Marvel tiene grandes personajes, tanto en cómic como en su universo cinematográfico. Cuando se decidieron a hacer los Vengadores, la inclusión de Natasha y Clint podía parecer menos acertada, siendo personajes sin habilidades "especiales", pero tras varias películas estaban bien integrados, que no bien desarrollados. Eso se solventó en Viuda negra (ya si mejor o peor va en gustos) y aquí se hace lo propio con Ojo de halcón.

Clint Barton tiene un pasado, y este ha venido a reclamar su atención. Cuando una joven llamada Kate Bishop aparece con el traje de Ronin, solo queda hacer frente a lo que venga. Así de simple parece la trama, aunque dará más vueltas, es obvio.

Desde el principio está claro que esta serie está hecha tanto para conocer mejor a Clint, lo que ya era hora, como para presentarnos a su futuro relevo, una Kate Bishop adorable, interpretada de manera brillante por Hailee Steinfeld. Ambos deben hacer frente a diversas amenazas para resolver el entuerto, y aquí es donde viene la chicha de la serie, pues tanto él como ella tienen cosas que solucionar.

La producción es la habitual en el MCU, llena de acción y humor, buena puesta en pantalla, música funcional pero no destacable. Sin embargo destaco mucho los personajes, y sus interpretaciones, creo que son el plato fuerte. Tanto los conocidos como los que se presentan cumplen muy bien, algunos de manera brillante, y por eso me ha parecido una gran serie. Citar por cierto que tiene cierta base en la obra de Matt Fraction y David Aja, de uno toma cosas narrativas y del otro muchos elementos estéticos que no le han sido reconocidos como debe.

El hecho de que se trate de una miniserie (por ahora, ya veremos si es así) ayuda, se puede ver del tirón y no se hace larga. Y que esté ambientada en Navidad la hace ideal para estos días.