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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Musical. Thriller Basada en un famoso musical de Broadway, narra la historia de Benjamin Barker, también conocido como "Sweeney Todd" (Johnny Depp), un siniestro personaje que tiene una barbería en Londres y cuya navaja de afeitar apura demasiado... (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2008
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
El feliz reencuentro de Tim Burton con su cine más oscuro, dejando atrás un periplo colorista que convenció y decepcionó a partes iguales, toma forma en un magnético musical que celebra la belleza del horror como pocas veces antes se ha visto en un cine. Un retorno sombrío, más sombrío que nunca, que sigue mostrando las inquietudes estéticas del director: violentos claroscuros, luces color ceniza, explosiones de sangre roja sobre fondo negro, peinados imposibles...Curiosamente, el tránsito por películas más felices parece haber imbuido al director de ímpetu sanguinario, porque esta película es una desbordante ordalía de asesinatos y canciones, a veces indistinguibles los unos de los otros; desde el principio hasta el final, corre la música y la sangre o la sangre y la música...así, ad infinitum.
Esto sin duda es la marca de fábrica de Tim Burton pero resulta imposible imaginar la película sin la carismática omnipresencia de un Johnny Depp en el mejor papel de su carrera, otorgando peso y sustancia a un personaje que podría haberse quedado fácilmente en mera caricatura. No sólo convierte a Sweeney Todd en una criatura de inquietante poder icónico sino que además sorprende en el plano musical con interpretaciones de muy alto nivel; sin ser un cantante extraordinario, compensa sus carencias naturales con un dominio de la expresividad y del tono asombrosos. No así su compañera de reparto, Helena Bonham-Carter, tan buena actriz como mala cantante, ni tampoco el mediocre en el aspecto lírico Alan Rickman, aunque resulte perfectamente creíble como villano.
Lo único que me impide ponerle un 8 a la película (que era la nota que había pensado inicialmente, después de darme cuenta que es muy fácil olvidar la película una vez vista) es que los diálogos que no son cantados se pueden contar con los dedos de las manos. La sobredosis de canciones -que además no son especialmente carismáticas, con alguna excepción- acaba siendo atorrante para el espectador no fanático de los musicales e incluso la potencia expresiva de algunos momentos dramáticos pierde fuelle por la cancioncita de turno. No me cabe duda que esto impresionará en un teatro, pero en cine acaba resultando bastante aburrido.
Pero a pesar de ello, "Sweeney Todd: el barbero diabólico de la calle Fleet" resulta una película notable que por momentos roza lo extraordinario y que no decepcionará a aquellos que lleven esperando durante años el regreso del Tim Burton de "Sleepy Hollow" y "Eduardo Manostijeras".
Neathara
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