Es muy difícil hablar sobre esta película, podía decir y no me equivocaría: que Michael Keaton está en su mejor momento y se come lo que se le viene encima preparado, entiéndase que hablo de su gran regreso, y es que tras ser el mejor Batman echamos de menos a este gran actor al que tanto apreciamos.
Podía decir también, y seguiría sin equivocarme, que es una obra maestra, que es impresionante el duelo Keaton-Norton, que la atmósfera está creada a la perfección, que es muy desconcertante al tratarse de actores que interpretan a actores. Que qué cabrón este director que piensa en Keaton para el papel, muy apropiado desde luego y que interpreta sin prejuicios. Tal vez ahí este parte de la maestría, no soy amigo íntimo de Michael, pero el personaje vive una situación que a él le resulta familiar, hacía tiempo que no veíamos a este genio tras las cámaras.
Puntúo más si cabe, ¡nunca basta!: la fotografía es exquisita, están todos los actores espléndidos, me ha gustado también mucho Emma Stone, me ha sorprendido gratamente. Una película para ver una y otra vez, estoy deseando volver a verla y pagar todas las entradas que haga falta.
¿La trama de la película? ¡Que la cuente otro!, aparte de la sinopsis, a la que no hice el mayor caso, prefiero ir sin saber nada muchas veces.
¡Descúbrela y no te dejes guiar por críticas de gente tóxica! A mi lado había una pareja aburrida, se pensarían que iban a ver una peli de superhéroes...