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Voto de 2stepgarage:
8
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Drama
John, un limpiador de ventanas de 34 años, dedica su vida a criar a su hijo Michael, un niño de cuatro años a quien su madre abandonó justo después de nacer. Ambos llevan una vida simple, elaborada a través de rituales diarios, en una relación de amor sin fisuras. Por desgracia, a John sólo le quedan unos cuantos meses de vida. Dado que no tiene familia, decide invertir los días que le quedan en buscar una nueva familia que adopte a ... [+]
25 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica, inteligente y reivindicable película. Por fortuna no leí la sinopsis antes de verla, pues anticipa algo que el director no tiene intención de revelar hasta bien avanzado el metraje. La historia se plantea como un drama social sin caer en el melodrama, desarrollando con sutileza el conflicto psicológico que abruma al protagonista.
John, un limpiador de ventanas de 34 años, dedica su vida a criar a su hijo Michael, un niño de cuatro años a quien su madre abandonó justo después de nacer. Ambos llevan una relación de amor sin fisuras, pero John emprende la búsqueda de una nueva familia para Michael.
El espectador sigue la historia como si fuera el niño, sin conocer el porqué. El director se esfuerza en oscurecer e incluso confundirnos sobre los motivos de John. Por un lado, se idealiza la relación de amor paterno-filial pero, por otro lado, el padre está planificando el abandono del niño. John nos desvela que no quiere que a su hijo le pase como a él, lo que sugiere la tesis de la motivación socio-económica, que también se insinúa con alguna situación en la que John es tratado con desprecio y prepotencia por su humilde condición. Pero la situación no encaja con el amor que siente por su hijo. Todos parecen conocer los motivos de John, salvo el pequeño y los espectadores que desconocemos la sinopsis y nos preguntamos si acaso la adopción no será cosa de los servicios sociales.
Por la película desfila un carrusel de familias de distinta condición que se postulan como candidatas a la adopción de Michael. El director hace con el público lo que el padre con el hijo, para que lleguemos a la explicación a través del viaje de padre e hijo en el que se nos presentan todas las situaciones posibles. En un momento dado, la pareja más antipática llega a verbalizar el desencaje, aunque referido a la madre ausente: “No sé como una madre puede abandonar a su hijo”. La sucesión de secuencias sobrias y planos de gran naturalidad, sin florituras ni adornos musicales, nos revela sin estridencias el porqué. Me atrevo a decir que así hubiese filmado Ozu el suspense.
John, un limpiador de ventanas de 34 años, dedica su vida a criar a su hijo Michael, un niño de cuatro años a quien su madre abandonó justo después de nacer. Ambos llevan una relación de amor sin fisuras, pero John emprende la búsqueda de una nueva familia para Michael.
El espectador sigue la historia como si fuera el niño, sin conocer el porqué. El director se esfuerza en oscurecer e incluso confundirnos sobre los motivos de John. Por un lado, se idealiza la relación de amor paterno-filial pero, por otro lado, el padre está planificando el abandono del niño. John nos desvela que no quiere que a su hijo le pase como a él, lo que sugiere la tesis de la motivación socio-económica, que también se insinúa con alguna situación en la que John es tratado con desprecio y prepotencia por su humilde condición. Pero la situación no encaja con el amor que siente por su hijo. Todos parecen conocer los motivos de John, salvo el pequeño y los espectadores que desconocemos la sinopsis y nos preguntamos si acaso la adopción no será cosa de los servicios sociales.
Por la película desfila un carrusel de familias de distinta condición que se postulan como candidatas a la adopción de Michael. El director hace con el público lo que el padre con el hijo, para que lleguemos a la explicación a través del viaje de padre e hijo en el que se nos presentan todas las situaciones posibles. En un momento dado, la pareja más antipática llega a verbalizar el desencaje, aunque referido a la madre ausente: “No sé como una madre puede abandonar a su hijo”. La sucesión de secuencias sobrias y planos de gran naturalidad, sin florituras ni adornos musicales, nos revela sin estridencias el porqué. Me atrevo a decir que así hubiese filmado Ozu el suspense.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En un momento posterior de la película, una candidata soltera confiesa que tuvo que dar en adopción a su primer y único hijo. Ese es el momento revelador de la historia, porque la vida siempre tiene sus circunstancias que solo conoce verdaderamente quien pasa por ello. Luego nos es revelado que a John sólo le quedan unos cuántos meses de vida y otro dato significativo: desde los 4 años, precisamente la edad de Michael, John se crió en orfanatos.
Entonces comprendemos que su miedo es a la soledad de la orfandad: ¿qué va a ser de Michael cuando él ya no esté?, ¿cómo podrá lidiar con su ausencia?. No es cuestión de que tenga una vida más o menos cómoda, es cuestión de que crezca con amor y se sienta amado. De ahí que la candidata elegida sea la que se lo dice explícitamente, precisamente porque siente la necesidad de redimirse de las circunstancias de su pasado. Lo dicho, film magnífico, inteligente y absolutamente reivindicable.
Entonces comprendemos que su miedo es a la soledad de la orfandad: ¿qué va a ser de Michael cuando él ya no esté?, ¿cómo podrá lidiar con su ausencia?. No es cuestión de que tenga una vida más o menos cómoda, es cuestión de que crezca con amor y se sienta amado. De ahí que la candidata elegida sea la que se lo dice explícitamente, precisamente porque siente la necesidad de redimirse de las circunstancias de su pasado. Lo dicho, film magnífico, inteligente y absolutamente reivindicable.