Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Barfly:
6
Thriller. Drama En Bangkok, el joven Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para tráfico de drogas. Su madre, jefa de una poderosa organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y deseo de venganza, ... [+]
4 de agosto de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí un amigo. El castigo que está sufriendo Only Godofredo Forgives por enloquecidas hordas armadas con palos y antorchas, e indudablemente dirigidas por Pollero y el Gorras, me parece bastante injusto. A mí también me gustó. Moderadamente, pero me gustó. Visualmente es fascinante. Me encanta su estética, su aire nocturno y decadente. En ese sentido es como Drive, pero más enferma, más arisca. Posee una atmósfera siniestra y un aire de incomodidad, un toque disgusting, que a mí me tuvieron en vilo, relativamente, de principio a fin. Nadie va a lanzarse a las calles a comprarse chaquetas, pósters o la banda sonora tras ver esta película, no es la intención de Refrito. Lo que en Drive era romanticismo, aquí es sordidez, desprecio, complejos, autoflagelación. Pero no creo que la jugada le haya salido especialmente mal, excluyendo alguna escena o línea de diálogo algo vergonzante. Seguramente sea la película que más recuerda al inalcanzable Lynch que haya filmado hasta la fecha, junto a la muy superior e infravaloradísima Fear X, donde Rio Ferdinand daba un recital que tiraba de espaldas, por cierto. Y para tender a la abstracción y al delirio, creo que no es muy difícil, argumentalmente, hacer pie hasta el final.

Para terminar, destacar que Joe Ingles, aunque siempre efectivo y magnético, comienza ya a autoparodiarse de una forma flagrante, postulándose sin ningún género de duda a convertirse en el Javier Cámara yanqui, que diría Motta. Aquí está bien, pero sin alardes, ninguno. Aunque, en materia actoral, creo que quien se lleva la palma es la madre, una Kristin Scott Thomas que imprime bastante fuerza y turbiedad a sus escenas.

Y, sí, claro que se podía haber contado en menos tiempo. Pero los 90 minutos me parecen bien. También Straight Story o El Ángel Exteminador podrían haberse condensado en un cortometraje. O El Juicio De Nuremberg en una videoconferencia.

Pero claro, ya empezamos a poner, empezamos a quitar, empezamos a mezclar, empezamos a volvernos locos... y terminamos metiendo las papas en el serranito, coño! Que ahí está el demonio!
Barfly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow