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Voto de Jefe Dreyfus:
5
Comedia Alan (Zach Galifianakas), Stu (Ed Helms) y Phil (Bradley Cooper) vuelven a despertarse en otra habitación de otro hotel y, para no perder la costumbre, en esta ocasión tampoco recuerdan nada. Esta vez sólo saben que están en Tailandia, adonde han viajado, junto a Doug (Justin Bartha), para asistir a la boda de Stu con Lauren (Jamie Chung). El principal problema: el hermano menor de Lauren, Teddy, ha desaparecido. Y para encontrarlo ... [+]
13 de enero de 2012
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El otro día fui al cine a ver Resacón 2, ¡Ahora en Tailandia!, cuya primera entrega me había sorprendido gratamente y con la que me había reído bastante más de lo esperado en un principio. Resacón en las Vegas se estrenó en 2009, resultando ser uno de los títulos sorpresa de ese año y se acabó convirtiendo en la comedia más taquillera de la historia del cine de Estados Unidos. Estaba claro que la secuela era tan solo cuestión de tiempo. Fui al cine, pues, con la esperanza de que esta nueva entrega resultara igual de entretenida que su antecesora y con el valor añadido de que la noche anterior había salido hasta altas horas y me había levantado con la cabeza un poco más turbia de lo habitual, con lo que entré en la sala arrastrando, todavía, una resaca que ya empezaba a languidecer. ¿Cómo se le llamaría a esto? ¿Metacine?

Resacón 2 es una de esas secuelas en las que la frase más repetida es "nos ha vuelto a pasar" y cuyo objetivo final no es el de pretender que la historia avance en ningún sentido sino, más bien, el de repetir la fórmula que tan buenos resultados había conseguido su antecesora con el propósito de lograr llenar los bolsillos de los productores de fajos de billetes, lo que, en el caso de producirse, aseguraría una nueva entrega donde toda la maquinaria se volvería a activar y así, sucesivamente, hasta que el público, a la larga, perdiera interés. ¿Cual es, entonces, el reclamo para que las masas vuelvan a acudir a las salas de cine para ver algo que ya habían visto? Pues, sencillamente, ofrecerles lo que ya conocían aumentado y corregido. En ese sentido, las respuestas a las preguntas que todo el mundo que pretenda ir a ver la película se estará formulando son: Si, es por momentos más bestia y salvaje que su antecesora; y no, no és más divertida que la primera entrega.

No se trata de que esta segunda parte pueda recordar en algunos momentos al film original. No es eso. Se trata de que esta segunda parte es exactamente igual que el film original, reproduciendo la misma trama, personajes, situaciones e, incluso, gags. Evidentemente, sin el factor sorpresa de por medio, la cosa pierde mucha fuerza y frescura, lo que se intenta solventar a golpe de mala leche y elevando notablemente el grado de casquería y depravación. Y para ello, qué mejor que Tailandia. Porque el cambio de localización termina resultando ser la única novedad realmente relevante que logra elevar el grado de hilaridad y el tono erótico festivo. Por lo demás los tres protagonistas, con sus roles perfectamente aprendidos, se encargan de que las bromas funcionen y de que los engranajes de la cinta sigan perfectamente a punto. El resultado final consigue entretener a pesar de algún que otro altibajo, pero en ningún caso consigue, ni de lejos, igualar lo conseguido con su antecesora. Nueva resaca con idéntico patrón y diferente localización. En ese sentido Bangkok no parece un lugar tan divertido como Las Vegas, pero sí mucho más peligroso y pervertido.
Jefe Dreyfus
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