Y de nuevo aparece Fede Alvarez para contestar a la pregunta de la década: Qué puñetas pintamos los hombres en este mundo. Con un marcado acento jamesbondiano, que comienza ya en unos créditos que podían haber sido firmados por el mismo Maurice Binder, y eso sí, una trama sin garra lenta y aburrida, a base de análisis de sistemas, transferencias de datos ( qué sopor), espionaje y tíos malos que se hacen caquita y pis en el pañal solo con que la Salander les mire a los ojos ( Bueno, la Salander y cualquier otra mujer) Alvarez nos presenta la historia de la detective justiciera que es el terror del cromosoma XY, y que, no por casualidad ¿O sí? pertenece al colectivo LGTBI, pero para demostrar lo alejada que está de la inmadurez del macho cabrío, se beneficia, no a otra mujer inteligente o proactiva, sino a una macizorra, a la que , por cierto, trata con una displicencia cimeriana. porque sí..porque ella sí puede.
Por favor, hoy más que nunca hace falta un guionista que imagine a un protagonista varón vengador de hombres, contra todas las hijas de puta de este mundo. (Yo he conocido a unas cuantas..Qué sorpresa ¿eh?? Desde luego no serán todas las que están...Pero ya se encargaría el susodicho de que estén todas las que son.....