Woody puede perder años de vida, pero nunca genialidad, esta y como la gran mayoría de sus obras es una pieza, el simple hecho de que cada linea del guion tenga aunque sea una mínima referencia o comentario inteligente hacen de la película divertida de ver en todo momento, sobre todo para las mentes mas entendedoras que no encuentran satisfacción en el cine en el que burdos efectos especiales y otras distracciones son lo único elaborado. A parte, sarcasmo, perfectamente implementado en todo el libreto y que es costumbre en las películas de Allen. Se puede extraer algo particular de esta, y es que es clara su critica al fanatismo, una critica al desuso de la lógica y la razón, y para realizar esta objeción teatralizada no pudo faltar de acompañante la astucia una mujer, una muestra de la facilidad que ellas tienen para engañar al hombre con unos pocos simples movimientos y encantos no mágicos. Me he dado cuenta que las peliculas de Allen, si las vemos como un todo, son las enseñanzas del autor sobre sus experiencias propias de vida, y en un vida como al de el, no las podríamos tomar como menos de lo que son: grandes aprendizajes.