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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
6
Terror. Thriller Emily Jenkins (Renée Zellweger) es trabajadora de servicios sociales. Emily piensa que en su campo lo ha visto todo... hasta que un día conoce a su nuevo y más misterioso caso, el que hace el número 39: una problemática niña maltratada de 10 años llamada Lilith Sullivan (Jodelle Ferland). Confirma sus peores miedos cuando los padres de Lilith intentan matar a la niña, su única hija. Emily la salva y decide llevársela con ella, hasta que ... [+]
22 de marzo de 2010
33 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Arrrrgh! ¡Una peli de niños diabólicos con la Renée Zellweger! Temo lo peor.

Uff, ya empezamos mal. Renée es una asistente social que ayuda a niños de familias problemáticas. ¿Me lo creo, no me lo creo? La pobre está estresadísima ¡ni un caso más! Pero claro, como es una buenaza, no puede resistirse al reclamo de una niña encantadora llamada ¡tachán! LILITH. Tócate las narices.

La interpretación de Renée hasta el momento en su línea (mediocre), poniendo morros e hinchando los carrillos para que sepamos lo abrumada que se siente, por momentos me parece ver asomar a la temible Bridget Jones. Horror. Sale por ahí el infame Bradley Cooper. No sé que tiene este hombre que en cuanto aparece me da repelús. A Renée hay que indicarle que se visite la pelu antes de rodar, que tiene unas patillacas negras que ni Curro Romero en sus mejores tiempos.

A todo esto, cuando voy a dar por perdida la cosa, empieza la juerga: Renée (lo siento, no me acuerdo como se llamaba el personaje) recibe una llamada de la cría, se presenta en su casa y presencia con horror...pero no os lo digo. Sin duda, lo mejor de toda la película.

Tras esto, la santa asistente se lleva a la nena a su casa. El resto, podemos imaginarlo: no pasan ni dos segundos antes de que Lilith empiece a hacer justicia a su nombre. Umm, esto me suena. Qué traviesilla. Ah, está pasando algo. Ostras. Joder con la cría. JO-DER.

Aquí descubro que estoy disfrutando y descomponiéndome a partes iguales. Hasta la Renée parece entrar ya en materia y Bridget Jones desaparece de golpe y porrazo, siendo sustituida por una cara de susto que es el vivo reflejo de la mía. La niña es de un hijoputismo como no se ha visto en siglos: en un combate entre Damien y Lilith, no sé por quién apostaría. Me lo estoy pasando tan mal y tan bien al mismo tiempo, que no me importan los cutres efectos digitales ni la vergonzante explicación a la conducta de la criaturita. Madre mía que canguelo cada vez que la tal Jodelle Ferland cambia de querubina a hija de Satán en un abatir de pestañas. Me agarro a mi héroe, que a su vez no suelta el cojín y en perfecta armonía conyugal, nos acordamos de los santos ancestros de la nena diabólica.

Al final, acaba la cosa* y me doy cuenta de que estoy respirando. Qué peli más mala, pienso. Pero, joder, qué mal rollo se me ha quedado. Algo tendrá.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Neathara
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