La película vale más la pena como película de problemas de parejas que como una cinta de superhéroes. Ya que las escenas que valen más la pena o que pueden ser rescatables es cuando discuten Venom y Eddie Brock. A pesar de que me encanta Woody Harrelson como actor aquí está totalmente desaprovechado. Respecto al personaje de Carnage, lo que conozco de él es que es una máquina de matar sin compasión, y aquí no se ve mucho de eso, está demasiado contenido.

Lo realmente importante es la escena post-créditos, que solo servirá de justificación para los eventos que puedan producirse en las próximas películas del universo de Spider-man y tampoco es algo que no pueda entenderse sin tener que haber visto los 90 minutos anteriores.

En conclusión, si no te gusto la primera, esta es bastante peor. No creo que se merezca el suspenso, pero aprueba muy justo. Seguramente te rías de lo mala y sin sentido que puede llegar a ser que por lo que te muestra en pantalla. Ideal para verla con amigos e ir comentado lo que está pasando, ya que vuestras bromas seguro que no silenciaran ningún diálogo importante para la trama porque de eso no tiene la secuela del simbionte.