He esperado años, para finalmente ver esta cinta, mayormente porque tampoco esperaba mucho de ella, y el género está ya muy manido, pero bueno, todo sea por la satisfacción de ver cómo se inició la moda del ya convertido en un clásico (no por su calidad) cine de terror adolescente.

La película, a mí, más que de terror, me parece una parodia de estas, exceptuando el principio, que quizá sea lo más interesante. Durante todo el metraje, lo que más te produce son carcajadas, por las situaciones absurdas que se van produciendo. Entiendo, que eso es lo que persigue el film. Tratar de auto parodiarse, a sí misma y al clásico cine de terror de los 80, por lo que lo valoro como algo positivo. Por el contrario está, que tras verla te quedas igual, no destaca en nada, siendo bastante mediocre en todos sus aspectos, pero no se puede ocultar que logra divertir un buen rato.

En conclusión, cuando me dispuse a ver esta cinta esperaba ver el típico terror clásico con sólo vísceras, chicas gritando y actores de cartón. Pero a medida que avanzaba me he encontrado con una entretenida parodia del género, que no aporta nada trascendente pero por lo menos entretiene, con su poco seria mezcla de sangre, adolescentes cazurros, situaciones ridículas, y con unos simpáticos guiños cinéfilos. Por supuesto, no podemos olvidar que sirve para asentar las bases de lo que sería, el prescindible subgénero de terror adolescente de toda la década posterior.