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Voto de TOM REGAN:
9
6,5
35.409
Intriga. Thriller
Will Dormer (Al Pacino), un veterano detective de Los Ángeles, viaja a un pequeño pueblo de Alaska con su compañero Hap (Donovan) para investigar el asesinato de una chica de 17 años. En Los Ángeles queda pendiente un oscuro asunto que les incumbe a los dos. Una vez en Alaska, entran en contacto con el principal sospechoso, Walter Finch, un novelista solitario (Robin Williams). (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
292/12(18/12/17) Brillante tercer film del londinense Christopher Edward Nolan, tras su impactante parte-aguas “Memento” (2000), deja constancia que lo suyo no es flor de un trabajo, arriesga cambiando, en este caso sumergiéndose en un thriller psicológico absorbente, donde la trama policial se mezcla con dilemas morales incisivos, con fino bisturí el director disecciona la fina línea que separa el bien del mal, lo difusa que puede ser. Remake de la homónima noruega por Erik Skjoldbjaerg que se había rodado tan sólo 5 años antes, para ello Nolan arriesga mejorando en mucho a la original, añadió secuencias y recompuso muchas de las situaciones que se daban en la cinta realizado, añadiendo casi 30 minutos adicionales. Ello en un relato que nos habla de la máxima de Maquiavelo de si el bien justifica los medios, tocando temas en este sentido como las dudas morales, los sentimientos de culpa, de los fantasmas (errores pasados) que guardamos en la mochila, de las ansias de redención. Adapta la guionista novel Hillary Seitz (“La conspiración del pánico”), introduciendo elementos y recursos que enriquecen la primigenia, otorgándole una dimensión más profunda y sugestiva, implanta más violencia y dota al psicópata de alma y con ello incorporando un tour de forcé extraordinario entre los dos antagonistas, los sensacionales Al Pacino y Robin Williams, dos oscarizados a los que acompaña una tercera premiada por la Academia de Hollywood, la estimable Hillary Swank, a ala que el libreto sabe dar más cancha para que sea nuestra brújula moral en la historia. Con aclamación crítica y éxito comercial, recaudando $ 113 millones en todo el mundo. Hasta la fecha, esta es la única película que Nolan ha dirigido sin recibir al menos una parte de uno de los créditos de escritura, a pesar de que escribió el borrador final del guión. Historia turbia enmarcada de forma fenomenal en Alaska (aunque rodada mayormente en la Columbia Británica-Canadá), entorno que marca geosocial y epidérmicamente la narración, un lugar al borde del fin del mundo, con sus infinitos glaciares (Glaciar Columbia-Alaska), sus montañas nevadas, sus espectaculares cascadas, su sol de medianoche, sus lagos, componiendo un escenario que cala en el espectador por su pesimismo, por lo bien que radiografía la compleja Condición Humana, por como deconstruye los demonios internos que todos acarreamos. Film con (merecida) aclamación crítica y éxito comercial, recaudando $ 113 millones en todo el mundo. Hasta la fecha, esta es la única película que Nolan ha dirigido sin recibir al menos una parte de uno de los créditos de escritura, a pesar de que escribió el borrador final del guión. Nolan consigue evitar con matrícula de honor aquello tan manido de decir que “Es un remake innecesario”.
Cuenta la historia de dos detectives de homicidios de Los Ángeles que investigan un asesinato en un pueblo de Alaska, en Nightmute, la "capital de pesca de fletán del mundo", donde el sol brilla las 24 horas del día.
Comienza como procedimental policial clásico, pero a medida que avanza los grises se apoderan del argumento, con giros ingeniosos que involucran al espectador y lo sumen en la reflexión sobre que harían ellos en esa situación, desarrollo desbordante de intensidad, diálogos penetrantes de calado, situaciones de gran tensión e intensidad dramática, con increscendo opresivo subyugante, potenciado por el magnífico duelo actoral entre los dos doppelgänger, los dos némesis se entrelazan en sus caracteres, la ambigüedad moral fluye de modo cutáneo, deriva en enfrentamiento psicológico entre dos mentes pérfidas (tanto el supuesto bueno como el aparente villano). Estableciendo entre ambos sugerente juego del gato y el ratón, donde se llega a que animal es cada uno, un choque de personalidades sibilinas, donde la ética profesional se retuerce y se moldea a antojo de alguien que no cree en la justicia, colisionando en sus atajos con alguien que manipula sus “trampas”, haciendo que su mundo se tambalee, y en esta partida de ajedrez de “maestros” el realizador consigue que los dos personajes empaticen con el espectador, los dos con alma, con aristas, con fallas, muy humanos.
Todo esto se entreteje con la patología del insomnio, de cómo Will está seis días sin dormir en la tierra donde nunca anochece, y aquí es donde entra la magna interpretación de Alfredo James Pacino encarnando a Will, sublime el modo en que se difumina la actuación y se mimetiza con un tipo atormentado, orgulloso, taciturno, mostrando un lenguaje físico y gestual apoteósico, con esas ojeras, esos ojos ajados, ese modo cansino de andar, emitiendo extenuación, se puede ver su arco de desarrollo, como se deteriora conforme avanzan los minutos, sublime Pacino; Robin McLaurin Williams como el villano Walter (no es spoiler, nunca juegan al whodunit), contenido, encantador, tarda en entrar en escena pero cuando lo hace derrocha magnetismo, ello en un rol arriesgado para un cómico, para el que sale victorioso, sin caer en fáciles histrionismos, siendo aún más terrorífico su porte ordinaria (que lo hace más cercano) lejos de la sobreactuación, junto a Al Pacino saltan chispas entre los dos, tejiéndose un vínculo venenoso entre ellos con frases turbadoras de Walter como “La muerte te cambia, Will”, estructurándose entre el binomio una química formidable en sus tres “charlas”, sensacional Pacino espetando a Walter su hartazgo "Eres mi trabajo… Eres tan misterioso para mí como un inodoro bloqueado para un fontanero. Eres el mismo monstruo distorsionado con el que he estado tratando durante 30 años", brutal; Hilary Swank como la idealista agente policial Ellie Burr representa el núcleo moral, la pureza dela profesión, y lo refleja de modo entrañable, desprendiendo una admiración de hondura en su mirada limpia sobre Will Dormer, visión que sutilmente va virando, y esto la actriz haciéndose un hueco entre los dos actores mencionados,… (sigue en spoiler)
Cuenta la historia de dos detectives de homicidios de Los Ángeles que investigan un asesinato en un pueblo de Alaska, en Nightmute, la "capital de pesca de fletán del mundo", donde el sol brilla las 24 horas del día.
Comienza como procedimental policial clásico, pero a medida que avanza los grises se apoderan del argumento, con giros ingeniosos que involucran al espectador y lo sumen en la reflexión sobre que harían ellos en esa situación, desarrollo desbordante de intensidad, diálogos penetrantes de calado, situaciones de gran tensión e intensidad dramática, con increscendo opresivo subyugante, potenciado por el magnífico duelo actoral entre los dos doppelgänger, los dos némesis se entrelazan en sus caracteres, la ambigüedad moral fluye de modo cutáneo, deriva en enfrentamiento psicológico entre dos mentes pérfidas (tanto el supuesto bueno como el aparente villano). Estableciendo entre ambos sugerente juego del gato y el ratón, donde se llega a que animal es cada uno, un choque de personalidades sibilinas, donde la ética profesional se retuerce y se moldea a antojo de alguien que no cree en la justicia, colisionando en sus atajos con alguien que manipula sus “trampas”, haciendo que su mundo se tambalee, y en esta partida de ajedrez de “maestros” el realizador consigue que los dos personajes empaticen con el espectador, los dos con alma, con aristas, con fallas, muy humanos.
Todo esto se entreteje con la patología del insomnio, de cómo Will está seis días sin dormir en la tierra donde nunca anochece, y aquí es donde entra la magna interpretación de Alfredo James Pacino encarnando a Will, sublime el modo en que se difumina la actuación y se mimetiza con un tipo atormentado, orgulloso, taciturno, mostrando un lenguaje físico y gestual apoteósico, con esas ojeras, esos ojos ajados, ese modo cansino de andar, emitiendo extenuación, se puede ver su arco de desarrollo, como se deteriora conforme avanzan los minutos, sublime Pacino; Robin McLaurin Williams como el villano Walter (no es spoiler, nunca juegan al whodunit), contenido, encantador, tarda en entrar en escena pero cuando lo hace derrocha magnetismo, ello en un rol arriesgado para un cómico, para el que sale victorioso, sin caer en fáciles histrionismos, siendo aún más terrorífico su porte ordinaria (que lo hace más cercano) lejos de la sobreactuación, junto a Al Pacino saltan chispas entre los dos, tejiéndose un vínculo venenoso entre ellos con frases turbadoras de Walter como “La muerte te cambia, Will”, estructurándose entre el binomio una química formidable en sus tres “charlas”, sensacional Pacino espetando a Walter su hartazgo "Eres mi trabajo… Eres tan misterioso para mí como un inodoro bloqueado para un fontanero. Eres el mismo monstruo distorsionado con el que he estado tratando durante 30 años", brutal; Hilary Swank como la idealista agente policial Ellie Burr representa el núcleo moral, la pureza dela profesión, y lo refleja de modo entrañable, desprendiendo una admiración de hondura en su mirada limpia sobre Will Dormer, visión que sutilmente va virando, y esto la actriz haciéndose un hueco entre los dos actores mencionados,… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… con encanto y entusiasmo, para el recuerdo la frase epítome del film “Un policía bueno no puede dormir porque falta una pieza del rompecabezas, y un policía malo no puede dormir porque su conciencia no lo deja. Lo dijo Will Dormer”; Maura Tierney como Rachel Clement, dueña del hotel donde se hospeda Will prodiga ternura y bondad, y suya es una de las frases del film “En Alaska viven dos tipos de personas. Los que nacieron aquí y los que vienen escapando de algo. Yo no nací aquí”; Martin Donovan interpreta a Hap Eckhart, compañero de Will, cumple en su cometido sin más.
Puesta en escena de potencia visual y magnetismo turbador, nos envuelve en el estado de ánimo del protagonista, destaca la recreación de un lugar al borde del fin del mundo, donde los días son eternos, fascinante diseño de producción de Natna Crowley (habitual de Nolan), rodando en la Columbia Británica-Canadá y Alaska-USA: La escena aérea de apertura se filmó sobre el glaciar Columbia cerca de Valdez (Alaska) y el acercamiento del avión flotador sobre el canal Portland cerca de Hyder, Alaska y Stewart, Columbia Británica. La ciudad ficticia de Nightmute oficialmente en Alaska filmada principalmente Squamish (Columbia Británica), incluyendo el hotel / albergue, la estación de policía, la escuela secundaria y la escena del cementerio funerario. La escena donde Will Dormer dispara a su compañero en la playa rocosa en la niebla fue filmada en Clementine Creek en Indian Arm, en las afueras de Vancouver (Columbia Británica). El pueblo de Umkumuit, donde se encuentra el apartamento de Finch y donde se produce la escena de la persecución, filmado en la isla de Vancouver en Port Alberni (Columbia Británica). La escena del camino de la cascada en la que Dormer se dirige a la casa del lago Finch y gira su auto 180 grados, es frente a Bridal Veil Falls en la autopista Richardson cerca de Valdez (Alaska). La escena final de la película en el ficticio lago Kgun en la casa del lago Finch filmada en el extremo noroeste del lago Strohn en el Parque Provincial Bear Glacier, a las afueras de Stewart, Columbia Británica. Para la escena final, el equipo de filmación construyó la casa del lago de Finch y el muelle desde cero y luego la desensambló y la sacó después de que la filmación se completó a fines de junio de 2001; Todo esto atomizado por la subyugante fotografía de Wally Pfister (“El Caballero Oscuro”), una labor exquisita en los planos panorámicos, ofreciendo estampas estéticas de una beldad sibarita (los glaciares del inicio, las calles desiertas del pueblo en el sol de medianoche, los planos del rush final con la cascada cayendo junto a la carretera, etc), jugando con la iluminación para crear un sentido emocional como en la luz que entra tenue pero incisiva por la ventana de la habitación de Will, sabiendo modular el cromatismo apagado emitiendo que el tiempo está parado en medio de la nada con esos cielos sin sol, aportando planos de enorme intensidad como la ágil persecución por los troncos sobre la bahía y Will hundido bajo ellos buscando una salida (preciosa metáfora de su atormentada psique anhelando la luz), sumando electrizantes primeros planos que extraen chispas de sensibilidad interpretativa, sobre de ese rostro ajado a cada minuto de insomnio de Al Pacino. La música es obra de David Julyan (“Following” y “Memento”), ayuda a crear atmósfera inquietante, sin ser intrusiva ni manipuladora, ello con manejo hábil de sintetizadores y de cuerdas creando un halo tenso alrededor de las escenas en que suenan las melodías, sabiendo amoldarse de modo epidérmico a las imágenes.
Muy recomendable película, de las que deja poso por lo muy bien que sus diferentes elementos (guión, atmósfera, actuaciones, dirección, …) se dan miscelánea para regalarnos uno de los mejores films policiales que recuerdo (y me precio de poseer gran memoria cinéfila). Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/12/insomnio.html
Puesta en escena de potencia visual y magnetismo turbador, nos envuelve en el estado de ánimo del protagonista, destaca la recreación de un lugar al borde del fin del mundo, donde los días son eternos, fascinante diseño de producción de Natna Crowley (habitual de Nolan), rodando en la Columbia Británica-Canadá y Alaska-USA: La escena aérea de apertura se filmó sobre el glaciar Columbia cerca de Valdez (Alaska) y el acercamiento del avión flotador sobre el canal Portland cerca de Hyder, Alaska y Stewart, Columbia Británica. La ciudad ficticia de Nightmute oficialmente en Alaska filmada principalmente Squamish (Columbia Británica), incluyendo el hotel / albergue, la estación de policía, la escuela secundaria y la escena del cementerio funerario. La escena donde Will Dormer dispara a su compañero en la playa rocosa en la niebla fue filmada en Clementine Creek en Indian Arm, en las afueras de Vancouver (Columbia Británica). El pueblo de Umkumuit, donde se encuentra el apartamento de Finch y donde se produce la escena de la persecución, filmado en la isla de Vancouver en Port Alberni (Columbia Británica). La escena del camino de la cascada en la que Dormer se dirige a la casa del lago Finch y gira su auto 180 grados, es frente a Bridal Veil Falls en la autopista Richardson cerca de Valdez (Alaska). La escena final de la película en el ficticio lago Kgun en la casa del lago Finch filmada en el extremo noroeste del lago Strohn en el Parque Provincial Bear Glacier, a las afueras de Stewart, Columbia Británica. Para la escena final, el equipo de filmación construyó la casa del lago de Finch y el muelle desde cero y luego la desensambló y la sacó después de que la filmación se completó a fines de junio de 2001; Todo esto atomizado por la subyugante fotografía de Wally Pfister (“El Caballero Oscuro”), una labor exquisita en los planos panorámicos, ofreciendo estampas estéticas de una beldad sibarita (los glaciares del inicio, las calles desiertas del pueblo en el sol de medianoche, los planos del rush final con la cascada cayendo junto a la carretera, etc), jugando con la iluminación para crear un sentido emocional como en la luz que entra tenue pero incisiva por la ventana de la habitación de Will, sabiendo modular el cromatismo apagado emitiendo que el tiempo está parado en medio de la nada con esos cielos sin sol, aportando planos de enorme intensidad como la ágil persecución por los troncos sobre la bahía y Will hundido bajo ellos buscando una salida (preciosa metáfora de su atormentada psique anhelando la luz), sumando electrizantes primeros planos que extraen chispas de sensibilidad interpretativa, sobre de ese rostro ajado a cada minuto de insomnio de Al Pacino. La música es obra de David Julyan (“Following” y “Memento”), ayuda a crear atmósfera inquietante, sin ser intrusiva ni manipuladora, ello con manejo hábil de sintetizadores y de cuerdas creando un halo tenso alrededor de las escenas en que suenan las melodías, sabiendo amoldarse de modo epidérmico a las imágenes.
Muy recomendable película, de las que deja poso por lo muy bien que sus diferentes elementos (guión, atmósfera, actuaciones, dirección, …) se dan miscelánea para regalarnos uno de los mejores films policiales que recuerdo (y me precio de poseer gran memoria cinéfila). Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/12/insomnio.html