Serenity hace que las últimas pelis de Starwars parezcan las crónicas de Narnia comparadas con el Señor de los anillos. El film no es más que la continuación de la genial serie Firefly, un western futurista (esos atracos escapando en caballos, perdón... en naves) en donde abundan personajes con el carisma por las nubes como el Capitán Malcolm Reynolds, o el personaje interpretado por Adam Baldwin, que parece ser el mismo que le endosó Kubick en la chaqueta metálica (Atención a su ''Me queda un cargador, dos granadas y mis dos cojones'').

Si no has visto la serie, puedes pasarte los primeros minutos descolocado, céntrate rápido porque el ritmo ya no parará y viajarás junto a la tripulación de Serenity por todo el sistema estelar (planetas cyberpunks, cantinas starwarianas, civilizaciones zombie-espaciales...). Todo ello aderezado con una pequeña dosis (la justa) de filosofia barata, coreografías de pataditas, humor gamberro y sobre todo coherencia.

Larga vida a Firefly