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Voto de TOM REGAN:
10
8,4
10.512
Cine negro. Thriller. Intriga. Drama
En un momento crucial de su vida financiera, Gondo (Toshirô Mifune), un directivo de una importante empresa de zapatos, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado. El rescate exigido es una gran cantidad de dinero, pero Gondo la necesita para cerrar una negociación que le dará el control de la empresa. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2014
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
169/02(07/10/13) Akira Kurosawa muestra con este film que es un maestro del thriller, construyendo una historia sólida donde remanece el cambio social que acontecía en el Japón post-guerra, de cómo el capitalismo más atroz arrasa sin sentimientos, y como las personas integras lo tienen complicado en esta selva de depredadores, exponiendo personajes muy bien delineados que transmiten una fuerte carga emocional.
El escenario es Yokohama, en una modernista vivienda en lo alto de una colina vive el potentado empresario del calzado hecho a sí mismo Kingo Gondo (gran Toshiro Mifune) que pertenece a la Corporación Nacional del Calzado. Una noche Kingo mantiene una tensa reunión con tres ejecutivos de la Corporación que quieren les acompañe en un giro de dirección de la empresa rebajando la calidad de lo que ofrecen, Kingo no está de acuerdo, tiene otros planes, ha hipotecado todo lo que tiene para hacerse con el control del accionariado de la Corporación. Esa misma noche recibe una llamada reclamándole 30 millones de rescate por devolverle a su hijo, , Jun (Toshio Egi), que han secuestrado, la sorpresa viene cuando Kingo descubre que a su vástago no lo han raptado, se han equivocado y se han llevado a Shinichi (Masahiko Shimazu), hijo del chófer, Aiko (Yutaka Sada), que jugaba con Jun. El malhechor se entera de su erro pero no cambia de idea, sigue exigiéndole la plata a Kingo, este es un hombre de honor y de fuertes principios que se ve envuelto en un dilema moral, si paga el rescate se arruinara y no podrá hacer con la empresa, y si no lo hace podrá comporar la Corporación pero el niño morirá destrozando su dignidad humana, su esposa de Kingo, Reiko (buena Kyoko Kagawa) está abatida. La policía comenzará una ardua investigación utilizando todos los medios técnicos del momento, dirigiéndola el Jefe detective Tokura (gran Tatsuya Nakadai).
Los guionistas Hideo Oguni (‘Los 7 Samurais’, ‘Vivir’ o ‘Ran’), Ryûzô Kikushima (‘Perro rabioso’, ‘Trono de sangre’ o ‘Yoyimbo’), Eijirô Hisaita (‘Los Canallas Duermen En Paz’ o ‘El Idiota’) junto A Kurosawa adaptan la novela pulp de Ed McBain (alias de Evan Hunter) ‘High And Low’, el título en japonés es ‘Tengoku To Jigoku’, traducido al castellano como ‘Cielo E Infierno’, alegórico a la grieta social que existe entre el cielo donde está la casa de Kingo y el Infierno, el submundo donde se cuecen las envidias, odios y codicias, fue la única adaptación de una obra estadounidense de AK . El realizador pasa la historia por su particular filtro para acomodarla al entorno nipón, le sirve para arremeter contra la deshumanizadora sociedad de consumo que solo tiene como objetivo enriquecerse, aunque para ello tenga que aprovecharse de los demás. La cinta posee un arranque demoledor con la extraordinaria presentación del carismático protagonista, un tipo que es la esencia de la Nobleza ancestral del Japón, frente a él reflejados los peores vicios y venenos del capitalismo desalmado. AK combina con genialidad el drama, la intriga, el misterio, el policiaco, el suspense, ello tocando temas tan universales como la integridad, la envidia, la dignidad, el egoísmo, el honor, la codicia, el egoísmo, la justicia social. Es una obra moderna que nos coloca en un tiempo en el que las corporaciones son como monstruos con mil cabezas, una sociedad donde los medios de comunicación tienen mucho poder de crear opinión, elementos que hoy día siguen vigentes. Kingo hace que los espectadores nos sumamos en una encrucijada decisiva, que haríamos nosotros en su lugar? Es por la perspicacia del guión, pues si hubiera sido el hijo no habría habido duda, pero al ser otro pone nuestra ética contra la pared, y a la vez, mientras discurre la narración nos preguntamos quien es el tipo que ha organizado el secuestro? Quien odia tanto? Es un desesperanzador retrato de la Condición Humana.
La historia se divide en tres partes, el primer tramo es cuasi-teatral sucede casi todo en el salón de la casa de Kingo, la Mansión en el Cielo de la ciudad, es una radiografía psicológica del protagonista, al principio es un Coloso que por su Integridad empequeñece a los que quieren conminarlo a ganar más dinero a cambio de vender su alma y ofrecer un producto malo al público, para a continuación someterlo a la tortura psicológica de que hacer, Brillantísimo lo de que no sea su hijo, el debate moral se agiganta, las dudas lo acorralan, vemos la amargura del chófer, en este intenso segmento AK demuestra que es un genio brindándonos una profundidad que nos cala, nos involucra, nos enreda en su tormento, nos hace reflexionar sobre que estaríamos dispuestos a hacer nosotros, AK filma con planos generales que nos suman a la acción, dotando de una tremebunda claustrofobia estos minutos, punzante cada llamada del secuestrador, o el momento en que pide que corran las cortinas, sublime. La segunda parte, salimos del Cielo, bajamos al Mundo, Gondo/Mifune se hace a un lado, apenas saldrá ya hasta el epílogo, y llega la Antológica escena del tren, 6 minutos trepidantes de una Maestría rara vez vista en cine, de un ritmo sofocante, con un tempo narrativo sublime, resuelto todo con admirable Ingenio, y comienza la investigación policial para dar con los raptores, el protagonismo lo recoge Jefe Tokura (gran Tatsuya Nakadai), hay un despliegue meticuloso en que AK enseña como la fuerza de muchos unidos puede dar resultados, el detallismo con que somos testigos de la investigación hace nos sintamos uno más, vamos cercando al criminal, cerrando el círculo, hasta que un elemento desbordante de imaginación hace aparición (continua en spoiler por falta de espacio),…
El escenario es Yokohama, en una modernista vivienda en lo alto de una colina vive el potentado empresario del calzado hecho a sí mismo Kingo Gondo (gran Toshiro Mifune) que pertenece a la Corporación Nacional del Calzado. Una noche Kingo mantiene una tensa reunión con tres ejecutivos de la Corporación que quieren les acompañe en un giro de dirección de la empresa rebajando la calidad de lo que ofrecen, Kingo no está de acuerdo, tiene otros planes, ha hipotecado todo lo que tiene para hacerse con el control del accionariado de la Corporación. Esa misma noche recibe una llamada reclamándole 30 millones de rescate por devolverle a su hijo, , Jun (Toshio Egi), que han secuestrado, la sorpresa viene cuando Kingo descubre que a su vástago no lo han raptado, se han equivocado y se han llevado a Shinichi (Masahiko Shimazu), hijo del chófer, Aiko (Yutaka Sada), que jugaba con Jun. El malhechor se entera de su erro pero no cambia de idea, sigue exigiéndole la plata a Kingo, este es un hombre de honor y de fuertes principios que se ve envuelto en un dilema moral, si paga el rescate se arruinara y no podrá hacer con la empresa, y si no lo hace podrá comporar la Corporación pero el niño morirá destrozando su dignidad humana, su esposa de Kingo, Reiko (buena Kyoko Kagawa) está abatida. La policía comenzará una ardua investigación utilizando todos los medios técnicos del momento, dirigiéndola el Jefe detective Tokura (gran Tatsuya Nakadai).
Los guionistas Hideo Oguni (‘Los 7 Samurais’, ‘Vivir’ o ‘Ran’), Ryûzô Kikushima (‘Perro rabioso’, ‘Trono de sangre’ o ‘Yoyimbo’), Eijirô Hisaita (‘Los Canallas Duermen En Paz’ o ‘El Idiota’) junto A Kurosawa adaptan la novela pulp de Ed McBain (alias de Evan Hunter) ‘High And Low’, el título en japonés es ‘Tengoku To Jigoku’, traducido al castellano como ‘Cielo E Infierno’, alegórico a la grieta social que existe entre el cielo donde está la casa de Kingo y el Infierno, el submundo donde se cuecen las envidias, odios y codicias, fue la única adaptación de una obra estadounidense de AK . El realizador pasa la historia por su particular filtro para acomodarla al entorno nipón, le sirve para arremeter contra la deshumanizadora sociedad de consumo que solo tiene como objetivo enriquecerse, aunque para ello tenga que aprovecharse de los demás. La cinta posee un arranque demoledor con la extraordinaria presentación del carismático protagonista, un tipo que es la esencia de la Nobleza ancestral del Japón, frente a él reflejados los peores vicios y venenos del capitalismo desalmado. AK combina con genialidad el drama, la intriga, el misterio, el policiaco, el suspense, ello tocando temas tan universales como la integridad, la envidia, la dignidad, el egoísmo, el honor, la codicia, el egoísmo, la justicia social. Es una obra moderna que nos coloca en un tiempo en el que las corporaciones son como monstruos con mil cabezas, una sociedad donde los medios de comunicación tienen mucho poder de crear opinión, elementos que hoy día siguen vigentes. Kingo hace que los espectadores nos sumamos en una encrucijada decisiva, que haríamos nosotros en su lugar? Es por la perspicacia del guión, pues si hubiera sido el hijo no habría habido duda, pero al ser otro pone nuestra ética contra la pared, y a la vez, mientras discurre la narración nos preguntamos quien es el tipo que ha organizado el secuestro? Quien odia tanto? Es un desesperanzador retrato de la Condición Humana.
La historia se divide en tres partes, el primer tramo es cuasi-teatral sucede casi todo en el salón de la casa de Kingo, la Mansión en el Cielo de la ciudad, es una radiografía psicológica del protagonista, al principio es un Coloso que por su Integridad empequeñece a los que quieren conminarlo a ganar más dinero a cambio de vender su alma y ofrecer un producto malo al público, para a continuación someterlo a la tortura psicológica de que hacer, Brillantísimo lo de que no sea su hijo, el debate moral se agiganta, las dudas lo acorralan, vemos la amargura del chófer, en este intenso segmento AK demuestra que es un genio brindándonos una profundidad que nos cala, nos involucra, nos enreda en su tormento, nos hace reflexionar sobre que estaríamos dispuestos a hacer nosotros, AK filma con planos generales que nos suman a la acción, dotando de una tremebunda claustrofobia estos minutos, punzante cada llamada del secuestrador, o el momento en que pide que corran las cortinas, sublime. La segunda parte, salimos del Cielo, bajamos al Mundo, Gondo/Mifune se hace a un lado, apenas saldrá ya hasta el epílogo, y llega la Antológica escena del tren, 6 minutos trepidantes de una Maestría rara vez vista en cine, de un ritmo sofocante, con un tempo narrativo sublime, resuelto todo con admirable Ingenio, y comienza la investigación policial para dar con los raptores, el protagonismo lo recoge Jefe Tokura (gran Tatsuya Nakadai), hay un despliegue meticuloso en que AK enseña como la fuerza de muchos unidos puede dar resultados, el detallismo con que somos testigos de la investigación hace nos sintamos uno más, vamos cercando al criminal, cerrando el círculo, hasta que un elemento desbordante de imaginación hace aparición (continua en spoiler por falta de espacio),…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
… asistimos a una electrizante escena en que unos polis siguen al chófer que con su hijo intenta dar con el lugar donde estuvo secuestrado, este tramo tiene muchos puntos en común con ‘M’ de Fritz Lang. El tercer tramo tiene que ver con el seguimiento al sospechoso, la historia se sumerge en un microcosmos deprimente en una angustiosa escena en que circulamos por un barrio de yonkis, puede fuera la primera vez se viera algo igual en cine, el descenso al Averno, con un juego de semioscuridad y penumbras Descomunal, creando un clima de irrealidad pesadillesca, estas dos partes destacan por ser un thriller policial noir de una poderosa fuerza narrativa. Por último está su Magnífico Epílogo donde todo cobra sentido (spoiler).
Toshiro Mifune es una Titánica presencia, AK lo exhibe como El Último Japonés, un individualista hecho a sí mismo a fuerza de confiar en lo que hace, es la Honestidad en persona, es la Dignidad, es la Fe en lo que hace, es un Samurai en un mundo corrupto, un ser de una pieza que achica con su energía, ensombrece a los que se le acercan, la pasión y hondura que pone en su rol es fulgurante, AK lo hace desaparecer de escena un buen rato, aún así lo deja entrever en una emocionante escena cuando una vez desposeído de todo lo que tenía, lo vemos una noche mirar con nostalgia un escaparate de zapatos, Mifune esun tipo con un aura especial de carisma. El otro protagonista es Tatsuya Nakadai, es un policía devoto con su trabajo, eficaz, su entrega y obsesión con su labor tienen que ver con su admiración por Kingo, espléndido su actuación. El villano es Tsutomu Yamazaki es un sutil malo malísimo, a pesar de escaso minutaje en pantalla sabe aprovecharlos, teniendo su momento cumbre en el desgarrador epílogo.
El film se apoya en una puesta en escena prodigiosa, con un gran diseño de producción de Yoshirô Muraki (‘Perro Rabioso’, ‘Tora, Tora, Tora’ o ‘Ran’), sabe conjugar el minimalismo de la primera parte con el urbanismo de la segunda, así como una tétrica recreación del barrio yonki, esto ayudado por la gloriosa fotografía en b/n Asakazu Nakai (‘Los 7 Samurais’, ‘Vivir’ o ‘Ran’) y Takao Saitô (‘Barbarroja’, ‘Kagemusha’ o ‘Madadayo’), que sabe transmitir sensaciones, y todo esto envuelto en la turbadora música de Masaru Satô (‘Yoyimbo’, ‘Trono de Sangre’ o ‘La Fortaleza escondida’), canalizadora de emociones.
Kurosawa nos regala uno de los mejores thrillers de la historia del cine, un fresco pesimista de un Japón decadente que pierde el vigor de sus tradiciones de Honor que lo hicieron fuerte, lienzo mordaz sobre la Condición Humana. Kurosawa siembra de detalles la cinta en un compendio de agudeza visual (spoiler) y con frases y diálogos excelentes. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Apoteósica la escena en que en medio de una gloriosa fotografía en b/n aparece en medio de la ciudad una columna de humo rosa, AK utiliza este recurso para enfatizar dramáticamente este hecho conmocionando al espectador por este soberbio ardid visual-emocional. Y luego está su descorazonador epílogo en que Gondo a ver al villano a prisión, este ha sido condenado a muerte y antes de ser ejecutado a pedio ver a su víctima, 4 minutos de una tremebunda intensidad, donde todo cobra sentido, de cómo las desigualdades sociales son el caldo de cultivo para el odio, las envidias, el egoísmo, Grandioso el cara a cara , como Kurosawa juega con el reflejo del cristal para veamos el rostro de uno mientras el otro habla, Magistral.
Toshiro Mifune es una Titánica presencia, AK lo exhibe como El Último Japonés, un individualista hecho a sí mismo a fuerza de confiar en lo que hace, es la Honestidad en persona, es la Dignidad, es la Fe en lo que hace, es un Samurai en un mundo corrupto, un ser de una pieza que achica con su energía, ensombrece a los que se le acercan, la pasión y hondura que pone en su rol es fulgurante, AK lo hace desaparecer de escena un buen rato, aún así lo deja entrever en una emocionante escena cuando una vez desposeído de todo lo que tenía, lo vemos una noche mirar con nostalgia un escaparate de zapatos, Mifune esun tipo con un aura especial de carisma. El otro protagonista es Tatsuya Nakadai, es un policía devoto con su trabajo, eficaz, su entrega y obsesión con su labor tienen que ver con su admiración por Kingo, espléndido su actuación. El villano es Tsutomu Yamazaki es un sutil malo malísimo, a pesar de escaso minutaje en pantalla sabe aprovecharlos, teniendo su momento cumbre en el desgarrador epílogo.
El film se apoya en una puesta en escena prodigiosa, con un gran diseño de producción de Yoshirô Muraki (‘Perro Rabioso’, ‘Tora, Tora, Tora’ o ‘Ran’), sabe conjugar el minimalismo de la primera parte con el urbanismo de la segunda, así como una tétrica recreación del barrio yonki, esto ayudado por la gloriosa fotografía en b/n Asakazu Nakai (‘Los 7 Samurais’, ‘Vivir’ o ‘Ran’) y Takao Saitô (‘Barbarroja’, ‘Kagemusha’ o ‘Madadayo’), que sabe transmitir sensaciones, y todo esto envuelto en la turbadora música de Masaru Satô (‘Yoyimbo’, ‘Trono de Sangre’ o ‘La Fortaleza escondida’), canalizadora de emociones.
Kurosawa nos regala uno de los mejores thrillers de la historia del cine, un fresco pesimista de un Japón decadente que pierde el vigor de sus tradiciones de Honor que lo hicieron fuerte, lienzo mordaz sobre la Condición Humana. Kurosawa siembra de detalles la cinta en un compendio de agudeza visual (spoiler) y con frases y diálogos excelentes. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Apoteósica la escena en que en medio de una gloriosa fotografía en b/n aparece en medio de la ciudad una columna de humo rosa, AK utiliza este recurso para enfatizar dramáticamente este hecho conmocionando al espectador por este soberbio ardid visual-emocional. Y luego está su descorazonador epílogo en que Gondo a ver al villano a prisión, este ha sido condenado a muerte y antes de ser ejecutado a pedio ver a su víctima, 4 minutos de una tremebunda intensidad, donde todo cobra sentido, de cómo las desigualdades sociales son el caldo de cultivo para el odio, las envidias, el egoísmo, Grandioso el cara a cara , como Kurosawa juega con el reflejo del cristal para veamos el rostro de uno mientras el otro habla, Magistral.