Haz click aquí para copiar la URL
España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama. Intriga En 1981, Brian tenía ocho años y estaba sentado en el banquillo durante un partido de la liga juvenil de béisbol. Cinco horas después despierta en el sótano de su casa con una hemorragia nasal y sin recuerdos. Brian moja la cama y tiene pesadillas, también inventa: fue abducido por extraterrestres. Y pasa el tiempo, Brian llega a la adolescencia, torpe, acomplejado y entregado a la causa OVNI, también Neil, su compañero de infancia, se ... [+]
6 de febrero de 2010
Sé el primero en valorar esta crítica
Gregg Araki fue uno de esos directores que surgió durante la década de los noventa en los circuitos del cine más independiente, casi underground en sus primeras películas. Sus películas se adentraban en complejas y enrevesadas relaciones personales de todo tipo en las que la violencia tenía una presencia importante. Pero su presencia en los cines se ha reducido al mínimo en la última década, con solo una película de relevancia, que es precisamente Oscura Inocencia. Que además de su película más ambiciosa posiblemente también sea la mejor.
Oscura inocencia es una película extraña. No es hasta el final cuando nos damos cuenta del verdadero drama al que hemos asistido, y es entonces cuando todo lo visto hasta ese momento adquiere su verdadera importancia.
La película sigue la historia de dos chavales jóvenes totalmente opuestos. De pequeños compartieron colegio pero los años les han distanciado hasta. Uno de ellos es tímido y vive en su propio mundo, convencido de que de niño fue abducido por extraterrestres. El otro vive su juventud de forma salvaje. Es arrogante, sexy y mantiene relaciones sexuales con todos los hombres mayores que puede a cambio de dinero.
El guión se mueve con mucha habilidad entre estos dos personajes y sus respectivas vidas actuales. A su vez salta numerosas veces al pasado, a la infancia de sus dos protagonistas en unos flash-backs tan desconcertantes que no ayudan a encontrar el rumbo a la historia. Quizás ese sea el mayor problema de la historia, que durante buena parte de su duración el espectador no consigue ver hacia donde se dirige todo eso. O mejor dicho, de donde viene todo eso y cual es el origen de la historia que estamos viendo. En cualquier caso la notable dirección de Gregg Araki, mucho más poderosa que en sus trabajos anteriores, y el notable trabajo de sus dos jóvenes actores, Brady Corbett y sobre todo Joseph Gordon-Levitt, consiguen que en ningún momento decaiga el interés hacia lo que nos están contando.
Es solo al final, cuando las vidas de estos dos personajes confluyen en un mismo punto, cuando la película revela su verdadera y dramática naturaleza, y cuando todo lo que hasta entonces nos ha mantenido tan interesados como desconcertados adquiere su dimensión definitiva. Oscura inocencia no es una película fácil en su desarrollo, y menos aun lo es en su conclusión, amarga y descorazonadora, pero es una más que hábil e interesante propuesta de un director que debería prodigarse más en esta línea.
ernesto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow