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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama. Comedia Adaptación de la obra homónima de José Zorrilla para el programa de televisión Estudio 1. Don Juan Tenorio es un caballero pendenciero y un seductor empedernido que recurre a toda clase de métodos para conquistar a las mujeres y, después, abandonarlas a su suerte. (FILMAFFINITY)
17 de noviembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
392/14(15/11/21) Con motivo del reciente 20 Aniversario (20/Agosto/2001) del fallecimiento del mítico actor murciano Francisco Rabal Valera, más conocido como Paco Rabal, me he decidido a ver algunas de sus actuaciones más escondidas, y me he encontrado con esta del legendario Don Juan Tenorio que hizo para la icónica serie de RTVE de adaptaciones teatrales ‘Estudio 1’, hace 55 años, obra que además he visto empujado por esa sana costumbre que ya se ha ido perdiendo, de asistir a una representación en la Noche de los Muertos (la del 31 de octubre al 1 de Noviembre), de este relato drama romántico escrito por José Zorrila, publicado en 1844, sobre un personaje creado (eso se dice) por Tirso de Molina en “El burlador de Sevilla” y “Convidado de piedra” den 1630. Aquí el director y guionista Gustavo Pérez Puig hace una adaptación muy fiel a los escritos (solo se pierden un par o tres de escenas), tratando los temas inherentes donde se critica el machismo, el código de honor, la arrogancia, el nihilismo, el fanatismo religioso, y sobre todo se alaba el amor como fuerza para redimirnos. Pero esta fidelidad termina siendo su mayor defecto, pues los tiempos teatrales no son los de la televisión, y me refiero a que su duración es demasiada en 135 minutos, estirándose y llegando con ello a hacerse pesada en su oratoria redundante en algunos tramos, no habiendo pausa para reciclar lo oído, esto aderezado por una puesta en escena más plana que un folio, todo muy de las tablas, con apenas algún primer plano, que encima resulta chirriante por su arbitrario manejo (epítome la escena del sofá entre Doña Inés y Don Juan). No hay más asidero que el verbo y por supuesto las actuaciones. Pero esto lo menciono por hacer ver lo pejigueras que soy.

Posee un trío protagonista sensacional, en las figuras totémicas hispanas de Fernando Guillén Cuervo como el antagonista, Concha Velasco en el rol de la enamoradiza novicia Doña Inés de Ulloa, y sobre todo Paco Rabal mimetizándose con emoción desbordante en el pícaro seductor homérico Don Juan Tenorio. Un Rabal que a sus fabulosos 40 años inunda la pantalla con su poderoso carisma, un Titán que apabulla con su labia viperina de verso constante, con su voz agrietada te corta, fascinante en sus diálogos, en sus réplicas y contra réplicas, en sus conmovedores monólogos en los que la fibra sensible le estalla en lagrimeo natural, arrollador en su temple, en sus artes de cortejo a Doña Inés, Imperial en sus enfrentamientos con rivales, con una mirada que arrasa, con una expresividad que hace que este gañán empatice con el espectador; Concha Velasco con 27 años da muy bien con su belleza mezclada con inocencia con su papel de obnubilada por la palabrería de manipulador de Don Juan, hace veraz su arco de desarrollo; Fernando Guillén Cuervo da luz con gallardía y fuerte carácter a Don Luis Mejia, el doppelganger de Don Juan, dos caras de la misma moneda, brillante en sus tremendos ententes, toda una delicia para el espectador oírlos combatir dialécticamente; El que se hace un hueco entre los tres es un notable Juanjo Menéndez como el ladino Tichin, criado de Don Juan, sabe embestir de mundo interior a su algo marginal personaje, demostrando que no hay papeles pequeños, si no buenos y malos actores.

Me queda un excelente acercamiento a una de nuestras míticas obras, mejorable es, pero aun con sus defectos, me ha sido degustable, sobre todo por un majestuoso Paco Rabal. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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