Tal y como yo la veo, esta película es un burdo intento de imitar una fórmula que en su momento fue fresca, entretenida y con gran impacto tanto para los fans del baloncesto como para los seguidores de los dibujos animados de la Warner.

Son tantos los aspectos en que este filme ha fracasado estrepitosamente, que no sé ni por dónde empezar:

Por el guión frívolo e insípido que te deja indiferente tanto en mensaje como como en contenido general, seas adulto o niño; por la interpretación nefasta de LeBron que nada tiene que ver con la de Jordan en la primera entrega a pesar de tener el film el mismo carácter desenfadado; o por el show de luces y colores y efectos de 3D innecesarios de los que han sobrecargado la película.

Si señores de la Warner Bros, sabemos que también sabes animar en 3D, pero no por hacer un cúmulo semi-epileptico de luces y efectos, vais a conseguir que los nostálgicos, como un servidor que vieron la primera entrega de niños, abramos la boca. Más bien lo contrario.

No os dais cuenta que con la sencilla aparición de los Looney Tunes con el timing adecuado o una simple y llana cámara lenta a un lanzamiento de Jordan; la primera entrega ya nos tenía embelesados mirando a la pantalla, mientras que ésta, genera más indiferencia que otra cosa ante la vida y modus operandi tanto de los protagonistas como del antagonista...

Y por favor por último y más importante. Si podéis contratar a un guionista medianamente gracioso y mínimamente original, ya sería la leche. Porqué nada tienen que ver los Looneys de esta película, con los que yo vi de niño.
En resumen, otro desperdicio de dinero y tiempo.