Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Thriller. Acción Carlos, ejecutivo de banca, comienza su rutinaria mañana llevando a sus hijos al colegio. Cuando arranca el coche, recibe una llamada anónima que le anuncia que tiene una bomba debajo del asiento y que dispone apenas de unas horas para reunir una elevada cantidad de dinero; si no lo consigue, su coche volará por los aires. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2016
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
173/12(17/09/16) El gallego Dani de la Torre debuta en un largometraje dejando destellos de realizador con pulso para montar thriller s de acción, para crear atmósferas opresivas, para desplegar una corriente neurálgica por el metraje, la lástima es que todo esto está al servicio de un guión, el de Alberto Marini (“El maquinista” o “Mientras duermes”), que parte de una sugerente premisa (que no original), pero que en su desarrollo no sabe introducir ideas que sepan evolucionar rítmicamente el relato, estancádnosle cada dos por tres en situaciones que se convierten en bucles constantes, con diálogos reiterativos, con multitud de trampas-agujeros argumentales, a lo que se añade un trabajo actoral que no te motiva a emocionar, provocando que te da igual lo que les pase a los pasajeros de este BMW explosivo. El guionista influenciado notoriamente por el cine de acción y suspense estadounidense del que es este un cruce bastardo entre “Speed2 (1994) y “La última llamada” (2002), y a la vez todos estos inspirados en Hitchcock y como este gustaba de autoimponerse hándicaps de escenarios opresivos, como “Náufragos”, “La soga” o “La ventana indiscreta”, en este film patrio se intenta dar una patina propia incorporando un mensaje de denuncia social sobre la malicia de los bancos.

La trama tiene su punto de atracción en ver como un film hispano coge elementos inherentes al Hollywood de block-busters y los filtra, el realizador consigue transmitir cierta emoción, algunos puntos de tensión, acompañado de un buen apartado técnico, manejando con brío la acción, la edición y el ritmo, con una ágil puesta en escena, destacando la luminosa y vibrante fotografía de Josu Incháustegui (“Lucia y el sexo”, “Ágora” o “Mar adentro”), con preciosas tomas de la rocosa costa gallega, del urbanismo callejero, y sobre todo por el fascinante (aunque hueco de contenido) plano secuencia presentación de un personaje parece tendrá peso en la trama (y al final no), además tratando temas como las complicadas relaciones familiares, la venganza, el egoísmo, o el peso del pasado. Pero (empiezan los peros) todo esto tratado de modo superficial, liviano, huero, y es que sus defectos son muchos: La construcción de personajes resulta plúmbea, esbozos con los que nunca empatizaremos, como el subrayado rancio de que no presta mucha atención a su esposa e hijos; actuaciones que van de lo voluntarioso (Luis Tosar), pasando por lo inane (Javier Gutiérrez, con lo buen actor que es), llegando a lo histriónico-insoportable (los hijos del protagonista, se lleva la palma la grimante chica), falta un mínimo de carisma en alguno; donde debía haber sensación de claustrofobia hay la nada, no se infunde en el espectador el agobio y asfixia requerida de la situación; el metraje se alarga en demasía, provocando sensación de ir hacia ningún lado, esto queda atomizado a partir que se destapa el malo malísimo; Los policías (por mucho que nos presenten con un espectacular plano-secuencia a Elvira Minguez; luego desaprovechada) resultan de lo más inútiles, unas caricaturas penosas; su contenido de denuncia social me queda impostado, ajado, y muy simplista, demagógico, hecho para el aplauso fácil, y quizás para provocar un debate vacío, sostenido además por unos personajes delineados de formación que no te crees su sufrimiento forzado; lo de la persecución en una ciudad española con un helicóptero entrando en una plaza pública es pasarse tres pueblos, por muy efectista que sea; algunos diálogos resultan de lo más repetitivo (ej. “...que me des mi dinero”); algunas situaciones dentro del coche se pasan de rosca en cuanto a sobreactuación, con gritos, pataleos, llantos histéricos, alejándonos de lo creíble; se suman giros de guión pretendidamente sorpresivos que lo que provocan es distancia con el espectador por lo absurdo; hay más que coloco en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow