Quizá esta crítica no vaya muy en la tónica del resto que se han hecho, pero intentaré explicar lo mejor posible el motivo por el que digo que como película sí, pero como serie no.

Fargo, la película, me gustó mucho, sin embargo, todo lo que en la película son virtudes, en la serie no lo son tanto.

La historia de Fargo es una "burla", una "pantomina", un gran engaño. Empezando por el "basado en hechos reales" y terminando por la construcción de la historia: descabellada, burlesca y que por momentos descoloca. Una historia ágil que en poco más de 90 minutos de metraje no deja títere con cabeza. Y "funciona", sin más.

Sin embargo, extender esta idea a una serie de 10 capítulos, en mi modesta opinión, no funciona. A Fargo, la serie, le falta ritmo, mucho ritmo. Parte de las mismas premisas y quiere construir algo similar a la película, pero el formato no se presta a ello. Pasar de 90 minutos a 600, hace que todo se ralentice, hace que el "basado en hechos reales" chirríe cada hora que pasa, y que la agilidad de la película se vaya diluyendo hasta comerse los méritos de la serie.

En el apartado de méritos: el reparto, muy bueno, sobre todo Thornton; la fotografía y las ubicaciones que te llevan a paisajes helados que crean desasosiego; el tono de burla que sigue presente, ... Pero insisto, que para mí, todo lo eclipsa una gran falta de ritmo, altibajos constantes que hacen que lo que en menos metraje funcionara perfectamente, aquí no lo haga tanto. Quizá con una miniserie de 4 capítulos hubiese sido más que suficiente o quizá es que Fargo como formato no da más de sí. No obstante, lo que tengo claro es que en comedia negra actual prefiero con creces Lilyhammer.

En definitiva, tras leer las críticas me esperaba bastante más, pero en mi opinión no está a la altura, por mucho que haya magníficas actuaciones y por mucho que tenga momentos buenos.