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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Serie de TV. Drama Serie de TV (2016-2023). Basada en la exitosa obra de teatro de Peter Morgan, 'The Audience', cuenta la historia de la última reina de Inglaterra, Isabel II, y de la relación entre dos de las direcciones más famosas del mundo: el Palacio de Buckingham y el número 10 de Downing Street, con las intrigas, amores y maquinaciones detrás de los eventos que forjaron la segunda mitad del siglo XX. Dos casas, dos cortes, una corona. Cada ... [+]
12 de mayo de 2020
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Crown

He disfrutado lo indecible y más con esta maravillosa serie que Netflix ofrece a sus abonados. Las tres temporadas de “The Crown” son, literalmente, un verdadero festín para todos aquellos cinéfilos que aprecian la elegancia, sutileza y el valor de las cosas bien hechas o, lo que es lo mismo, el incontestable dominio en el que brilla la excelencia.
Merced a una caprichosa carambola con la que los dioses juegan, se divierten y manipulan el destino de los hombres, Isabel II es coronada como reina del Imperio Británico a los 25 años de edad. Porque la joven Isabel apenas ocupaba la tercera posición en la línea de sucesión por detrás de su tío Eduardo VIII y de su padre Jorge VI. Así que, cuando, inesperadamente, Eduardo abdica al trono, su hermano menor Jorge le sucede y muere prematuramente en 1952 a la edad de 57 años víctima de un cáncer de pulmón. Y entonces sí, la pesada carga recae en su primogénita Isabel quien es ungida un año más tarde en la milenaria y sepulcral Abadía de Westminster, mediante una fastuosa ceremonia que por primera vez en la historia, fue televisada urbi et orbi. La serie narra los últimos meses de Eduardo VI y los primeros 25 años del reinado de Isabel II, es decir, hasta su jubileo de plata en 1978.
“The Crown” no concede prerrogativas -prueba irrefutable es el descomunal enfado de la propia reina ante alguno de sus episodios-, respira honestidad, exhibe rigor narrativo, lo que convierte la serie en un adictivo relato biográfico. La sólida estructura del guion, con sus efectivos y bien planeados saltos en el tiempo, permiten su fácil comprensión y supone una muy didáctica y amena lección documental, no sólo del Reino Unido, sino de los acontecimientos más relevantes que, paralelamente, irían transformado el mundo durante un cuarto del pasado siglo.
Impresiona la impecable ambientación, su envolvente banda sonora, los majestuosos escenarios y la incomparable belleza de los paisajes a través de una cuidada y deslumbrante fotografía; maravilla también el desfile -la lista es interminable- de magníficos actores perfectamente ajustados al carácter y personalidad -incluso física- de sus personajes; y, finalmente, la hondura de los diálogos a través de un lenguaje sofisticado, culto, inteligente y sabrosamente condimentado de chispeante ironía, completa esta colorida y vivaz sinfonía.
Podría continuar ad eternum desgranando los mil y un aciertos de una de las producciones -los ingleses rara vez fallan cuando se retratan a sí mismos- más absorbentes y sugestivas que haya visto; te atrapa, es elegante, entretenida y no desfallece en ningún momento. Establece desde el primer capítulo un inexplicable vínculo con el espectador y esa correa de transmisión funciona con prodigiosa eficacia hasta la consumación de la última escena. “The Crown” resulta tan recomendable, mis improbables lectores, como el apremiante consejo de salir huyendo a toda prisa del asfixiante y opresivo clima que envuelve a la emblemática familia de los Windsor.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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