Media votos
6,5
Votos
5.728
Críticas
5.229
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
8
6,8
5.236
Animación. Comedia. Aventuras. Infantil
Cuando Shaun decide tomarse el día libre y divertirse un poco, se encuentra con que va a tener más acción de lo que esperaba. Las trastadas de Shaun acaban por lograr que se lleven al Granjero, así que Shaun y el rebaño han de viajar a la Gran Ciudad y rescatarle. ¿Encontrará Shaun al Granjero en ese mundo extraño y desconocido de la Ciudad antes de que se pierda para siempre? (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
30/08(14/02/16) Notable film en animación stop-motion, cinta que hace las delicias de pequeños y no tanto. La ya mítica compañía Aardman (creada por peter Lord y David Sproxton en 1972), especialista y revitalizadora del estilo stop-motion, se lanza con éxito a regalarnos un largometraje basado en la maravillosa serie homónima que arrancó en 2007 con episodios de 7 minutos, van cuatro temporadas (2007-2009-2013-2014), con 130 episodios, siendo emitidos en más de 180 países, que a su vez es un spin-off, del buque insignia de la factoría, “Wallace y Groomit”, la oveja Shaun aparece en el cortometraje ‘Wallace & Gromit: Un esquilado apurado’ (Nick Park, 1995), este ganó Oscar al “Mejor Cortometraje Animado” en 1996, 7 años reapareció en “Wallace & Gromit's cracking contraptions”. En el film han trabajado unas cien personas, 20 animadores y 30 modelistas, con 354 muñecos utilizados 354 (157 humanos y 197 animales, 114 ovejas y 21 modelos de Shaun). El resultado es un evocador film que a los mayores nos retrotrae cual máquina del tiempo a nuestra niñez, con un desarrollo trepidante, que aúna con ingenio un discurrir orgánico de situaciones donde prima el slapstick, como formidable homenaje al cine mudo, ya que los personajes no hablan, con lo que el poder de la imagen es fundamental.
Estamos en una granja, hay un rebaño de ovejas liderado por la inteligente Shaun, un perro pastor, Bitzer, que intenta mantener el orden, el granjero mantiene una rutina que hace que las ovejas deseen romper con ella, con lo que idean tomarse un día libre sin que les atosigue ni el granjero, ni el perro, pero el plan se les va de las manos, y provocan que el granjero vaya a parar a la Gran Ciudad y pierda la memoria. Shaun decide ante el caos en la granja ir en busca del granjero, derivando en una gran aventura, en la que aparecerá un aliado en un perro callejero y un villano en la figura de Trumper, un caza-animales callejero.
Destacar su alegoría sobre la fábula orwelliana referente a “Rebelión en la granja”, los animales de una granja rebelándose contra su dueño, son las ovejas, pero los que sacan partido y se aprovechan son los cerdos, haciéndose con la casa y disfrutando de ella hedonistamente, “La contrarrevolución” se produce en la ovejas cuando se dan cuenta que no tener al dueño supone el caos y la anarquía, notándolo en que se quedan sin comida, con lo que se ven en la obligación moral y afectiva al final de intentar hacer regresar al “amo”
Dirigen con vigor los debutantes Richard Starzak y Mark Burton (también guionizan), en lo que es un canto a salirnos de vez en cuando de nuestra ordinaria vida, de darnos un descanso a la rutina del trabajo los quehaceres diarios. También entre su temario toca temas como la amistad, la lealtad, el sentido del deber, los marginados sociales, el arraigo a un lugar, el trabajo en equipo, el cariño a los animales, la jerarquía en la sociedad, el contraste entre la vida en la ciudad y la rural, se ríe con mordacidad de las modas, de las celebridades fatuas, y de las redes sociales. A pesar de prescindir de diálogos el relato se sigue con fluidez, los diálogos se manejan mediante balbuceos ininteligibles por los que expresan su estado de ánimo, quizás es como los escuchan las ovejas, anulando los gags hablados se maximiza el gran sello Aardman, el humor visual, el gag de encadenado de situaciones divertidas magníficamente trenzadas, rememorando los grandes clásicos cómicos del cine silente, quedando un entretenimiento que te atrapa por lo bien construido de los personajes y por lo excelentemente que evoluciona la historia, una aventura épica para toda la familia. No pasa como en otras adaptaciones de de series a la gran pantalla se sienten como capítulo alargado, sin aportar originalidad, este tiene un guión de que desborda sentido del ritmo, que discurre con naturalidad, sin sentirse forzado, sin bajones, con un torrente de momentos de humor que van de lo blanco a lo punzante y agudo, pero siempre con buen gusto e ingenio, con un caudal imaginativo brillante.
La puesta en escena resulta vibrante, con unas figuras de plastilina que transmiten emociones, dotadas de una fascinante expresividad, con esos graciosos ojos saltones, con unos movimientos que resultan fluidos, con un vitalista diseño de producción de Matt Perry (“Wallace & Gromit. La maldición de las verduras”, “Chicken Run” o “Piratas”!) con escenarios que saben contrastar los bucólicos ambientes rurales contra la deshumanizada ciudad, ello con la fulgurante fotografía de Charles Copping (“Shaun, la oveja” la serie), y Dave Alex Riddett (“Wallace y Gromit. La maldición de las verduras”), de un cromatismo espléndido. Al ser un film sin diálogos la música cobra un fundamental sentido emocional, acompañamiento constante, compuesta por Ilan Eshkeri (“Layer Cake” o “Kick-Ass”), y ejecutada por la Orquesta Metropolitana de Londres, con aportaciones de temas festivo-alegres, como el ““Feels Like Summer” de Tim Wheeler, el “Big city” de Eliza Doolittle, o el tema reversionado de la serie “Life's A Treat (Rizzle Kicks Remix)” de Mark Thomas, Vic Reeves & Rizzle Kicks, contribuyendo a la sensación de ternura del relato.
(sigue en spoiler)
Estamos en una granja, hay un rebaño de ovejas liderado por la inteligente Shaun, un perro pastor, Bitzer, que intenta mantener el orden, el granjero mantiene una rutina que hace que las ovejas deseen romper con ella, con lo que idean tomarse un día libre sin que les atosigue ni el granjero, ni el perro, pero el plan se les va de las manos, y provocan que el granjero vaya a parar a la Gran Ciudad y pierda la memoria. Shaun decide ante el caos en la granja ir en busca del granjero, derivando en una gran aventura, en la que aparecerá un aliado en un perro callejero y un villano en la figura de Trumper, un caza-animales callejero.
Destacar su alegoría sobre la fábula orwelliana referente a “Rebelión en la granja”, los animales de una granja rebelándose contra su dueño, son las ovejas, pero los que sacan partido y se aprovechan son los cerdos, haciéndose con la casa y disfrutando de ella hedonistamente, “La contrarrevolución” se produce en la ovejas cuando se dan cuenta que no tener al dueño supone el caos y la anarquía, notándolo en que se quedan sin comida, con lo que se ven en la obligación moral y afectiva al final de intentar hacer regresar al “amo”
Dirigen con vigor los debutantes Richard Starzak y Mark Burton (también guionizan), en lo que es un canto a salirnos de vez en cuando de nuestra ordinaria vida, de darnos un descanso a la rutina del trabajo los quehaceres diarios. También entre su temario toca temas como la amistad, la lealtad, el sentido del deber, los marginados sociales, el arraigo a un lugar, el trabajo en equipo, el cariño a los animales, la jerarquía en la sociedad, el contraste entre la vida en la ciudad y la rural, se ríe con mordacidad de las modas, de las celebridades fatuas, y de las redes sociales. A pesar de prescindir de diálogos el relato se sigue con fluidez, los diálogos se manejan mediante balbuceos ininteligibles por los que expresan su estado de ánimo, quizás es como los escuchan las ovejas, anulando los gags hablados se maximiza el gran sello Aardman, el humor visual, el gag de encadenado de situaciones divertidas magníficamente trenzadas, rememorando los grandes clásicos cómicos del cine silente, quedando un entretenimiento que te atrapa por lo bien construido de los personajes y por lo excelentemente que evoluciona la historia, una aventura épica para toda la familia. No pasa como en otras adaptaciones de de series a la gran pantalla se sienten como capítulo alargado, sin aportar originalidad, este tiene un guión de que desborda sentido del ritmo, que discurre con naturalidad, sin sentirse forzado, sin bajones, con un torrente de momentos de humor que van de lo blanco a lo punzante y agudo, pero siempre con buen gusto e ingenio, con un caudal imaginativo brillante.
La puesta en escena resulta vibrante, con unas figuras de plastilina que transmiten emociones, dotadas de una fascinante expresividad, con esos graciosos ojos saltones, con unos movimientos que resultan fluidos, con un vitalista diseño de producción de Matt Perry (“Wallace & Gromit. La maldición de las verduras”, “Chicken Run” o “Piratas”!) con escenarios que saben contrastar los bucólicos ambientes rurales contra la deshumanizada ciudad, ello con la fulgurante fotografía de Charles Copping (“Shaun, la oveja” la serie), y Dave Alex Riddett (“Wallace y Gromit. La maldición de las verduras”), de un cromatismo espléndido. Al ser un film sin diálogos la música cobra un fundamental sentido emocional, acompañamiento constante, compuesta por Ilan Eshkeri (“Layer Cake” o “Kick-Ass”), y ejecutada por la Orquesta Metropolitana de Londres, con aportaciones de temas festivo-alegres, como el ““Feels Like Summer” de Tim Wheeler, el “Big city” de Eliza Doolittle, o el tema reversionado de la serie “Life's A Treat (Rizzle Kicks Remix)” de Mark Thomas, Vic Reeves & Rizzle Kicks, contribuyendo a la sensación de ternura del relato.
(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Momentos recordables son un tropel; Todo el plan de Shaun, con soborno de galletas a un pato de por medio, parea echar un día sin la supervisión del dueño de la granja, con el ingenioso modo de las ovejas de dormirlo; El delirante momento en que Shaun no puede acceder a la casa y mira por la ventana y ve a tres cerdos bailando, comiendo, y viendo la tele, incluso uno se ha puesto unos calzoncillos del dueño, descacharrante como se rien del comportamiento humano; Toda la impresionante travesía del granjero en la caravana desgobernada que termina en plena ciudad, tras mil y un peripecias por carretera a toda velocidad; El primer encuentro del atrapa-animales con las ovejas, con situaciones hiperimaginativas en la estación de autobuses; La hilarante comida de las vacas disfrazadas en el restaurant, estas imitando a los humanos para pasar desapercibidas, y quedando estos en muy mal lugar; El descacharrante modo en que el granjero se convierte en un peluquero de modo imitando el esquilamiento de ovejas, y como su fama corre por las redes sociales; el jocoso tramo en la perrera, un alarde de imaginación puesta al servicio delo humor más enternecedor, primero una deprimente imagen del lugar, mostrado como cárcel, donde todos los animales están tristes, esto cambia al llegar unos posibles “libertadores” (vienen a buscar una mascota), los animales se acicalan y ponen la mejor de sus caras para ser el “elegido”, con el clímax de la operación de fuga, un engarzamiento de situaciones espléndidas, con especial participación de un perro fiero inmóvil con mucha vida; El desconcertante momento en que Shaun y Bitzer va a la peluquería donde trabaja el granjero y este entra en pánico al no reconocer, aplaudible no caigan en los manidos flash-backs recuerdos del amnésico y abrace a la oveja; Todo el clímax final, con construcción de las ovejas y los perros a lo Equipo A del caballo para subir al granjero allí, no sin antes adormecerlo, con un jocoso tránsito por Big City perseguidos por Trumper, hasta desembocar en la Titánica lucha entre los animales y el villano; No hay que perderse los divertidos créditos finales, un extra de humor.
Los personajes principales son: Shaun, la oveja protagonista y líder del rebaño, ingenioso, pícaro, y sobre todo solidario; Bitzer, el perro guardián de la granja, es el vigilante del orden, fiel a su amo, celoso de mantener el status quo, mantiene una singular relación con Shaun; El granjero, tipo despistado, bastante sugestionable, tras sufrir amnesia por un golpe su vida un tremendo giro social; Slip, erro callejero, desaliñado y feo, de gran corazón; A. Trumper, el villano de la función, apresador de animales callejeros, disfruta vilmente de su curro, posee un arsenal de gadgets atrapa-animales.
El film derrocha sutilidad, con un tropel de referencias pop y cinéfilas salpicadas por el metraje que hará la delicia de los avispados espectadores, con guiños a “Breaking Bad”, a “Predator”, a Hannibal de “El silencio de los corderos”, a “Taxi Driver”, a “Cadena perpetua”, a "La noche del cazador", a "El cabo del miedo" de Scorsese, a “La Quimera del Oro”, o a “La Gran evasión” y por ende al propio film de los Aardman “Chicken run”, asimismo homenajean a la portada mítica de los Beatles con el grupo cruzando el paso de peatones en Abbey Road.
Notable comedia, un torbellino de imaginación que gustará a toda la familia por el amplio espectro de subtextos del que está revestida, muy recomendable. Fuerza y honor!!!
Los personajes principales son: Shaun, la oveja protagonista y líder del rebaño, ingenioso, pícaro, y sobre todo solidario; Bitzer, el perro guardián de la granja, es el vigilante del orden, fiel a su amo, celoso de mantener el status quo, mantiene una singular relación con Shaun; El granjero, tipo despistado, bastante sugestionable, tras sufrir amnesia por un golpe su vida un tremendo giro social; Slip, erro callejero, desaliñado y feo, de gran corazón; A. Trumper, el villano de la función, apresador de animales callejeros, disfruta vilmente de su curro, posee un arsenal de gadgets atrapa-animales.
El film derrocha sutilidad, con un tropel de referencias pop y cinéfilas salpicadas por el metraje que hará la delicia de los avispados espectadores, con guiños a “Breaking Bad”, a “Predator”, a Hannibal de “El silencio de los corderos”, a “Taxi Driver”, a “Cadena perpetua”, a "La noche del cazador", a "El cabo del miedo" de Scorsese, a “La Quimera del Oro”, o a “La Gran evasión” y por ende al propio film de los Aardman “Chicken run”, asimismo homenajean a la portada mítica de los Beatles con el grupo cruzando el paso de peatones en Abbey Road.
Notable comedia, un torbellino de imaginación que gustará a toda la familia por el amplio espectro de subtextos del que está revestida, muy recomendable. Fuerza y honor!!!