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Voto de TOM REGAN:
6
6,6
10.845
Western. Romance
Intentando huir de su pasado, Charley Waite, Boss Spearman "Button" y Mose Harrison conducen ganado por las grandes praderas. Sus ideales son la justicia y la lealtad y procuran por todos los medios evitar la violencia. Pero su visita a Harmonville, una ciudad fronteriza dominada por un poderoso y despótico ranchero a cuyo servicio trabaja el corrupto sheriff local, cambiará sus vidas y los obligará a utilizar las armas en una desigual batalla. (FILMAFFINITY) [+]
1 de setiembre de 2023
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236/24(25/08/23) Con motivo del 20 aniversario del estreno (11/08/2003) de este western lo he revisionado, y me he encontrado con un film entretenidillo, con tono clásico, pero faltándole ritmo, se estira demasiado para lo poco que cuenta. Dirigida y coproducida por Kevin Costner en su tercera realización (tras su exitosa “Bailando con lobos”, y su fracaso con la postapocalíptica “Mensajero del futuro”), escrita por Craig Storper, basada en la novela "The Open Range Men" (1990) de Lauran Paine, protagonizada por Robert Duvall y Costner, con Annette Bening, Michael Gambon y Michael Jeter aparecen en papeles secundarios. Fue la última aparición en pantalla de Jeter, murió antes de su estreno, la película está dedicada a la memoria de Jeter, así como a los padres de Costner, Bill y Sharon. El guionista Craig Storper quería hacer una película sobre la evolución de la violencia en Occidente, Storper: "Estos personajes no buscan la violencia... Pero la noción de que a veces es necesaria... es el ideal fundamental del western". Es una historia muy simple de Buenos vs Malos, sin giros, sin dilemas morales, todo directo, donde los buenos buscan venganza por una muerte, y como no, los Malos son la especie de Goliat con todo a su favor, con muchos a su favor, y los Buenos son el David, solo dos. Pero este desarrollo sencillo hablándonos, de la amistad, del sentido del deber, de la venganza, de la justicia, y todo ello en un nivel superficial, es estirado hasta los alargadísimos 142 minutos, con situaciones que resultan algo iteradas, así como se añade un romance bastante innecesario, aportando este entre poco y nada al núcleo de la historia.
Costner no inventa nada con esta historia, no arriesga en los márgenes, se atiene a una realización académica, los protagonistas son estereotipos sin apenas matices, personajes nobles, disfrutan de la libertad de la vida de vaqueros, tomando el director ‘prestado’ de muchos clásicos del género, hay del Eastwood de “Infierno de cobardes” con ese pueblo cobarde ante las vejaciones del Malo y sus sicarios, esto también de “Solo ante el peligro”, de “El Jinete Pálido”, por esos tipos que viene al pueblo a liberarlo de su yugo, de “Sin perdón” con ese protagonista que había intentado huir de su violento pasado y debe volver a él, de aquí incluso copian las secuencias de lluvia, hay cosas de la hawksiana “Rio Bravo”, incluso tenemos a emulo de Walter Brennan en Michael Jetter.
Charley Waite (Kevin Costner) y Boss Spearman (Robert Duvall) son freerangers en 1880, vaqueros que pastan su ganado por todo el país, siguiendo el buen tiempo, viviendo en las praderas. Un día, en algún lugar de Montana, son atacados por una banda de ladrones y viajan al pueblo más cercano en busca de ayuda. Se avecinan tiempos difíciles. En Harmonville, donde se desarrolla el resto de la película, deben enfrentarse al ranchero inmigrante irlandés interpretado por Michael Gambon, hombre sin sentido moral. Reúne pocas palabras para decir lo que piensa, pero nadie habla mucho en Open Range. "Algunas cosas corroen a un hombre peor que morir", dice Duvall, enigmáticamente, refiriéndose presumiblemente a una vida sin honor ni héroes.
Tiene su fuerza en su atractiva ambientación. La película fue filmada en localizaciones de la Reserva India Stoney en Alberta (Canadá). Con praderas verdes fulgente, ríos caudalosos, valles infinitos, poéticos cielos nublados, exhalando aires de libertad, filtrado por la bella fotografía de James Muro (con quien Costner ya había trabajado con éxito en “Bailando con Lobos”) que enaltece los lares, y en la segunda en un pueblo, moviéndose mayormente en la noche y bajo una copiosa lluvia que da un aire inquietante; Tenemos una entrañable relación (10 años llevan juntos) entre los dos protagonistas Charley y Boss, la clásica camaradería entre el veterano y el más joven, sin sorpresas, pero con algunos notables diálogos que los hacen gráciles, con momentos deliciosos en sus muy naturales conversaciones, con mucho de filosofía de vida, con humor (el running-gag de que ningunos sepa el verdadero nombre del otro) confrontando su modo de afrontar los nubarrones que se cierne n sobre ellos, donde la forma de la violencia destilando entre los dos actores una gran química; Tenemos precisamente a un homérico Robert Duvall sentando cátedra con un carisma que desborda la pantalla, personaje crepuscular. Tipo reflexivo, no reniega de la violencia como defensa a las ofensas, pero tampoco es de regodearse con ella, distingue en lo justo y la venganza posee unos valores rígidos ("Las vacas son una cosa, pero que un hombre le diga a otro dónde puede ir en este país es otra"). Es el mentor de Charley, incluso actúa de ‘celestina’ cuando le conmina a volver a despedirse de Sue: "Ella tiene derecho a algo más que tu trasero, marcharse". Robert Duvall era el único actor que Costner tenía en mente para el papel de Boss Spearman. Costner dijo que si Duvall hubiera rechazado el papel, tal vez no habría hecho la película. Duvall aceptó el papel de inmediato y Costner le dio la mejor valoración. Duvall fue derribado de un caballo y se rompió seis costillas mientras practicaba su equitación para este papel; Charley es un tipo con un pasado que ha intentado tapar con años de vaquero pacífico junto a Boss, pero el presente le hace desempolvar su lado salvaje con el que ‘disfrutó’ en la Guerra Civil. Kevin Costner lo dota de empaque, sobrio, creíble en su rol, tipo decidido dudas en sus acciones, expeditivo (“No tengo ningún problema con matar, jefe. Nunca lo he tenido”; "Hoy aquí van a matar hombres y yo los mataré"). Incisivo cuando cuenta a Boss cómo cree que se comportaran los sicarios de Baxter cuando empiece la balacera, quien disparará primero, quien se quedará helado, quien correrá. Aunque toda la relación con Sue Barlow (Annette Bening) me resulta harto artificiosa;... (sigop en spoiler)
Costner no inventa nada con esta historia, no arriesga en los márgenes, se atiene a una realización académica, los protagonistas son estereotipos sin apenas matices, personajes nobles, disfrutan de la libertad de la vida de vaqueros, tomando el director ‘prestado’ de muchos clásicos del género, hay del Eastwood de “Infierno de cobardes” con ese pueblo cobarde ante las vejaciones del Malo y sus sicarios, esto también de “Solo ante el peligro”, de “El Jinete Pálido”, por esos tipos que viene al pueblo a liberarlo de su yugo, de “Sin perdón” con ese protagonista que había intentado huir de su violento pasado y debe volver a él, de aquí incluso copian las secuencias de lluvia, hay cosas de la hawksiana “Rio Bravo”, incluso tenemos a emulo de Walter Brennan en Michael Jetter.
Charley Waite (Kevin Costner) y Boss Spearman (Robert Duvall) son freerangers en 1880, vaqueros que pastan su ganado por todo el país, siguiendo el buen tiempo, viviendo en las praderas. Un día, en algún lugar de Montana, son atacados por una banda de ladrones y viajan al pueblo más cercano en busca de ayuda. Se avecinan tiempos difíciles. En Harmonville, donde se desarrolla el resto de la película, deben enfrentarse al ranchero inmigrante irlandés interpretado por Michael Gambon, hombre sin sentido moral. Reúne pocas palabras para decir lo que piensa, pero nadie habla mucho en Open Range. "Algunas cosas corroen a un hombre peor que morir", dice Duvall, enigmáticamente, refiriéndose presumiblemente a una vida sin honor ni héroes.
Tiene su fuerza en su atractiva ambientación. La película fue filmada en localizaciones de la Reserva India Stoney en Alberta (Canadá). Con praderas verdes fulgente, ríos caudalosos, valles infinitos, poéticos cielos nublados, exhalando aires de libertad, filtrado por la bella fotografía de James Muro (con quien Costner ya había trabajado con éxito en “Bailando con Lobos”) que enaltece los lares, y en la segunda en un pueblo, moviéndose mayormente en la noche y bajo una copiosa lluvia que da un aire inquietante; Tenemos una entrañable relación (10 años llevan juntos) entre los dos protagonistas Charley y Boss, la clásica camaradería entre el veterano y el más joven, sin sorpresas, pero con algunos notables diálogos que los hacen gráciles, con momentos deliciosos en sus muy naturales conversaciones, con mucho de filosofía de vida, con humor (el running-gag de que ningunos sepa el verdadero nombre del otro) confrontando su modo de afrontar los nubarrones que se cierne n sobre ellos, donde la forma de la violencia destilando entre los dos actores una gran química; Tenemos precisamente a un homérico Robert Duvall sentando cátedra con un carisma que desborda la pantalla, personaje crepuscular. Tipo reflexivo, no reniega de la violencia como defensa a las ofensas, pero tampoco es de regodearse con ella, distingue en lo justo y la venganza posee unos valores rígidos ("Las vacas son una cosa, pero que un hombre le diga a otro dónde puede ir en este país es otra"). Es el mentor de Charley, incluso actúa de ‘celestina’ cuando le conmina a volver a despedirse de Sue: "Ella tiene derecho a algo más que tu trasero, marcharse". Robert Duvall era el único actor que Costner tenía en mente para el papel de Boss Spearman. Costner dijo que si Duvall hubiera rechazado el papel, tal vez no habría hecho la película. Duvall aceptó el papel de inmediato y Costner le dio la mejor valoración. Duvall fue derribado de un caballo y se rompió seis costillas mientras practicaba su equitación para este papel; Charley es un tipo con un pasado que ha intentado tapar con años de vaquero pacífico junto a Boss, pero el presente le hace desempolvar su lado salvaje con el que ‘disfrutó’ en la Guerra Civil. Kevin Costner lo dota de empaque, sobrio, creíble en su rol, tipo decidido dudas en sus acciones, expeditivo (“No tengo ningún problema con matar, jefe. Nunca lo he tenido”; "Hoy aquí van a matar hombres y yo los mataré"). Incisivo cuando cuenta a Boss cómo cree que se comportaran los sicarios de Baxter cuando empiece la balacera, quien disparará primero, quien se quedará helado, quien correrá. Aunque toda la relación con Sue Barlow (Annette Bening) me resulta harto artificiosa;... (sigop en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
…Y es que la Benning tiene la triste papeleta de un rol condescendiente, blandengue, almibarado, cumple bien la actriz, pero su personaje es muy arquetípico, muy acartonado.
Las sub historias se mecen entre la eterna guerra del oeste entre ganaderos y granjeros; tenemos a un protagonista que intenta huir de su pasado, pero este le alcanza; tenemos un amor maduro que simboliza un posible cambio de vida; tenemos la disyuntiva de si es justo tomarse la justicia por tu mano; Y tenemos a fuego lento un avance hasta la batalla final que recuerda a los varios films que se han hecho sobre el famoso duelo en Ok Corral, aquí con la variante de que aquí van sin placa de autoridad y luchan contra la corrupción del poder; Todo avanzando con la elegancia de un western con olor a clasicismo; Con Costner dirigiendo el clímax de la acción con buen pulso, unos 20 minutos enérgicos, aunque añadiendo algo de híper realismo (lo de saltar metros un hombre tras ser disparado es poco verosímil), con una labor de sonido espectacular, los balas parecen atravesar la pantalla, ello en un crescendo muy bien llevado, golpes secos, muertos, heridos, tensión, por como los lugareños se empapan de la valentía de los dos amigos vaqueros. Aunque la verdad es que una vez termina es más la sensación que lo vivido, pues tampoco es que haya un momento a recordar, y es que, llegados al fin de los disparos, todo ha sido previsible. No llega a calarte dramáticamente por no haber Costner sido valiente y haberse regostado en lo complaciente. Súmese un epílogo muy edulcorado, y estirado.
No ayuda a suma r los villanos desaprovechados. El gran actor Michael Gambon está muy desaprovechado sale un poco en la comisaria, y luego ya en la parte final del tiroteo, y no pega el actor armado, cuesta creértelo, nunca ves a un rival para Duvall o Costner. Aparte de que es muy plano, sin matices malo y punto; Tampoco un estupendo actor como es Jasmes Russo, habitual de los roles de malísimo, aquí es una caricatura sin aristas. Esto resta trascendencia al enfrentamiento final. Hacen falta villanos a la altura d ellos héroes para que la Batalla sea de altura, y aquí no es así; Y hablando de actores desaprovechados es de traca el papel chusco que tiene el mexicano Diego Luna.
Costner comentó que eligió a Abraham Benrubi como su forma de disculparse por haber sido eliminado de la película anterior de Costner, The Postman.
La producción gastó más de un millón de dólares para construir una ciudad desde cero porque a Costner no le gustaba ninguna de las existentes. La ciudad fue diseñada por el diseñador de producción Gae S. Buckley y construida en 7 semanas. El lugar estaba tan lejos de la civilización que tuvieron que gastar 40.000 dólares para construir una carretera para llegar allí antes de poder comenzar la construcción. Los vaqueros profesionales manejaron 225 cabezas de ganado en el set.
Me queda un western que aspira más de lo que da. Gloria Ucrania!!!
Las sub historias se mecen entre la eterna guerra del oeste entre ganaderos y granjeros; tenemos a un protagonista que intenta huir de su pasado, pero este le alcanza; tenemos un amor maduro que simboliza un posible cambio de vida; tenemos la disyuntiva de si es justo tomarse la justicia por tu mano; Y tenemos a fuego lento un avance hasta la batalla final que recuerda a los varios films que se han hecho sobre el famoso duelo en Ok Corral, aquí con la variante de que aquí van sin placa de autoridad y luchan contra la corrupción del poder; Todo avanzando con la elegancia de un western con olor a clasicismo; Con Costner dirigiendo el clímax de la acción con buen pulso, unos 20 minutos enérgicos, aunque añadiendo algo de híper realismo (lo de saltar metros un hombre tras ser disparado es poco verosímil), con una labor de sonido espectacular, los balas parecen atravesar la pantalla, ello en un crescendo muy bien llevado, golpes secos, muertos, heridos, tensión, por como los lugareños se empapan de la valentía de los dos amigos vaqueros. Aunque la verdad es que una vez termina es más la sensación que lo vivido, pues tampoco es que haya un momento a recordar, y es que, llegados al fin de los disparos, todo ha sido previsible. No llega a calarte dramáticamente por no haber Costner sido valiente y haberse regostado en lo complaciente. Súmese un epílogo muy edulcorado, y estirado.
No ayuda a suma r los villanos desaprovechados. El gran actor Michael Gambon está muy desaprovechado sale un poco en la comisaria, y luego ya en la parte final del tiroteo, y no pega el actor armado, cuesta creértelo, nunca ves a un rival para Duvall o Costner. Aparte de que es muy plano, sin matices malo y punto; Tampoco un estupendo actor como es Jasmes Russo, habitual de los roles de malísimo, aquí es una caricatura sin aristas. Esto resta trascendencia al enfrentamiento final. Hacen falta villanos a la altura d ellos héroes para que la Batalla sea de altura, y aquí no es así; Y hablando de actores desaprovechados es de traca el papel chusco que tiene el mexicano Diego Luna.
Costner comentó que eligió a Abraham Benrubi como su forma de disculparse por haber sido eliminado de la película anterior de Costner, The Postman.
La producción gastó más de un millón de dólares para construir una ciudad desde cero porque a Costner no le gustaba ninguna de las existentes. La ciudad fue diseñada por el diseñador de producción Gae S. Buckley y construida en 7 semanas. El lugar estaba tan lejos de la civilización que tuvieron que gastar 40.000 dólares para construir una carretera para llegar allí antes de poder comenzar la construcción. Los vaqueros profesionales manejaron 225 cabezas de ganado en el set.
Me queda un western que aspira más de lo que da. Gloria Ucrania!!!