En mi círculo de "Frikis malitos" no podemos dejar de pensar en una película de orígenes de la "Viuda Negra" cuando vimos el trailer de ésta. No es el tono de Marvel (Disney) de ahora ni lo más mínimo, pero si de ese Marvel que no miraba tanto el público objetivo y querían adaptar los imposibles cómics a pantalla grande, con la de burradas que había en el contenido, que en pantalla eso no te lo dejan pasar ni en el primer montaje.
Lawrence está propia para el papel que le ha tocado interpretar y te la puedes incluso creer. Aparte de las escenas subidas de tono que harán la delicia de los fans, la cara que pone está propia: Fría, distante, intensa y sin sonreír. Es lo que se supone que ha visto el personaje y lo que tiene que seguir transmitiendo. Y para eso, está propia. Schoenaerts se han esforzado en hacerle clavado a Putin. ¡Es que es Putin! Importante parecido que roza la mofa constante, porque es verlo e imaginarte al otro loco cabalgando un oso pardo a pecho descubierto por los bosques de Siberia. Bastante potente en ese papel que le toca hacer de tío de la protagonista y cómo tira de los hilos para que la muñeca baile por donde él quiere. Edgerton cumple con su papel, sin pena ni gloria y me sorprendió ver a Jeremy Irons, que últimamente es aparecer ese nombre y saber que la película va a ir cuesta abajo, pero no es éste el caso, por suerte.
Una película de espías bastante al uso, que cuenta con lo obstinada que es la protagonista y cómo la lucha del personaje por sobrevivir la convierte en algo que es prácticamente irrompible. No es película como para pensar que va a cambiar el cine de espías. Para nada. Pero es una película potente que puedes ver muy a gusto y no salir decepcionado para nada, porque visto lo visto en las carteleras, es de lo mejor que puedes ver ahora mismo.