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España España · O Carballiño
Voto de odaesu:
8
Comedia. Drama A Ryan Bingham (George Clooney) lo contratan las empresas para reducir personal, porque es un experto en despedir gente. Desde hace tiempo, Ryan vive despreocupadamente viajando por todo el país. Puede llevar todo lo que necesita en una maleta con ruedas y es un miembro mimado de todos los programas de fidelización de viajeros que existen. Sin embargo, Ryan no tiene nada auténtico a lo que aferrarse. Cuando se siente atraído por una ... [+]
7 de enero de 2010
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Up in the air es genéricamente hablando una comedia dramática como Lost in translation o Sideways, aunque al contrario que estas está mucho más inclinada al dolor que a la risa. Es una película seria que te saca las carcajadas con una especie de sacacorchos psicológico, pero sobre todo es un film dulce, que sin estridencias ni grandes golpes de efecto te seduce lentamente, y aunque su efecto no se note al instante, deja tras de si una complicadísima resaca emocional, cuyos límites son intrínsicos al individuo que la padezca.

Esta tercera película de Jason Reitman posiblemente sea la más madura y la más serena, la más tranquila y la más meditada, y no por ello la menos viva. Tiene diálogos mucho menos ingeniosos que los escritos por Diablo Cody en Juno pero sin embargo tiene unos personajes más complejos. El Ryan Bingham en el que se transforma George Clooney (capaz de moverse entre Spencer Tracy y Cary Grant siendo más que nunca él mismo) es lo mejor que le ha pasado a la comedia dramática USA desde aquel actor fracasado perdido en si mismo que personificaba Bill Murray en Lost in translation. Como él, Ryan Bingham es un paria, que reniega de su hogar y huye de su familia, que se encierra en sí mismo mientras se rodea de extraños en hoteles y barras de bar. Pero como a este, alguien resquebraja su coraza, alguien con nombre de mujer: Alex Goran (Vera Farmiga, hermosa, cálida, brillante) y Natalie Keener (Anna Kendrick, la reencarnación de las penas que arrastra toda su generación, mi generación). Y a partir de aquí asistimos al derrumbamiento de un hombre derrotado, de un looser sentimental disfrazado de capitán de equipo de fútbol americano. Y podríamos decir que resulta desolador, pero estaríamos mintiendo, porque es justamente de esto de lo que habla la película de Reitman: de la destrucción como única salida viable ante el encierro, del cuestionamiento vital como arma con la que afrontar el miedo a lo desconocido, a los sentimientos aplastados por lo artificioso de la vida moderna y sus exigencias profesionales.

En el fondo, Up in the air cuestiona el mundo en el que vivimos, las relaciones humanas que establecemos y los horizontes erróneos que construimos por culpa de nuestra incapacidad para buscar la felicidad acompañados de otras personas que se escapan a nuestro control y a nuestros procedimientos analíticos. Up in the air nos pregunta ¿qué tipo de vida tenemos? y ¿cual queremos tener?.
odaesu
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