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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama Ésta es la historia de un líder guerrero, involucrado en una guerra y que se propone reconstruir la relación con su esposa. Se trata de una de las tragedias más importantes de la literatura. Adaptación de la obra de William Shakespeare. (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
82/02(03/05/16) El cineasta australiano Justin Kurzel en su segundo largo se atreve con buenos aciertos con el autor más llevado a la gran pantalla (más de mil), el bardo de Avon, William Shakespeare y su más violenta y tortuosa obra “Macbeth”, deja impronta de realizador a seguir, con concepto estético arrollador, maneja de modo punzante la intensidad, con formidable dirección de actores, pero en su debe le falta equilibrio narrativo para fluya mejor la historia. Gran problema con estas adaptaciones que ya se sabe lo que va a pasar todo resulta previsible, la capacidad de sorprender se reduce bastante, queda en el modo de contarlo, en la presentación, o en las actuaciones. Guión de Todd Lousio (“Gracias por fumar”), Jacob Koskoff, y Michael Lesslie se basa de modo fiel en el relato del genial autor inglés, las alteraciones reseñables son el añadido de un hijo muerto de los Macbeth, aparente motor de parte de los violentos acontecimientos, asimismo las 3 brujas pasan a ser 5personas, en realidad la representación de las etapas de la vida; una anciana, una mujer de mediana edad, una joven, una niña y un bebe, además son ellas las que se allegan a Macbeth, surgiendo cuasi-oníricamente entre la niebla tras la batalla.

Film potente visual y sensorialmente, con eminentemente fuerza de reflexión, con secuencias de un exacerbado lirismo, construyendo el realizador a partir de la inteligente utilización de los paisajes (agrestes, nevados, fríos), un relato sombrío, sórdido, lúgubre, cercando a sus personajes en ambientes opresivos, contratando con la infinitud de los paisajes, aunque envueltos estos en enigmáticas e intrigantes nieblas. La clásica historia sobre la ambición desmedida, el afán de poder, la codicia desmedida, la traición, el crimen, el sentirse arrastrado por una fuerza del destino hacia el mal, la manipulación, la sed de venganza, la obsesión enfermiza, y sobre todo el poder autodestructivo de los demonios interiores. Posee el pilar dramático más sólido en la historia de Shakespeare, muy respetada en sus diálogos, escritos para el teatro, esto tiene sus virtudes y sus defectos, virtudes porque si son bien expuestos quedan como una gran elegía de la interpretación, pero para el formato cine pueden hacer denso el desarrollo de la cinta, al ser muy metafóricos y crípticos, acentuado esto en unos monólogos que por separado son de una potencia emocional indiscutible pero orgánicamente espesan la acción, llegando a alejar al espectador, sobre todo como casi todos sabemos hacia dónde vamos.

Kurzel ha querido hacer una miscelánea de géneros para intentar abrir al público la obra, ha indagado en el género bélico con batallas y enfrentamientos cruentos, en el thriller de intriga con el plan y posterior magnicidio, recreado con gran veracidad, en el de acción, con varios enfrentamientos de luchas, en el de terror, con las brujas o la persecución por el bosque de la familia Macduff y su posterior hoguera quemarlos, y sobre todo en el género dramático psicológico, con el descenso a los infiernos de matrimonio Macbeth, la caída irremediable en la demencia, sus obsesiones le devoran, en una evolución muy bien evolucionada. Mezclando los tonos no siempre hay buen equilibrio, la intensidad a veces se les va de las manos, haciendo excesivos subrayado sobre lo ya expuesto, aunque en sus picos de valor es excelsa.

Hay en el film un sutil enfoque sobre unir paganismo y maldad, las brujas representan el druidismo celta, la superstición, la barbarie, en la que parece haberse arrojado Macbeth en su huida violenta hacia el poder, esto contrastado por el cristianismo que representan las fuerzas inglesas que vienen a salvar a Escocia de este pagano y tirano monarca, donde Lady Macbeth parce haber encontrado la expiación a sus pecados en una capilla teniendo que expiarlos (según ella) con la muerte.

Michael Fassbender realiza una actuación espectacular, se mimetiza con su personaje, lo hace suyo, se apodera de él, transmite su arco de desarrollo con una potencia y carisma formidables, aporta intensidad, magnetismo, poderío, ira, desazón, zozobra, obsesión, ello dejando entrever grietas de fragilidad interna, su tortura mental, su desbocada ambición alimentada por el veneno de las premoniciones de las brujas, ello lo emite con furia, con oscuridad psicológica, con un sublime dominio de la mirada, del lenguaje gestual, fenomenal. Marion Cotillard encarna a Lady Macbeth con pasión, con dosis sutil de manipulación, con elegancia, con belleza turbadora, con sobriedad y contención, con una oralidad profunda, destilando ingenio, en un desarrollo en que quizás le perjudica que debería haber aparecido más para ser más orgánica su caída psicológica en la culpa, emitiendo gran melancolía. Entre Cotillard y Fassbender surge una extraña química, se compenetran, sibilino el momento del sexo mientras planean el asesinato. El resto del reparto cumple notablemente, destacando a un sean Harris como Macduff que dota de visceralidad indómita a su vengativo rol.

La puesta en escena es uno de sus fornidos pilares, con exultante diseño de producción de Fiona Crombie (“Snowtown”), rodando en la isla de Skye, en sus agrestes y fríos páramos de Sligachan (Escocia), en el hermoso Bamburgh Castle, como residencia de Macbeth, y el interior de la misma, y donde se corona es la suntuosa Catedral de Ely en Cambridgeshire, y en Hankley Common en Surrey (Inglaterra), realzados los lugares por la apabullante fotografía de Adam Arkapaw (“Animal kingdom”), recreándose en los bellos paisajes naturales, montañas nevadas, sus playas, y en el (supuesto) interior del palacio, edificando un microcosmos gélido, sórdido, yermo, con profusa e inquietante niebla, jugando con el amenazante humo y las tonalidades rojas (para simbolizar la sangre y la muerte), con los claroscuros, con los patinados blancos (símbolo de pureza), ocres, amarillentos dorados (símbolo de poder), a modo de expresar emociones,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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