Maravillosa película rodada en aquella época donde todavía se sabía hacer cine y es.
.Y es que todo lo que busques en el género aventurero te lo ofrece esta película: acción, sorpresa, amor, tonos cómicos, y sobre todo, grandes intepretaciones de Granger rompiendo convencionalismos como un familiar gemelo del rey mucho menos que probable (ambos roles interpretados con él) que tiene que pasarse por él en un momento de crisis política y privada del monarca.
Por supueso todo irá bien, hasta que nuestra damisela Deborah Kerr acostumbrada a aparecer dejándonos a todos con la boca abierta le descoloca los planes. Deborah está débil, pero su presencia magnética de princesa de cuento de hadas y su figura perfecta hacen que la amemos como la heroína destinada a no ser más que carne de cañón de los protagonistas masculinos, que le cortan protagonismos.
Los diálogos son lo peor, pero se solventa al tener al menos varias escenas de acción medio decente, mientras la
entretenida historia va pasando y todo sale como tiene que salir.