Haz click aquí para copiar la URL
España España · Bilbao
Voto de HHH:
7
Western. Romance Intentando huir de su pasado, Charley Waite, Boss Spearman "Button" y Mose Harrison conducen ganado por las grandes praderas. Sus ideales son la justicia y la lealtad y procuran por todos los medios evitar la violencia. Pero su visita a Harmonville, una ciudad fronteriza dominada por un poderoso y despótico ranchero a cuyo servicio trabaja el corrupto sheriff local, cambiará sus vidas y los obligará a utilizar las armas en una desigual batalla. (FILMAFFINITY) [+]
28 de julio de 2008
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he considerado la sobriedad un valor cinematográfico de primer orden. Frente a los directores que se ven obligados a esconder sus carencias en el martilleo de un montaje acelerado, una planificación corta o la estridencia de los efectos visuales y sonoros, es de valorar que haya todavía directores que se tomen las cosas con calma, que se paren a pensar qué quieren contar y cómo lo quieren hacer. Creo que la idea del cine de Kevin Costner pertenece a este último grupo de directores. Y lo digo a sabiendas de que ha hecho más de una película fallida y pese a que “Open range” dista mucho de acercarse al nivel de alguno de esos westerns solidísimos, secos, de antaño: la idea del cine que muestra Costner y su forma real de hacerlo lamentablemente no coinciden.

“Open range” supone el retorno de Costner al territorio en el que mejores resultados críticos cosechó. Fue gracias a “Bailando con lobos” (1990). Aquí, el actor Kevin Costner se arropa de un veterano como Robert Duvall, que encarna aquí el personaje de un viejo vaquero, Boss Spearman, que conduce a su ganado a través de las inmensas praderas del medio oeste estadounidense. Vive gracias a una trashumancia polémica, que no tarda en chocar con los intereses de un terrateniente que tiene atemorizado a todo un pueblo, y cuyos habitantes se muestran incapaces de rebelarse.

Junto a Boss hay un ex pendenciero llamado Charlie Waite (Kevin Costner), un forajido que ha pasado a una mejor vida, más en paz consigo mismo. Y en el desequilibrio de esa paz interior –que en parte es apatía, y en parte penitencia autoimpuesta– estalla el conflicto que mueve “Open range”. El ex pistolero se ve obligado a recordar sus malas (pero efectivas) artes para poner a salvo su vida, la de su amigo y –sobre todo– la de su amada. Annette Bening resuelve con eficacia un papel clásico del cine del oeste: el de la mujer que espera con ligeras variaciones políticamente más correctas a día de hoy.

Costner lleva su película pausadamente. Hay exceso de planos estilo “Marlboro”, de apabullante perfección estética, de corte publicitario; también hay un incuestionable esfuerzo por hacer un retrato amable de la naturaleza, de los paisajes y de las praderas. Lleva su película con tranquilidad pero se perciben mutilaciones de sala de montaje y, sin embargo, planos que sobran: descompensación. “Open range”, que recopila situaciones que se dirían extraídas de westerns de Hawks o de Wellman, se sitúa en realidad en una vertiente casi posmoderna del género: conoce los referentes, los mezcla a conciencia con motivos personales, una planificación excesiva en no pocos momentos, un ritmo que tarda en aparecer... La película resulta atractiva más por sus personajes y por las situaciones que retrata que por el buen hacer de un Costner al que, probablemente, con algo menos de empalago en su estilo visual y algo menos de recorte en la sala de edición, le habría quedado un film a la altura de su debut en la dirección.
HHH
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow