clara de que el cine argentino pasa por un buen momento, no solo en dramas sino también con comedias como esta.