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Voto de Dora:
8
6,8
477
Drama
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Irena Sendler, una empleada del Departamento de Bienestar Social de Varsovia, se sirvió de su trabajo para organizar un grupo de personas, cuya misión consistía en evitar que los niños judíos del gueto de Varsovia fueran conducidos a los campos de exterminio. (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película relativamente corta realizada como telefilm; trata sobre el lapso de vida de Irene Sendler, desde cuando durante la invasión nazi a Polonia, siendo Irene empleada del Departamento de Bienestar Social de Varsovia, arriesgó su vida para sacar niños judíos del gueto y entregarlos a una organización, que mediante una red solidaria se ocupó de impedir que fueran llevados a los campos de concentración. La película termina contando lo acontecido poco tiempo después de que Irena fue detenida y torturada por los nazis debido a su actividad en el gueto y con la intención de que delate a los miembros de la organización que integraba.
La narración logra captar el interés reflejando con claridad el ímprobo accionar de Irena y de sus compañeros, gracias a cuya valentía y sacrificio salvaron la vida de miles de niños.
Los hechos están contados con bastante apego a la realidad y los actores están muy bien en sus papeles. La actriz que encarna a Irene (Anna Paquin), tiene un semblante similar al que tendría Irene a la edad en que trabajaba en el gueto. Entre el elenco encontramos a Ruby Bentall (que vimos recientemente haciendo papeles en Poldark y Downton Abbey), solvente en el rol de una de las colaboradoras de Irene. Se destaca Michelle Dockery (la sofisticada Mary de Downton Abbey) en su papel de Éwa Rozenfeld, una madre sumida en una angustia desgarrante, porque para evitar evitar la muerte de su hija a manos de los nazis, tiene que entregársela a Irena, sabiendo que no volvería a verla nunca más.
Esta realización es muy meritoria por haber sido dedicada a contar parte de la vida real de una mujer extraordinaria, no muy conocida a pesar de su increíble entrega a lo que consideró justo y humanitario.
La narración logra captar el interés reflejando con claridad el ímprobo accionar de Irena y de sus compañeros, gracias a cuya valentía y sacrificio salvaron la vida de miles de niños.
Los hechos están contados con bastante apego a la realidad y los actores están muy bien en sus papeles. La actriz que encarna a Irene (Anna Paquin), tiene un semblante similar al que tendría Irene a la edad en que trabajaba en el gueto. Entre el elenco encontramos a Ruby Bentall (que vimos recientemente haciendo papeles en Poldark y Downton Abbey), solvente en el rol de una de las colaboradoras de Irene. Se destaca Michelle Dockery (la sofisticada Mary de Downton Abbey) en su papel de Éwa Rozenfeld, una madre sumida en una angustia desgarrante, porque para evitar evitar la muerte de su hija a manos de los nazis, tiene que entregársela a Irena, sabiendo que no volvería a verla nunca más.
Esta realización es muy meritoria por haber sido dedicada a contar parte de la vida real de una mujer extraordinaria, no muy conocida a pesar de su increíble entrega a lo que consideró justo y humanitario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Como consecuencia de las torturas Irena Sendler quedó con graves lesiones en sus piernas y tuvo que estar en silla de ruedas hasta su muerte.
Luego de la guerra Irena fue hostigada por el régimen comunista que gobernó Polonia hasta 1989.
En 1965, el "Yad Vashem", institución judía encargada de mantener la Memoria del Holocausto, le otorgó la distinción de «Justo entre las Naciones», su nombre se inscribió en el Muro de Honor del Jardín de los Justos en Jerusalem y la nombraron ciudadana honoraria de Israel.
En 2003, a sus 93 años, la República de Polonia le entregó la más alta condecoración polaca, la Orden del Águila Blanca. Ese mismo año, la Asociación de los Niños del Holocausto la propuso al Premio Nobel de la Paz, que finalmente fue adjudicado a la abogada iraní Shirin Ebadi, por su accionar en pro de los derechos de las mujeres.
En 2006, la Federación de Trabajadores Sociales la distinguió "por sus actos humanitarios durante la II Guerra Mundial".
Irena fue propuesta nuevamente al Premio Nobel de la Paz en 2008 por el gobierno de Polonia, con el apoyo del Estado de Israel. Esta vez el premio fue entregado al vicepresidente norteamericano Al Gore por su prédica contra el cambio climático. Una vez más en la evaluación de los méritos para acceder al Nobel de la Paz, prevaleció el enfoque político sobre el humanitario. Irena murió en mayo de 2008 a los 98 años.
Luego de la guerra Irena fue hostigada por el régimen comunista que gobernó Polonia hasta 1989.
En 1965, el "Yad Vashem", institución judía encargada de mantener la Memoria del Holocausto, le otorgó la distinción de «Justo entre las Naciones», su nombre se inscribió en el Muro de Honor del Jardín de los Justos en Jerusalem y la nombraron ciudadana honoraria de Israel.
En 2003, a sus 93 años, la República de Polonia le entregó la más alta condecoración polaca, la Orden del Águila Blanca. Ese mismo año, la Asociación de los Niños del Holocausto la propuso al Premio Nobel de la Paz, que finalmente fue adjudicado a la abogada iraní Shirin Ebadi, por su accionar en pro de los derechos de las mujeres.
En 2006, la Federación de Trabajadores Sociales la distinguió "por sus actos humanitarios durante la II Guerra Mundial".
Irena fue propuesta nuevamente al Premio Nobel de la Paz en 2008 por el gobierno de Polonia, con el apoyo del Estado de Israel. Esta vez el premio fue entregado al vicepresidente norteamericano Al Gore por su prédica contra el cambio climático. Una vez más en la evaluación de los méritos para acceder al Nobel de la Paz, prevaleció el enfoque político sobre el humanitario. Irena murió en mayo de 2008 a los 98 años.