Primer largometraje de su director tras haber participado en la antología Minutes Past Midnight (2016), y protagonizada por el jovencísimo James Quinn Markey (Vikingos) y Seána Kerslake (Dublín Old School, 2018) en el papel de madre e hijo.

Una noche, el hijo más joven de Sarah (Seána Kerslake) desaparece entre la maleza que hay tras su casa rural. Aunque parece ser la misma persona cuando regresa a casa, su comportamiento comienza a ser cada vez más errático. Pronto, Sarah descubre que puede que el niño que ha vuelto no sea su hijo...

Esta película que mezcla drama y terror, nos cuenta principalmente la relación de una madre con su hijo, tema recurrente presente en otras cintas de terror como la genial Babadook (Jennifer Kent, 2014), claro está con algo más de por medio. Con un ritmo un poco pausado pero correcto, Bosque Maldito juega con la posibilidad de que el problema que se plantea sea real o no, para, en su tramo final, adentrarse de lleno en un terror que funciona de maravilla. El problema que se puede presentar al ver esta película es lo trillada que se ve gran parte de la trama sobre lo bien llevada que está, pudiéndose observar similitudes con otras cintas muy recientes como The Prodigy (Nicolas McCarthy, 2019) y muchas otras.

Bosque Maldito es una buena película que se sitúa entre los títulos a tener en cuenta este año, y además es un excelente primer largo para su director Lee Cronin, al que habrá que seguirle la pista.

Nota personal 7/10

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