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Voto de TOM REGAN:
4
5,9
7.422
Comedia. Romance. Fantástico
Peggy Sue (Kathleen Turner) es una mujer de mediana edad que está deprimida por la reciente separación de su marido (Nicolas Cage). En la fiesta del veinticinco aniversario de su graduación escolar se reúne con sus viejos compañeros de estudios que cuentan cómo les ha ido la vida. Cuando recibe el premio de reina de la fiesta, Peggy sufre un desmayo y misteriosamente despierta en el mismo lugar pero 25 años antes. Sirviéndose de la ... [+]
16 de febrero de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
43/12(12/02/24) Frustrante dramedia fantástica, que tenía a priori alicientes como para esperar algo bueno, como era la dirección de Francis Ford Coppola y el protagonismo de Kathleen Turner, pero que es una obra por encargo (estaba originalmente destinada a ser dirigida por Jonathan Demme, luego pasó a Penny Marshall y finalmente llegó al italoamericano) al cineasta de “El Padrino” parece notarse en la desidia con la que está realizada, de modo impersonal, primando lo liso, sin arriesgar lo más mínimo. La película fue escrita por el matrimonio primerizo en la materia Jerry Leichtling y Arlene Sarner (“Las cosas que nunca mueren”), para un relato con claros efluvios a querer recoger los rescoldos del éxito del año anterior “Regreso al futuro”, para una historia de viaje desde el presente al pasado de los 60, para una historia de segundas oportunidades, pero en su tránsito carece de inventiva, de chispa alguna, discurre de forma ramplona, con un humor sin gracia, con un drama que nunca emociona, con actuaciones entre nulas y chuscas, ejemplo de esto último es la del insoportable sobrinísimo de Francis, el histrión mayor del reino Nicolas Cage (Nombre real Nicolas Coppola), estando en el plantel otro elemento del nepotismo coppoliano en la figura de la posterior directora de “Lost in traslation”, Sofia Coppola. Sorprende que el creador de las majestuosas “El Padrino”, “La Conversación”, “El padrino II” y “Apocalypse Now” haga esta nadería, obra de una ligereza tan esponjosa como insípida. Todo se traduce en una cinta que acaba siendo tediosa, con un giro final que da hasta grima en como todo parece querer resolverse a través de una logia de ancianos grotesca, y finaliza de modo más plano que un folio.
En 1985, Peggy Sue Bodell (cumple sin alardes la Turner) asiste a su reunión de 25 años de secundaria, acompañada por su hija Beth (desaprovechada Helen Hunt), en lugar de por su esposo, Charlie (horrendo Cage), quien era su novio de la secundaria. Ella y Charlie se casaron justo después de graduarse cuando Peggy Sue quedó embarazada, pero recientemente se separaron debido a la infidelidad de Charlie. En la reunión, Peggy se reencuentra con sus antiguas amigas de la secundaria, Maddy (crimen cinéfilo no darle chicha a esta genial actriz Joan Allen) y Carol (inane Catherine Hicks). Ella ignora a Charlie cuando él llega inesperadamente. Luego, el maestro de ceremonias anuncia al “rey y la reina” de la reunión: Richard Norvik (cumplidor a secas Barry Miller), el ex geek de la clase que ahora es un inventor multimillonario, y Peggy Sue. Abrumada, se desmaya en el escenario mientras la coronan. Peggy Sue despierta, sólo que estamos en 1960, su último año de secundaria. Confundida y desorientada, decide volver a casa con sus padres y actuar como si todo fuera normal. Con la esperanza de que Richard Norvik pueda arrojar luz sobre su situación, se hace amiga de él y le cuenta lo sucedido. Tiene importancia un compañero solitario taciturno compañero de Peggy, Michael Fitzsimmons (correctito Kevin J. O'Connor), un solitario artístico con quien siempre deseó haberse acostado.
El dilema existencial que sufre Peggy sobre si puede tomar una vida alternativa me ha resultado abordado de modo plúmbeo. Nada me mueve a empatizar con estos seres acartonados que se comportan como idiotas. Aparte queda lo de la licencia que debes implementar de tener que creerte a estas personas talluditas metidos en cerca de la cuarentena como poco más que adolescentes impúberes.
En 1985, Peggy Sue Bodell (cumple sin alardes la Turner) asiste a su reunión de 25 años de secundaria, acompañada por su hija Beth (desaprovechada Helen Hunt), en lugar de por su esposo, Charlie (horrendo Cage), quien era su novio de la secundaria. Ella y Charlie se casaron justo después de graduarse cuando Peggy Sue quedó embarazada, pero recientemente se separaron debido a la infidelidad de Charlie. En la reunión, Peggy se reencuentra con sus antiguas amigas de la secundaria, Maddy (crimen cinéfilo no darle chicha a esta genial actriz Joan Allen) y Carol (inane Catherine Hicks). Ella ignora a Charlie cuando él llega inesperadamente. Luego, el maestro de ceremonias anuncia al “rey y la reina” de la reunión: Richard Norvik (cumplidor a secas Barry Miller), el ex geek de la clase que ahora es un inventor multimillonario, y Peggy Sue. Abrumada, se desmaya en el escenario mientras la coronan. Peggy Sue despierta, sólo que estamos en 1960, su último año de secundaria. Confundida y desorientada, decide volver a casa con sus padres y actuar como si todo fuera normal. Con la esperanza de que Richard Norvik pueda arrojar luz sobre su situación, se hace amiga de él y le cuenta lo sucedido. Tiene importancia un compañero solitario taciturno compañero de Peggy, Michael Fitzsimmons (correctito Kevin J. O'Connor), un solitario artístico con quien siempre deseó haberse acostado.
El dilema existencial que sufre Peggy sobre si puede tomar una vida alternativa me ha resultado abordado de modo plúmbeo. Nada me mueve a empatizar con estos seres acartonados que se comportan como idiotas. Aparte queda lo de la licencia que debes implementar de tener que creerte a estas personas talluditas metidos en cerca de la cuarentena como poco más que adolescentes impúberes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Rush final: Peggy se despide de Richard, afirma que quiere dejar de arruinar su vida y la de todos a su alrededor, especialmente la de Charlie, ya que la razón por la que dejó de cantar es porque ella quedó embarazada. Richard le propone matrimonio, pero ella lo rechaza porque no quiere casarse tan joven ni arruinar su futuro. Peggy Sue visita a sus abuelos en su cumpleaños número 18. Al enterarse de que su abuela es psíquica, les cuenta su historia. Su abuelo la lleva a su logia masónica, donde los miembros realizan un ritual para devolverla a 1985. Charlie entra a la logia y, cuando se apagan las luces, la recoge y sale corriendo con Peggy Sue, dejando a todos los que estaban dentro creyendo que el ritual funcionó. Charlie le dice que ha dejado de cantar y que le han dado el 10% del negocio familiar. Luego le propone matrimonio y le entrega el relicario que llevaba al comienzo de la película. Ella mira hacia adentro y ve fotografías de ella y Charlie cuando eran bebés, que se parecen a sus hijos. Peggy Sue se da cuenta de que se aman. Tienen relaciones sexuales, lo que demuestra que ella volvería a tomar las mismas decisiones. Peggy Sue despierta en un hospital allá por 1985, con Charlie a su lado. Charlie le muestra a Peggy Sue el libro que Michael ha escrito con la dedicatoria "A Peggy Sue y una noche estrellada" (lo que indica que Peggy posiblemente viajó en el tiempo). Charlie lamenta profundamente su infidelidad y quiere recuperarla. Peggy Sue recuerda que su abuelo le dijo: "Es el strudel de tu abuela lo que mantiene unida a esta familia", así que invita a Charlie a cenar y le dice: "Haré un strudel".
Film nominado a tres premios de la Academia: Mejor Actriz (Turner), Mejor Fotografía y Mejor Diseño de Vestuario.
El título de la película y el nombre del personaje principal hacen referencia a la canción homónima de Buddy Holly de 1959, que se reproduce sobre los créditos iniciales de la película.
Bien parece que Coppola no estaba interesado en poner de su parte en la peli, y se nota demasiado. Gloria Ucrania!!!
Film nominado a tres premios de la Academia: Mejor Actriz (Turner), Mejor Fotografía y Mejor Diseño de Vestuario.
El título de la película y el nombre del personaje principal hacen referencia a la canción homónima de Buddy Holly de 1959, que se reproduce sobre los créditos iniciales de la película.
Bien parece que Coppola no estaba interesado en poner de su parte en la peli, y se nota demasiado. Gloria Ucrania!!!