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Andorra Andorra · Andorra la Vella
Voto de directorscut:
7
Drama Elmer Gantry (Burt Lancaster) es un hombre atractivo, oportunista y absolutamente inmoral. Tras asistir, por casualidad, a una reunión religiosa, se da cuenta de lo fácil que es ganar dinero como predicador y se convierte a la religión Evangélica. Con la hermana Sharon Falconer (Jean Simmons) a su lado, Elmer pronuncia unos estremecedores sermones que le permiten conseguir fama y dinero. Pero un periodista (Arthur Kennedy) sigue sus ... [+]
28 de octubre de 2009
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo hacer otra cosa que rendir pleitesía a Richard Brooks, un cineasta comprometido socialmente que toda su filmografía está plagada de compromiso y reivindicación social. “El Fuego y la Palabra” es una de las mayores muestras de manifestación del realizador de “Semilla de Maldad” por la expresión de sus ideales. Su mensaje es valiente, ambiguo e implacable, pero quizás el tiempo haya afectado demasiado a su calidad.

Lo mejor de este tipo de films, es que su mensaje sigue siendo muy contemporáneo, comprometido y polémico, otorgan la capacidad de estarse horas hablando y discutiendo intercambiando opiniones. Es innegable que el film proporciona eso, pero su crítica, implacable y arrolladora en su época, sus casi cincuenta años la han ablandado un poco.

El film se deja ver de forma muy amena, pero no transmite demasiada fuerza en su contenido o por lo menos de forma progresiva, sino que su atronadora robustez reside en una serie de momentos concretos, en especial con los momentos donde Burt Lancaster tiene la oportunidad de lucirse, es innegable que el actor aprovecha todas sus oportunidades de aparición en pantalla. En ese aspecto, los seguidores de Lancaster quedarán más que saciados.

“El Fuego y la Palabra” hace una exhaustiva mirada hacia los medios de comunicación, como el periodismo, y de su gran poder ejecutor en la conducta y mentalidad de la sociedad, capaz de mover montañas donde la política resulta débil. Quizá el mayor problema del trabajo de Brooks es que no se termina por determinar las verdaderas intenciones del papel de Lancaster, es un hombre rastrero y pendenciero, enamorado de una mujer, la cual es el eje por el que el personaje protagonista hace todo lo que hace, pero no se termina por determinar si la transformación y madurez de Lancaster es verdadera.

Lo mejor es el modo en como ofrece su visión de una sociedad hipócrita, con la terrible necesidad de sujetarse a alguien o a algo para poder seguir adelante. Estamos ante una fuerte crítica que debió de ser voraz y precoz en su época, pero el tiempo la ha suavizado, aunque sólo en parte. No deja de ser un film recomendable para todo seguidor del trabajo de Brooks y de Burt Lancaster, con un papel de lo más descarnado.
directorscut
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