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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · São João dos Angolares
Voto de DrJuve:
2
Comedia. Drama Crónica del encuentro entre dos mundos antagónicos: el de Georges (Pascal Duquenne), un hombre con Síndrome de Down, y el de Harry, un ejecutivo (Daniel Auteuil). Harry, que se nutre única y exclusivamente de la artificialidad del pensamiento positivo, no se imagina cuánto puede aprender de Georges. El octavo día, ése que no figura en ningún calendario, representa el choque entre el orden y la anarquía, la razón y la locura. (FILMAFFINITY) [+]
9 de diciembre de 2011
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El concepto es simple: Tomar una persona “diferente” que inspire ternura y consiga aflorar los sentimientos de los espectadores, a este personaje se le unirá su opuesto: éste tendrá que ser egoísta, egocéntrico, estresado, altanero y con escasa tendencia a la sonrisa. Los acontecimientos tendrán que unirlos hasta que el personaje “diferente” logre estimular los buenos sentimientos de su compañero. Ok, tenemos nuestra película.

Sin embargo el producto final es desastroso, a Daniel Auteuil se lo ve incomodo en todo momento, se lo nota inconforme con su personaje y tal vez con la película. Pascal Duquenne logra una actuación adecuada y si la película no funciona, no es su culpa, la responsabilidad total recae en el director Jaco Van Dormael, al cual no se le discute su talento como tal, pero como guionista comete un desatino tras otro.
Para comenzar denomina al personaje de Duquenne con el apelativo de “mongólico”, un término peyorativo y políticamente incorrecto, que solamente expresa la ignorancia supina de quien escribió el guión. Este término ha entrado en desuso hace años, es más, en 1965 la OMS modificó este término a petición de la delegación de Mongolia.

Hasta el momento en que los protagonistas principales se conocen y conectan la película funciona, a partir de este momento el argumento cae en picada, escenas innecesarias, situaciones inauditas, inexplicables e improbables, suceden una tras otra. Y es que a Jaco Van Dormael se le acabaron las ideas, ya no sabe como extraer otra lágrima fácil y en una muestra de desesperación creativa recurre a más personajes “diferentes” que nunca empalman con una historia, que a esta altura ya es fatídica.

He conocido a varias personas con éste síndrome, poseen una personalidad tranquila, tienen escasa iniciativa, son sociables y sobretodo son personas altamente afectuosas y amables, pero el personaje que crea Dormael es irascible, terco e impetuoso, rasgos que bien podría tener una persona con Síndrome de Down, pero se equivoca al explotarlas en demasía, cuando las características amables y afectivas de “Georges” exaltan a su personaje y constituyen la parte tierna del film.

Esta es una película muy sobrevalorada, con una votación altísima para lo que en realidad representa, y lo que me resulta irónico es que la mayoría de los protagonistas de este film habrían escrito un mejor guión.

Dr.Juventus
DrJuve
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