Si podemos tener alguna esperanza de que Halo pueda convertirse en todo un fenómeno cinematográfico es gracias a esta miniserie, convertida ahora en película uniendo sus cinco episodios sin que notemos los cortes.
El presupuesto tan corto era una limitación, pero aún así y contra todo pronóstico han salido airosos, consiguiendo un producto de ciencia ficción bastante decente. Dejando claro que quieren ofrecer entretenimiento sin grandes pretensiones.

La película así se divide en dos partes, una primera bastante convencional, donde nos muestran el entrenamiento de los cadetes que sueñan con ser marines, personajes tópicos con sus problemas personales y amorosos, pero que al final logran simpatizar con el espectador. Y una segunda parte más enfocada a la acción, donde se guardan el grueso de los efectos visuales, que sin llegar al nivel top de la industria cumplen con nota.
La banda sonora se deja notar en los momentos de más emoción, sin faltar escenas de suspense o sorpresas para los fans de Halo.

En definitiva, da lo que promete, que la hora casi y media que dura se pase volando, con una buena recreación, superando las expectativas de ambientación y efectos visuales que teníamos al conocer ese presupuesto tan bajo. Para mí, han conseguido mucho con muy poco.

Lo mejor: Muy entretenida, ambientación y efectos tratados con esmero, la banda sonora en momentos puntuales y la última media hora, un regalo para los fans.

Lo peor: Tarda un pelín en arrancar, con un guión que chirría en ciertos momentos. Ha faltado arriesgar un poco más.