Media votos
6,5
Votos
5.718
Críticas
5.218
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
7
6,4
1.288
Bélico
Fin de la II Guerra Mundial, 1945. Los aliados realizan el último avance en territorio alemán, pero queda un puente, situado en un lugar estratégico sobre el Rhin, que todavía permanece en manos de los nazis. Los dos bandos tienen mucho que ganar: los alemanes, la vida de 50.000 soldados apostados en el lado equivocado del puente. los aliados: la aceleración del fin de la guerra, con el menor número posible de bajas. Aunque ambos ... [+]
12 de abril de 2022
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
117/14/10/04/22) Infravalorado film bélico (por lo que he leído) dirigido por el artesano inglés John Guillermin, que con guión de Richard Yates (“Revolutionary Road”) y William Roberts (“Los 7 Magníficos”), adaptando libremente el libro de no ficción “The Bridge at Remagen: The Amazing Story del 7 de marzo de 1945” del escritor y representante de los Estados Unidos Ken Hechler. Versando sobre hechos reales durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, cuando la 9ª División Acorazada USA se acercó a Remagen y tenía como misión capturar el puente Ludendorff intacto. Si bien la batalla real duró una semana e involucró varios duelos de artillería entre las tropas estadounidenses y los defensores alemanes, la película se enfoca más específicamente en el heroísmo y el costo humano de ganar la cabeza de puente a través del Rin antes del avance final de los aliados en Alemania. El Puente de Remagen o puente Ludendorff fue un puente sobre el Rin situado en Remagen (Alemania), al sur de Bonn. Fue construido durante la Primera Guerra Mundial a instancia de los mandos militares alemanes para hacer llegar tropas y material de guerra al frente. Fue conocido con el nombre de puente Ludendorff, en referencia al general alemán Erich Ludendorff. “The Bridge at Remagen” se convirtió en la primera película estadounidense que se rodó en la Checoslovaquia comunista. Según un informe de la prensa británica, 833.000 libras esterlinas del presupuesto de 2.100.000 libras esterlinas se ahorraron disparando en Checoslovaquia. Pero cuando Rusia invadió el país, para completar la película, la ubicación se cambió a Austria e Italia.
Film que con su inteligente guión sabe dar profundidad y proyectar capacidad de reflexión sobre temas importantes como la deshumanización de las guerras, el sentido del deber, el sacrifico por un bien mayor, la inutilidad del heroísmo, el patriotismo torticero, y esto con un enfoque imparcial de ambos bandos, mostrando el sin sentido de muchos comportamientos en la parte estadounidense (quieren un puente para supuestamente acortar la guerra, aunque por ello pierdan decenas de vidas), como en la germana (defendiendo un puente para detener lo imparable del fin nazi, aunque les vaya la vida de decenas de civiles en el empeño), planteando dilemas morales inteligentes. Se da alma a los otrora caricaturizados como viles malos teutones, se les da carácter y dimensión humana. Ello con epicentro en ese maldito puente como ejemplo de la fatuidad de la Guerra.
Todo ello surtido por vibrantes escenas de acción bélico, exhibiendo gran fragor en la violencia, con dinamismo, agilidad, tensión, y sobre todo realismo, esto por la excelente labor del supervisor de extras de acción el legendario Hal Needham (“El hombre que mató a Liberty Valance”, “La conquista del Oeste”, “La taberna del irlandés”, “La carrera del siglo”, “El señor de la guerra”, o “Camelot”), donde destaca la escena de la batalla en que el batallón de vanguardia americano es obligado por un miserable oficial a ponerse en medio de una tormenta de proyectiles para salvar el (puñetero) puente (uno empatiza con la rabia de los obligados a ponerse ante la cortina de fuego alemán), con el aliciente mayor de estar la estructura sembrada de explosivos para ser demolida en el otro extremo por los alemanes, espectacular tramo con la estrategia de lanzar botes de humo para nublar la vista de la artillería nazi, con los estadunidenses intentando sortear los tiros escondiéndose tras las columnas, con heridos, muertos, actos incomprensibles entre la refriega (un soldado se juega la vida por coger una pitillera dorada), bajando tras la superficie para quitar las cargas, y todo ello con gran intensidad y tensión dramática. Alternando lado y lado para aumentar las sensaciones. Y todo ello en un crescendo dramático bien llevado hasta desembocar en el puente del título como reflejo de la locura de la guerra, con claro sino de desesperanza en la Condición Humana.
El teniente Phil Hartman (George Segal) es el veterano líder de pelotón estadounidense de la 9.ª División Blindada que avanza para volar el puente de Remagen antes que los alemanes y así atrapar a 50.000 soldados alemanes en retirada antes de que puedan cruzarlo. Tiene de sargento a Angelo (Ben Gazzara), un carroñero que busca objetos de valor en los cuerpos de los soldados alemanes muertos. El general de brigada Shinner (EG Marshall) es el líder que está dispuesto a sacrificar a sus hombres si eso significa posiblemente acortar la guerra, ya que decide no volar el puente sino guardarlo para que lo crucen sus propias tropas. El comandante Barnes (Bradford Dillman) es el oficial obediente que le ordena a Hartman tome el puente, sabiendo los alemanes están preparados para volarlo tan pronto como se acerquen los estadounidenses. El general von Brock (Peter Van Eyck) es el comandante alemán desilusionado a cargo del área, que recibe órdenes de su alto mando para destruir el puente. Pero retrasa el cumplimiento de esa orden en lugar de abandonar a sus 50.000 soldados con los soldados estadounidenses atacantes, y pone a cargo al aristocrático mayor Paul Kreuger (Robert Vaughn) con instrucciones de mantener el puente el mayor tiempo posible. En Remagen está el germano Capt. Carl Schmidt (Hans Christian Blech), tipo pragmático que intenta proteger a los civiles de los desmanes dementes nazis en una guerra ya perdida.
Durante su desarrollo se producirán choques de pareceres en ambos bandos sobre la estrategia a seguir, unos queriendo hacer gala del heroísmo patriótico en los alemanes, aunque esto cueste vidas inocentes, y los americanos en los altos mandos queriendo jugar (a su particular ajedrez) a acabar la guerra rápido, sin darse cuenta que ello supone un alto coste de muertos (para ellos solo peones prescindibles y que deben arriesgar sus vidas por el sentido del deber y punto).
Film que con su inteligente guión sabe dar profundidad y proyectar capacidad de reflexión sobre temas importantes como la deshumanización de las guerras, el sentido del deber, el sacrifico por un bien mayor, la inutilidad del heroísmo, el patriotismo torticero, y esto con un enfoque imparcial de ambos bandos, mostrando el sin sentido de muchos comportamientos en la parte estadounidense (quieren un puente para supuestamente acortar la guerra, aunque por ello pierdan decenas de vidas), como en la germana (defendiendo un puente para detener lo imparable del fin nazi, aunque les vaya la vida de decenas de civiles en el empeño), planteando dilemas morales inteligentes. Se da alma a los otrora caricaturizados como viles malos teutones, se les da carácter y dimensión humana. Ello con epicentro en ese maldito puente como ejemplo de la fatuidad de la Guerra.
Todo ello surtido por vibrantes escenas de acción bélico, exhibiendo gran fragor en la violencia, con dinamismo, agilidad, tensión, y sobre todo realismo, esto por la excelente labor del supervisor de extras de acción el legendario Hal Needham (“El hombre que mató a Liberty Valance”, “La conquista del Oeste”, “La taberna del irlandés”, “La carrera del siglo”, “El señor de la guerra”, o “Camelot”), donde destaca la escena de la batalla en que el batallón de vanguardia americano es obligado por un miserable oficial a ponerse en medio de una tormenta de proyectiles para salvar el (puñetero) puente (uno empatiza con la rabia de los obligados a ponerse ante la cortina de fuego alemán), con el aliciente mayor de estar la estructura sembrada de explosivos para ser demolida en el otro extremo por los alemanes, espectacular tramo con la estrategia de lanzar botes de humo para nublar la vista de la artillería nazi, con los estadunidenses intentando sortear los tiros escondiéndose tras las columnas, con heridos, muertos, actos incomprensibles entre la refriega (un soldado se juega la vida por coger una pitillera dorada), bajando tras la superficie para quitar las cargas, y todo ello con gran intensidad y tensión dramática. Alternando lado y lado para aumentar las sensaciones. Y todo ello en un crescendo dramático bien llevado hasta desembocar en el puente del título como reflejo de la locura de la guerra, con claro sino de desesperanza en la Condición Humana.
El teniente Phil Hartman (George Segal) es el veterano líder de pelotón estadounidense de la 9.ª División Blindada que avanza para volar el puente de Remagen antes que los alemanes y así atrapar a 50.000 soldados alemanes en retirada antes de que puedan cruzarlo. Tiene de sargento a Angelo (Ben Gazzara), un carroñero que busca objetos de valor en los cuerpos de los soldados alemanes muertos. El general de brigada Shinner (EG Marshall) es el líder que está dispuesto a sacrificar a sus hombres si eso significa posiblemente acortar la guerra, ya que decide no volar el puente sino guardarlo para que lo crucen sus propias tropas. El comandante Barnes (Bradford Dillman) es el oficial obediente que le ordena a Hartman tome el puente, sabiendo los alemanes están preparados para volarlo tan pronto como se acerquen los estadounidenses. El general von Brock (Peter Van Eyck) es el comandante alemán desilusionado a cargo del área, que recibe órdenes de su alto mando para destruir el puente. Pero retrasa el cumplimiento de esa orden en lugar de abandonar a sus 50.000 soldados con los soldados estadounidenses atacantes, y pone a cargo al aristocrático mayor Paul Kreuger (Robert Vaughn) con instrucciones de mantener el puente el mayor tiempo posible. En Remagen está el germano Capt. Carl Schmidt (Hans Christian Blech), tipo pragmático que intenta proteger a los civiles de los desmanes dementes nazis en una guerra ya perdida.
Durante su desarrollo se producirán choques de pareceres en ambos bandos sobre la estrategia a seguir, unos queriendo hacer gala del heroísmo patriótico en los alemanes, aunque esto cueste vidas inocentes, y los americanos en los altos mandos queriendo jugar (a su particular ajedrez) a acabar la guerra rápido, sin darse cuenta que ello supone un alto coste de muertos (para ellos solo peones prescindibles y que deben arriesgar sus vidas por el sentido del deber y punto).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El elenco es otro punto a favor. Empezando por un notable George Segal como el teniente Hartman, transpira agotamiento, hastío, resignación, se ve un veterano cansado de pelear, pero con su sentido de la obligación haciéndole moverse por esa inercia, teniendo buenos ententes como con el ‘alcalde’ de Remagen restregándole su indolencia con los nazis, o con el comandante frente al puente, pero sobre todo con gran química con Gazzara; Precisamente Ben realiza una gran actuación como el rapiñador sargento Angelo, tipo duro, lacónico, otro que emite experiencia de guerra hasta haberse amoldado a ella como un modo de vida, no parece afectarle la muerte, tipo frío, pero que deja traslucir grietas de humanidad, muy bueno; Y en la parte teutona destaca Robert Vaughn dando vida al mayor Kreuger, obsesionado por que el puente sirva para salvar soldados nazis antes de destruirlo, pero su plan es un castillo de naipes, y las vidas de unos pobres y míseros civiles son vidas a sacrificar en pos de su misión ‘divina’ , ejemplo de los oficiales que creen las vidas de los civiles son menos que las de los demás, tiene un final su personaje excelente, el actor lo embiste con gran carácter; Está Hans Christian Blech como el capitán Schmidt, ajado oficial de la Wehrmacht, siente que la Guerra está perdida, que no tiene sentido arriesgar vidas de los lugareños, carácter de los denominados ‘Buen Alemán’, exhibe empatía y personalidad; Joachim Hansen como el capitán Otto Baumann, es un típico guerrero ansioso de batalla.
Tampoco es que sea un film perfecto, tiene tramos un tanto forzados, como ejemplo la sub trama de la mujer que encuentran en una prisión de pueblo, no se sabe que pinta o que aporta, aparte de ser inverosímil como esas hienas de soldados se portan ‘expectantes’ ante ella, y luego se le ofrece al teniente y este pasa (venga ya!); Falta saber algo de esa pareja de camaradas de guerra mal avenidos, Hartman y Angelo, y con esa escena grimante con la música enardecedora de uno buscando al otro, no pega, un toque sentimentaloide impropio de este film.
Puesta en escena bastante buena. Gran diseño de producción de Alfred Sweeney (“Salomón y la reina de Saba”), moviéndonos por escenarios (checos) que respiran veracidad, así como espectacular el puente; Todo esto enaltecido por la excelente cinematografía en DeLuxe Color Panavision (recogiendo el esplendor de los lares) de Stanley Cortez (“La noche del cazador”), amoldándose a la acción de modo vigoroso, maravilloso en la escena de los botes de humo en el puente, con planos generales fenomenales, dando la visión del conflicto en su grandeza épica; Y está la música del maestro Elmer Bernstein (“Los 7 Magníficos”), melodías mezclan la epopeya con la marcialidad, aunque me sobra la mencionada melosa del reencuentro.
Spoiler:
Excelente el final del mayor Krueger, sentenciado a morir fusilado por no haber acatado las órdenes de destruir el puente. Se coloca de modo flemático frente su paredón, allí busca su pitillera para echar un último cigarro, y no la encuentra. Se le acerca un oficial y le ofrece de los suyos. Entonces suena aviones en el cielo y Krueger pregunta de quién son, el oficial le responde que son enemigos, a lo que Krueger le espeta: 'Pero... quién... es el enemigo?', tras lo que es fusilado.
El 17 de marzo de 1945, el puente se hundió y 28 soldados norteamericanos perdieron la vida. Esta es su historia, la de una Compañía estadounidense y la de un Mayor y un Capitán alemanes que cada uno en su margen del Rhin atacaron y defendieron sin esperanza alguna, el puente que significaba la Puerta a Alemania para derrotar el Reich de Hitler y los nazis. El puente Remagen nunca fue reconstruido; las torres de cada orilla se convirtieron en museos y estudios de arte.
Estimable film bélico, aporta dimensión anti-bélica (valga la redundancia). Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2022/04/the-bridge-at-remagen-infravalorado.html
Tampoco es que sea un film perfecto, tiene tramos un tanto forzados, como ejemplo la sub trama de la mujer que encuentran en una prisión de pueblo, no se sabe que pinta o que aporta, aparte de ser inverosímil como esas hienas de soldados se portan ‘expectantes’ ante ella, y luego se le ofrece al teniente y este pasa (venga ya!); Falta saber algo de esa pareja de camaradas de guerra mal avenidos, Hartman y Angelo, y con esa escena grimante con la música enardecedora de uno buscando al otro, no pega, un toque sentimentaloide impropio de este film.
Puesta en escena bastante buena. Gran diseño de producción de Alfred Sweeney (“Salomón y la reina de Saba”), moviéndonos por escenarios (checos) que respiran veracidad, así como espectacular el puente; Todo esto enaltecido por la excelente cinematografía en DeLuxe Color Panavision (recogiendo el esplendor de los lares) de Stanley Cortez (“La noche del cazador”), amoldándose a la acción de modo vigoroso, maravilloso en la escena de los botes de humo en el puente, con planos generales fenomenales, dando la visión del conflicto en su grandeza épica; Y está la música del maestro Elmer Bernstein (“Los 7 Magníficos”), melodías mezclan la epopeya con la marcialidad, aunque me sobra la mencionada melosa del reencuentro.
Spoiler:
Excelente el final del mayor Krueger, sentenciado a morir fusilado por no haber acatado las órdenes de destruir el puente. Se coloca de modo flemático frente su paredón, allí busca su pitillera para echar un último cigarro, y no la encuentra. Se le acerca un oficial y le ofrece de los suyos. Entonces suena aviones en el cielo y Krueger pregunta de quién son, el oficial le responde que son enemigos, a lo que Krueger le espeta: 'Pero... quién... es el enemigo?', tras lo que es fusilado.
El 17 de marzo de 1945, el puente se hundió y 28 soldados norteamericanos perdieron la vida. Esta es su historia, la de una Compañía estadounidense y la de un Mayor y un Capitán alemanes que cada uno en su margen del Rhin atacaron y defendieron sin esperanza alguna, el puente que significaba la Puerta a Alemania para derrotar el Reich de Hitler y los nazis. El puente Remagen nunca fue reconstruido; las torres de cada orilla se convirtieron en museos y estudios de arte.
Estimable film bélico, aporta dimensión anti-bélica (valga la redundancia). Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2022/04/the-bridge-at-remagen-infravalorado.html