Las partículas elementales es la única novela de Houllebeq que he leído hasta el momento. Y creo que es un libro excelente, un plato de difícil digestión, pero que si se disfruta como es debido resulta imposible olvidar.
La más que correcta adaptación que ha hecho Oskar Roehler consigue captar parte del complejo universo del escritor, pero sin la fuerza y la mala leche que Houllebeq imprime a su novela. Aquí todo resulta más sencillo y amable que en la novela. Para quienes hemos leído el libro la película se queda a medio camino.
Olvidando el libro, Las partículas elementales (las de Oskar Roehler) resultan bastante más interesantes que buena parte del cine actual, tratando temas poco a nada comerciales con el punto justo de transgresión y comedimiento. Una película que se mueve entre lo amable y lo vulgar, lo intenso y lo frívolo con agradecible naturalidad.
Y aunque los actores no son los que uno se imaginaba al leer el libro cumplen con gran eficacia. Y las chicas de la película, Gedeck y Potente resultan maravillosas.