240/40(24/06/21) Atractivo film épico soviético, que fue compara en la súper producción que es y por relatar un melodrama con el trasfondo de los cambios políticos de una nación con “Lo que el viento se llevó”, en este caso en Rusia. Dirigida por Sergei Gerasimov, guioniza la novela homónima de 1928 del Premio Nobel de Literatura de 1965 Mikhail Sholokhov, que divide en tres partes que suman 330 minutos (5 horas y media), las dos primeras partes de la película se estrenaron en octubre de 1957 y la tercera parte final en 1958. Abarcan 10 años (1912-1922), centrándose en la región que también conocía Sholokhov (allí nació), la del Rio Don con sus orgullosos cosacos caracterizados por el flequillo rizado y sus bigotes. Pasaremos por la historia a través de la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial, la revolución de febrero del 17, la abortada intentona golpista de Kornilov contra el gobierno de Kerenski, el triunfo de los bolcheviques en octubre, la subsiguiente rebelión de los cosacos que querían la independencia, pero sin los soviets, la guerra civil ente los Blancos y Rojos, y finalmente la descomposición del Ejército del Don, con los ideales desmoronados de los cosacos del Don. Teniendo como protagonista al cosaco Grigori Melekhov al que da vida un soberbio Gregory Melehoff, descrito por el director como "un hombre sin camino, condenado por la historia". Sumando las sugerentes interpretaciones de Pyotr Glebol, Elyna Bystritscaya o Zinaida Kiriyenko; hay una gran labor en la cinematografía de Vladimir Rapoport (“La Joven Guardia”), filmado de modo formidable las sensacionales escenas de cargas de caballería, así como los subsiguientes combates, cargados de realismo, donde se manejan centenares de extras. Y todo esto adornado por la hermosa música de Yuri Levitin (“Zhuravushka”), creando entre todos estos elementos una honda inmersión en el tiempo y lugar.

Parte 1: Antes de la Primera Guerra Mundial, la forma de vida, las vidas y los amores del pueblo rural cosaco.El joven cosaco Grigori Melekhov está enamorado de una mujer cosaca casada llamada Aksinya Astakhova (gran Elina Bystritskaya) y ella le corresponde, pero quienes lo rodean están en contra, considerándola una unión vergonzosa. La situación se agrava después del regreso del esposo de Aksinya del entrenamiento militar, y el esposo golpea a su esposa. Grigori se casa por matrimonio acordado por su padre con otra mujer, Natalia Korshunova (conovedora Zinaida Kirienko). Grigori y Aksinya deciden huir de sus familias, pero su nueva vida se ve truncada por el comienzo de la guerra mundial; En esta parte se nos presenta los personajes, la situación, el entorno, las costumbres cosacas, así como se despliega con fuerza un melodrama romántico duro, marcado por el modo humanista de exponerlo, donde los personajes se comportan de modo falible, derrochando humanidad y debilidades, donde el machismo impera en consonancia con el tiempo y la cultura. Aun así mujer deja ver ssu carácter florero.

Parte 2: Movilización, Gran Guerra Mundial, derrota. 1916, Oficiales rusos en un dugout están jugando a las cartas y discutiendo la guerra bajo el lejano rugido de los cañonazos. Sus soldados están leen panfletos contra la guerra. Tras un parón de la guerra, de regreso a casa, en una reunión de los aldeanos, anuncian la destitución del emperador Nicolás II y la transferencia del poder al Comité Provisional de la Duma Estatal. La discordia surge entre los cosacos. La última parte de la película trata sobre la revolución y la guerra civil que siguió. Ello en una entrega en que vemos la inseguridad del los que mandan, los constantes cambios de poder, donde las lealtades son volubles.

Parte 3: El fin de la Primera Guerra Mundial, revolución, caos, guerra civil, suerte cambiante, Victoria bolchevique. La turbulencia de la vida cosaca durante este tiempo. Arranca conGrigori en la granja Tatarsky con el telón de fondo de árboles en flor, escuchando los gritos de su esposa Natalya. En un abrevadero junto al río, se encuentra con Aksinya con baldes y admite en voz alta que no puede sacarla de su corazón.

En el centro de toda esta convulsa historia de cambios revolucionarios constantes está una conmovedora historia de amor, entre Grigori y Aksiniya, es la que hace avanzar la narración en sus vaivenes, sus tiranteces, sus desavenencias, sus reencuentros; Abriendo un poco el foco está el homenaje a los cosacos, gentes campesinas, trabajadores, orgullosos, con una cultura propia que intentan defender su libertad ante las presiones de los poderes de fuera; Si seguimos abriendo está la febril situación de la más grande la Tierra, Rusia. Donde asistimos de vez en cuando a conversaciones-discusiones sobre qué rumbo es el adecuado, que si partidarios del Zar, que si de Kerenski, que si de Lenin, que si de los Blancos, sobre las diferentes facciones que van tomando el poder, sobre cuál es el bando adecuado para los cosacos, pero en realidad no se entra mucho en que ofrecen unos y otros, más bien parece algo tribal, de adhesiones inquebrantables cual dogmas religiosos. En este sentido llama la atención el encaramiento del comunismo por parte de la película, nunca son vistos como los buenos, más bien como invasores, extrañándome que la censura soviética no ensalzara propagandísticamente su bolchevismo en una obra de gran presupuesto.

Es una clásica cuasi-telenovela, en el mejor sentido de la palabra como lo es “Guerra y Paz”, donde la tragedia humana se entrelaza a las tragedias de una nación convulsa, con personajes muy humanos en sus debilidades humanas, donde no hay buenos, ni malos, todos intentan sobre vivir en este nuevo mundo que germina sobre las cenizas del anterior. Cine que deja fluir los personajes, con serenidad, en algunos tramos con lentitud, ello en un entorno que marca a las vidas, y donde todo desemboca en un rush final emocionante (spoiler), y que te deja un buen sabor de boca cinéfilo.