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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama Nigel (Hugh Grant) y su mujer Fiona (Kristin Scott-Thomas) son un matrimonio británico de crucero para celebrar su séptimo aniversario de boda. A bordo conocen a la atractiva y deshinibida Mimi (Emmanuelle Seigner) y a su marido Oscar (Peter Coyote), un norteamericano que está inválido en una silla de ruedas. Nigel empieza a sentirse atraído por Mimi, y Oscar, que se da cuenta, le propone que intente seducirla, pero antes le cuenta cómo ... [+]
5 de agosto de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
247/26(30/07/22) Turbador y malsano film psico-erótico dirigido por el especialista en lo turbador y malsano Roman Polanski, pero donde lo impactante y ansioso de crear morbo termina por ser el peor enemigo del metraje, para una interesante historia que acaba sucumbiendo a su propio artificio, arramblando con cualquier sutileza en pos del cineasta polaco exhibir gran parte de sus mantras. Con guion propio junto a Gérard Brach (“Repulsión” o “El nombre de la rosa”), basándose en la novela homónima de Pascal Bruckner, se adentran en un relato de tintes sadomasoquistas, un amor en París autodestructivo embarcado en una sexualidad llevada a los límites en sus fantasías (ataduras, disfraces de cerdo, vertidos de crema fresca sobre los senos,…), pasiones exacerbadas que se reflejan en una infelicidad como destino final, ello emparejando esta pareja a otra modosita inglesa del navío de turismo, donde parece reinar la flema y el pudor, ello hace el contraste aun mayor con el tándem franco-estadounidense.

Oscar (Peter Coyote) es un escritor de ficción estadounidense que vive en París. Sobreviviendo con un fondo fiduciario, revolotea de una aventura a otra, feliz de interpretar al despreocupado bohemio buscador de placer, eso es, hasta que echa un vistazo a Mimi (Emmanuelle Seigner), aspirante a bailarina cuya voluptuosidad juvenil esclaviza su imaginación. Seducida por las caricias practicadas de Oscar, esta chica francesa de aspecto tímido se deshace de sus inhibiciones y los dos descienden a un nirvana transgresor.

Es una radiografía maloliente del deseo obsesivo, del amor-desamor-odio, de aquello del perro del hortelano, la lujuria, los deseos de ir más allá, y al final el cansancio vital, los juegos de poder ("No has hecho nada malo. Existes, eso es todo..." dice Oscar a Mimi en cierto momento), la venganza, todo en un coctel explosivo, que en el exceso acaba por írsele de las manos a Polanski. Un misil contra la institución el matrimonio, contra su puritanismo, y sobre todo contra la monogamia, narración que entra en como por amor podemos perder la dignidad, la autoestima (lo delas pelucas grises que se pone Mimi podrían habérselo currado mejor para no parecer más falso que un euro de madera), como podemos por desamor convertirnos en monstruos sociópatas. La tara es excederse en lo melodramático, el no saber medir y cuando has llegado a la meta, continuar sin sentido, queriendo llevar al espectador más al abismo y con ello lo cansa. Siendo su final en el giro perspicaz y te deja una *sonrisita, pero cuando todo se lleva al extremo **falla.

Protagonizada por un estupendo en su histrionismo Peter Copyote como el sádico maestro de ceremonias que narra su historia (al intrigado Nigel) con Mimi desde su postración en silla de ruedas, siempre con una mezcla de ‘pornauta’ cínico, jugando a manipular con el anzuelo de su sexy-esposa al ‘canelo’ de Nigel; ; Una radiante Emmanuelle Seigner (pareja desde hace lustros de Polanski), Espectacular en su sensualidad, en el sex-apple que desprende por todos lados, en sus bailes libidinosos, seductora, pero en la actuación le falta expresividad, parece estar leyendo; Kristin Scott Thomas cumple sin más, muy sosita, le falta garra para hacer creíble su giro final; Y Hugh Grant, pues un error de casting más grande que la Torre Eiffel, de hecho es un error de casting en cualquier film, pues decir que no sabe actuar es quedarse muy lejos de la impresión que da, entre penoso y horrible.

La trama en el transatlántico entre Nigel (Nigel) y Fiona (Kristin) resulta muy superficial, muy estereotipada en reflejar a una pareja aburrida y sin chispa. La forma en que Nigel busca cualquier excusa para volver al narrador lisiado resultan muy forzadas. Aunque la forma en que Oscar (Peter) cuenta sus aventuras sexuales son muy incisivas sexualmente, propias del concurso ‘La sonrisa Vertical’.

Es un film que en sus irregularidades y excesos, tiene buenos momentos, de los que recuerdos bastante. Como es ese baño de crema de Mimi durante el desayuno; el baile sensual de Mimi ataviada en tul ante Oscar (con reminiscencias a uno similar de otro film erótico como fue “Nueve semanas y media”); la pícara metáfora sexual en que Mimi hace una felación (sin sutilidades) mientras en segundo plano vemos una rodaja de pan calentándose en la tostadora uy en el culmen dual el pan salta ya asado, a buen entendedor…; Hay un mordaz manejo de temas pop, como son el de Sam Brown ‘Stop’ y el ‘Faith’ de George Michael, ‘Sweet Dreams’ de Eurythmics, o ‘I Will Survive’ de Gloria Gaynor.

‘Seigner, que ha estado casada con Polanski desde 1989, tiene una sensualidad camaleónica de niña traviesa que es genuinamente fascinante. Su cuerpo maduro rebosante de una variedad de artículos de cuero y goma, evoca a todos, desde la joven Mariel Hemingway hasta Jane Russell en su momento de zorra que empuja el pecho. Sin embargo, la manera flagrantemente exhibicionista en la que Polanski la muestra en última instancia plantea una pregunta: Qué hace que un "drama erótico" como este algo diferente de una película porno aventurera, aparte del hecho de que es mucho menos explícito y, por lo tanto, se podría argumentar, menos honesto?’
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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